¡El niño no es tuyo! • || ChanBaek ||

Capítulo IV

Apretó los ojos apenas fue un poco consciente de que ya estaba por orinarse encima.

—Mierda —susurró para sí mismo mientras se llevaba una mano a la cabeza y algo duro chocó contra su pecho.

Empezó a abrir los ojos lentamente en aquel momento para orientarse. Estaba en su habitación con las cortinas abiertas y el sol entraba por su ventana sin pudor alguno, dejándolo ligeramente ciego. Las mantas sobre él estaban completamente desordenadas y estas prácticamente cayeron a los pies de la cama, así que ChanYeol solo estaba tapado hasta la cintura.

Y al parecer no era el único.

Rápidamente se sentó sobre la cama y se apegó al cabecero. Fue justo en ese momento cuando se pudo percatar de algo.

—BaekHyun —susurró al ver su espalda desnuda.

El chico seguía durmiendo con un brazo por sobre su cuerpo y un poco más tapado de cómo lo estuvo él, probablemente porque era más pequeño y estaba más abajo por entre las mantas.

—BaekHyun —volvió a llamar, esta vez asustado. El contrario al escucharlo solo gruñó—. BaekHyun, por favor.

—¿Qué? —susurró el chico con la voz ronca.

—¿Qué haces aquí?

Solo en ese momento el rubio pareció abrir los ojos. Pestañeó unas cuantas veces y luego se fue sentando sobre la cama con lentitud, casi como si la cabeza le pesara toneladas; y puede que sea así, después de todo ChanYeol la sentía de aquella manera.

BaekHyun se puso a su par en la cama y apoyó la espalda en el cabecero sin decir ninguna palabra, al parecer pensando o intentando recordar.

—No lo sé.

ChanYeol bufó—. ¿Cómo no sabes?

—¿Acaso tú lo sabes?

—¡No!

BaekHyun se puso de pie en ese momento, pero apenas puso ambos pies en el suelo estuvo a punto de resbalarse. Si no fuese porque se afirmó del colchón probablemente el chico habría caído de culo al suelo.

Repasó ese detalle entonces. Su compañero de piso aún tenía ropa interior y luego de confirmar de manera confidencial se dio cuenta que él también la tenía.

—¿Qué mierda...? —se quejó el chico entre dientes y levantó un pequeño vaso del suelo—. Estuvimos bebiendo —dijo lo obvio, aunque de nuevo pareció mirar el suelo—. Y estuvimos jugando también.

ChanYeol se mostró curioso y gateó hasta al borde de la cama para descubrir lo que había en el suelo, dándose cuenta que se trataba de un pedazo de limón y un salero dado vuelta. Aunque más allá pudo ver otro detalle, algo que podría haber pasado completamente desapercibido, pero que casi hizo a ChanYeol desmayarse.

—Lo hicimos —susurró casi sin voz y BaekHyun lo miró con el ceño fruncido.

—Sí, te dije que estuvimos jugando...

—No —gimoteó y apuntó hasta la alfombra de su habitación—. Lo hicimos.

El contrario se giró en ese momento entonces, probablemente viendo por primera vez el condón usado que había sobre su alfombra. De una manera extraña, pero a la vez instintiva, el chico se llevó las manos hasta el trasero para palpar este.

—No lo hicimos —aseguró—. ¿O a ti...? —Al parecer BaekHyun dejó la pregunta al aire a propósito, aunque por suerte logró comprenderla.

Ante la posible nueva información se puso de pie de inmediato y él también se palmeó el trasero, inseguro de qué tenía que sentir verdaderamente.