Mil disculpas por la demora u_u si hay alguien que esperaba la actualización de esta historia, de todo corazón, lo siento mucho. Deseando que siga siendo de interés, aquí les dejo el capitulo.
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Agosto, 1994
La ventana, azotada por los fuertes vientos de la noche, la despertó de un sobresalto. Barrió la mirada por la habitación en penumbras y, al ver la ventana entreabierta causar ruido, su pulso acelerado comenzó a descender.
Con pesar, se despojó de las mantas calientes. El frío se había colado en la habitación a causa de la ventana, que cerró con más fuerza de la requerida. Acción que inmediatamente lamento, porque ante tanto silencio, el ruido podía fácilmente despertar a sus padres y alertarlos de manera inequívoca. Pero al no oír nada más que la prolongada calma, se arrebujó nuevamente, bajo las confortables sabanas.
Estaba lista para retomar el apacible y lánguido sueño, cuando la ventana nuevamente se abría a causa del indomable viento. Lanzando un soplido de pura frustración se negó a levantarse una segunda vez, he ignorar por completo, el molesto ruido que provocaba. Treinta segundos después, fue insoportable. Se acercó a la ventana, esta vez, cerciorándose de que el pestillo que aseguraba la ventana no se hubiese dañado, por lo que cerró y abrió una, dos y tres veces. Estaba perfecto, aunque el viento no lo estaba tanto. Comprobó, al sentirlo dar en su mano y luego en su rostro. Casi le cortaba la respiración.
Afuera, la noche, era tan oscura. En los callejones plegados por toda la calle, puntos ciegos desde su ventana. Con facilidad alguien podría ocultarse sin preocuparse en ser descubierto. Viro uno a uno, deteniéndose un poco más en el que se hallaba en la esquina a unos exiguos metros de donde se situaba su casa; desde su ventana, el lugar parecía ser un punto de enfoque directo, lo primero a la vista. Viceversa, estaba segura de que sería igual. Curiosa, achico los ojos y pasmó su vista, fija en el callejón. Tan solo había oscuridad, pero... una muy espesa. Un escalofrío le recorrió el cuerpo y no queriendo indagar más, sobre algo que muy probablemente imaginaba, se dio la vuelta para regresar a la cama. Moría de sueño.
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Los días transcurrían muy despacio y, deseaba tanto encontrarse nuevamente dentro de los muros de Hogwarts. Sonrió ante el pensamiento, porque la persona que también lo estaría deseando y con más fervor que cualquiera, no sería otro, que su amigo Harry. Tampoco habría que esperar tanto. El verano pronto terminaría.
Continuo con los trastes de esa mañana, que el día anterior se ofreció asear. Pero le parecía una tarea titánica el solo mantenerse en pie, cuando todo a su alrededor no parecía detenerse. Trataba de sostener la vista en un punto fijo, pero luego un fuerte dolor de cabeza, solapaba todo lo demás, aun así, termino su labor y, sin esperar más, dio con el sofá. Solo entonces percibió lo agotada que se encontraba; y vaya que los días anteriores no habían sido mejores.
Los picotazos de la ventana, la animaron a lanzar un suspiro de cansancio. Comenzaba a pensar que el universo conspiraba en contra, cuando a descansar se refería.Era Errol. Desatando la carta de la pata del animal, este emprendió vuelo, sin darle tiempo de compensarle con algunas golosinas que siempre guardaba para él o para la lechuza de Harry. Restándole importancia, se acomoda nuevamente en el sofá, con la esperanza de no tener que levantarse, al menos, en los próximos quince minutos y se dedicó a leer la carta con avidez.
Como imaginó, se trataba de Ginny. Haciéndole saber su preocupación por no obtener respuestas de sus anteriores cartas. Además de las características preguntas plasmadas en el pergamino que ya conocía y, como en las anteriores, Hermione tampoco rebosaba de los ánimos por inventarse unas vacaciones que nunca sucedieron; Prosiguiendo con el resto de la carta, Ginny, le estaba haciendo una invitación a la madriguera para el resto del verano con la posibilidad de asistir al mundial de Quidditch; finalizando con saludos que enviaban, Ron, los gemelos y la Sra. Weasley.
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Secretos compartidos
Fanfiction-Qué te une a él -preguntó sin más. "Compartimos un secreto" -quiso responder ella. Ante los ojos de Voldemort, las fallas de Lucius ameritan castigo, sin importar las consecuencias que dejen al paso. Lucius/Hermione.