Capítulo 44

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Abrí los ojos lentamente pero no podía hacerlo del todo. Una luz me cegaba. Era radiante y la tenía muy cerca, así que decidí cerrarlos, mientras seguía con el ceño fruncido, pero emití un sonido de queja procedente de la garganta.

Álex: Ari! Ari cielo abre los ojos- lo intenté de nuevo lentamente y esta vez la luz ya no estaba y pude verlo. Él. Estaba aquí conmigo, pero dónde estoy?- Estás en el hotel, el médico va a hacerte ahora una revisión

Yo: Qué ha pasado? Qué querían?

Álex: Shh no importa ya Ari, ha pasado todo. Ahora intentemos olvidar vale?

Yo: Pero quién..- no me salían las palabras- estoy cansada

Álex: Es normal, duerme va. Le diré al médico que espere a que te despiertes- se acercó a mí, me dio un beso en la frente y se fue, mientras yo que me quedé en la cama recapacitando sobre lo que había ocurrido

*Una semana después

Había pasado una semana desde entonces, y Álex no me quiere contar ni cómo acabó todo, ni qué querían, ni nada. Es todo bastante frustrante pero decidimos seguir con nuestra vida y nuestro viaje. Así que nos marchamos a Sevilla, donde estuvimos un día entero como turistas. Una ciudad no se puede ver en un día pero hicimos lo que pudimos visitando la Catedral, la Plaza de España, el barrio de Santa Cruz, etc. Y acabamos como si hubieramos estado tres días andando sin parar. Ya en la cama yo seguía insistiendo para que Álex me contara algo más

Yo: Pudiste saber quiénes eran?

Álex: Ari prefiero no hablar de esto más, está todo solucionado no? Pues ya está

Yo: Perdona, buenas noches

Álex: Buenas noches

Nuestro próximo destino fue Córdoba, donde empezamos visitando La mezquita y el puente romano. A la hora de comer yo no tenía demasiado apetito, porque no podía aguantar más sin saber detalles de lo que había pasado y no sé por qué él no me quería decir nada, es que no lo entendía. Eso sí...Álex se hartó a comer salmorejo, parecía que comía por él y por mí. Para verlo.

Esa tarde vimos también Medina azahara y El vial y fue una de las noches más tensas que hemos pasado...tengo derecho a saber por qué ha pasado esto.

Al día siguiente fuimos a Madrid donde estaban los chicos que estaban pasando unos días. En cuanto llegamos al hotel donde estaban me metí en la habitación de mi hermano, cerré la puerta y me tumbé en la cama. Necesitaba tiempo para mí y saber cómo quiero afrontar esto. Él actúa como si nada, y no le ve importancia al hecho de que...me han secuestrado! En ese momento llamaron a la puerta

Yo: Pasa- dije pensando que era Álex, pero era Pol- Pol!- corrí hacia él y lo abracé, necesitaba un amigo, una charla con alguien

Le conté lo que había pasado, era el único que lo sabía y mientras se lo contaba no pude evitar echarme a llorar, porque me sabía mal comportarme así con Álex pero pensaba que él no me entendía

Pol: Lo has hablado con él?

Yo: Es como hablar con la pared, no me dice nada- respondí mientras me secaba las lágrimas con la manga del chaleco, un gesto inapropiado pero natural casi, en ese momento me daba igual

Pol: Si quieres hablo yo con él Ari. Tienes derecho a saberlo todo. Lo que no me explico es cómo no nos ha dicho nada!! Podrían haberte hecho algo joder!

Yo: Bueno ya...pero estoy bien, es lo que importa. Pero yo lo que intento es simplemente saber cómo ha pasado todo. No recuerdo nada. No sé cuanto he estado inconsciente.

Pol: Dale tiempo entonces...quizás ha sido un acontecimiento que le ha impactado y no quiere recordarlo, quizás su mente no se lo permite- yo agaché la cabeza arrepentida por la presión por la que había hecho que pasara, y Pol me agarró por el mentón para hacer que lo mirara- No te vayas a echar la culpa, ni se te ocurra, me oyes no?- yo asentí y le abracé

Volvieron a llamar a la puerta y cuando fui a abrir, vi a Álex con una mirada que hacía tiempo que no veía. Una mirada perdida. Sin saber cómo, Pol desapareció de la habitación y él entró. Antes de que pudiera hablar, yo reaccioné

Yo: Álex de verdad lo siento...sé que te he agobiado estos días por el tema de...- él sacudió la cabeza y habló

Álex: Carol

Yo: Qué?

Álex: La secuestradora era Carol

Querido Pistolas (Álex Márquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora