6. La nada y el todo

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Lola se llevaba dentro de la van a un desmayado Lincoln el cual no tenía idea de lo que ocurría.

Mientras tanto en la mente del joven Lincoln tenía un sueño sobre su pasado provocado por el ver y escuchar a las personas a las que más temía y odiaba en el mundo.

<SUEÑO>

Era una hermosa tarde y todo se veía muy colorido, un pequeño niño de no más de 5 años se levantaba del sofá mientras pegaba su rostro contra la ventana viendo cómo algunos niños pasaban.

???: Lincoln ¿Qué haces? Debías venir a ayudarme...

???: Hermanita ¿Puedo salir?

???: ¡Claro que no! [Le toma del brazo y lo jala] Ahora vamos, Lori fue con Leni y nuestros padres al centro comercial, tienes que ayudarme...

El pequeño niño veía como se alejaba de la ventana siendo arrastrado, suspirando resignado se deja llevar hasta el segundo piso.

Lincoln: Espera... ¿Se llevaron a Lucy?

???: ¿A caso importa? Tienes que venir y... ¡Aaaaah! [Una pequeña bebé de no más de uno o dos años apareció enfrente de ambos asustando a la chica]

Lincoln al mirar que era Lucy la toma en sus brazos con una sonrisa.

Lincoln: ¡Aquí estabas! Pensé que mamá y papá te llevaron [Acaricia su mejilla con la suya] Te has vuelto muy rápida jeje...

???: Como sea [Le quita a la bebé aunque está trata de resistirse] La dejaré en su cuna, luego de que me ayudes puedes cuidar de ella...

"Luego de que me ayudes..."

Lincoln suspirando miraba aquella escena de su pasado, preguntándose cuántas veces abra escuchado esa frase... Y otras más aparecían en grande frente a él acompañado de imágenes de todas sus hermanas.

"No tengo tiempo..."

"¿Porqué debería ayudarte?"

"¡Puedes arreglarlo sólo!"

"¡¿No ves que estoy ocupada?!"

Y poco a poco las frases aumentaban de tamaño y las escenas se tornan de tonos oscuros y rojizos.

"¡Eres un inútil!"

"¡¿Porqué demonios tardaste tanto?!"

"¿Cuán inútil puedes ser?"

Las frases parecían venir con mayor odio y desprecio a cada momento por lo que sin poder soportar el joven chico albino se sentó en el suelo tratando de taparse los odios aunque las frases seguían resonando como gritos a su lado.

"¡No eres nada sin nosotras!"

"¡Un perro lo abría hecho más rápido!"

"¡Deja de quejarte y has lo que te digo!"

"¡Maldito inútil! ¡¿Cómo puedes llamarte nuestro hermano?!"

"No eres un Loud... No tienes nada..."

"¡¡No sirves para nada! ¡Ni cuando te damos el honor de ayudarnos lo haces bien!!"

"Maldita decepción... Eres una basura"

"Si al menos aprendiera a servir bien podríamos decir que algo es..."

Las frases se acumulaban y el parecía rejuvenecer a cada frase cargada con más odio y desprecio mientras se recostaba en suelo con lágrimas en los ojos.

Entonces varias sombras emergieron a su alrededor las cuales parecían ser llamas negras con las formas de sus hermanas con ojos rojos que le miraban con molestia.

The Forest LoudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora