Capítulo XXIII

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—ChanYeol.

Frunció el ceño ante el llamado y gruñó, aunque se mantuvo con los ojos cerrados y en la misma posición porque estaba calentito y seguía sintiendo el olor del champú de BaekHyun, cosa que últimamente le gustaba de sobremanera.

—Despierta.

Sintió una caricia en la frente que lo hizo sonreír y de inmediato llevó la mano a la zona para atrapar la extremidad ajena y dejar una pequeña caricia sobre la piel, momento en el que abrió los ojos para encontrarse con los otros dos de BaekHyun que quisieron matarlo de un infarto junto con su sonrisa preciosa.

—Buenos días —saludó el contrario y le tocó la punta de la nariz, provocado que arrugara esta ante la poca costumbre del contacto.

El chico empezó a apretar suavemente botones invisibles sobre su piel y él solo respiró profundo mientras tenía una sonrisa en los labios y se dejaba degustar por el tacto del chico.

—Te preparé el desayuno.

Abrió los ojos ampliamente y se sentó sobre la cama para mirar a su costado, encontrándose así con la bandeja llena de comida sobre la mesilla de noche, con ensalada de frutas, semillas, tostadas y otras cuantas cosas que apenas identificó porque estaba más pendiente de descubrir de dónde el contrario las sacó.

—¿Qué hora es?

—Diez de la mañana. —El peliblanco pareció extrañado por su actuar—. No quise despertarte más temprano porque parecías cansado.

Rápidamente se puso de pie y caminó hasta su armario para sacar un short cualquiera. Una vez que se lo puso estuvo dispuesto a salir de la habitación e ir a la cocina, pero se detuvo.

—¿Ya comiste? —preguntó urgido y el contrario, aún sentado sobre su cama, solo asintió—. ¿Qué día es? —Volvió al interior del cuarto sin esperar una respuesta por parte del más bajo y se dirigió a su escritorio, donde tenía un pequeño calendario—. Sábado, día de lácteos. Dime que al menos comiste un yogur —se lamentó mientras se giraba sobre sí mismo y el contrario chasqueó la lengua.

—Ven a comer —exigió el otro junto con un gesto de mano y luego de una mueca se sentó donde anteriormente estuvo acostado.

Solo cuando llegó a la cama y se encontró con los ojos de BaekHyun recordó lo que sucedió la noche anterior, o prácticamente ese mismo día en la madrugada. El pensamiento lo hizo atragantarse y se vio en la necesidad de toser, acción que provocó que el contrario le alcanzara el vaso con jugo de naranja.

BaekHyun se veía distinto y por supuesto que pudo notarlo. Estaba con otra sudadera grande suya y unos short de pijama, el pelo revoloteaba por su frente de una forma desinteresada y tenía los labios ligeramente rosáceos, cosa que le hizo fruncir el ceño.

—¿Comiste frutillas? —preguntó con el ceño fruncido y el otro se tapó la boca—. BaekHyun —insistió, pero el otro se puso de pie y pareció querer huir de la habitación, cosa que lo hizo levantarse—. Sabes que no puedes comer frutillas antes del almuerzo porque después vomitas todo lo que comes. ¡BaekHyun!

—¡Pero con el bebé queríamos!

Y sí. Puede que las cosas hayan cambiado ligeramente luego de aquello, de su primera noche juntos más allá de lo sexual. ChanYeol por supuesto que lo notó y, a pesar de que el contrario lo consideró desde el primer momento como su mayor confidente para todo lo que respetase al bebé, el tipo también decidió abrirse o ser ligeramente más accesible sobre sí mismo, sobre él como persona, como BaekHyun.

No era como que tuviese una respuesta clara de lo que estaba pasando, pero al cabo de unos días terminó dándose cuenta que lo único que necesitaba BaekHyun para ser él mismo era simplemente confianza; necesitaba de alguien que lo escuchase, que lo mirase cuando quería enseñar algo, que le pusiese atención. El chico no parecía querer ocultarse, más bien nadie quería verlo y ChanYeol se sintió tan malditamente mal por el otro cuando un día, luego de llegar de las clases de la universidad, se encontró al chico en su habitación, con todo perfectamente ordenado y el peliblanco parado a un lado del escritorio mientras adornada una cosa pequeña que no logró identificar apenas entró.

¡El niño no es tuyo! • || ChanBaek ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora