Había pasado un mes desde los acontecimientos del aeropuerto, el verano había terminado dando paso a un ventoso otoño más fresco de lo usual, el último mes de verano fue para los guarda bosques lleno de papeleos, facturas, inversiones y pocos visitantes para su gran fortuna, dejándoles tiempo para reponerse, descansar y conocer a quienes ahora formarían parte de sus cabañas.
El verano les dio una dura lección a pesar de saber que no era natural tener tantos visitantes y era que realmente no estaban preparados para esa sobre carga de trabajo, los vigías en las torres y los guardias por las noches no tenían forma de ayudarles, pero a sabiendas que el próximo verano podría ser igual o peor ya que Lola Loud lo había marcado como un excelente lugar el cual visitar sumado a Lincoln y la gente que anhelaba tener la oportunidad de ver al hombre de los rumores que ahora eran más grandes por quienes vieron al misterioso joven de cabello blanco en el aeropuerto lo cual dotó de más visitantes al mismo debido a los nuevos rumores que se habían formado además de los que incluían a Lola la cual tuvo mayor fama de la que ya tenía gracias a lo ocurrido, algo inesperado para ella, pero que sin duda no le desagradaba para nada la mayor atención que recibía ahora.
La idea era clara, necesitaban al menos un guarda bosques más ya que Alán era quién más se quejaba por la falta de personal, lamentablemente los ingresos y presupuesto dados por el gobierno no eran lo suficientes para pagar a más personal y menos aún conciderando que de a poco se acercaban las diversas fiestas donde mayor gasto había debido a los incidentes que ocurrían en las mismas a pesar de que cada año afirmaban que jamás volvería a pasar.
Cuando parecía todo perdido un muy generoso donativo llegó a ellos además de un nuevo inversor el cual prefería permanecer en el anonimato dándoles presupuesto no solamente para contratar nuevo personal sino que además podían realizar muchas mejoras, comprar nuevos aditamentos, mejores vehículos, entre muchas otras cosas dónde se invertiría ese dinero.
Lincoln estaba muy feliz pues sus amigos a quienes concideraba su familia estaban muy emocionados por todas las cosas nuevas que tendrían, pero el último mes de verano tuvo grandes sorpresas para el joven albino.
Es increíble todo lo que cambia en tan solo un verano, en dos meses, en un mes y en un par de semanas. Lincoln se levantaba nuevamente para comenzar su día a la 6:00 de la mañana, empezaría más temprano de lo habitual ya que su rutina ahora era más lenta que de costumbre además de diferente en ciertos aspectos, el muchacho albino se levantó como cada mañana para tomar desayuno, hacer su pequeña rutina de ejercicios matutinos y finalmente colocarse su gabardina verde mucho más abrigadora que las que acostumbraba además de los guantes que le regaló Amelí y una bufanda naranja con cráneos negros que le regaló Lucy.
La mañana era extrañamente más fría de lo habitual, pero ya durante el último mes se habían comenzado a ver días así lo cual preocupo al albino, pero aún así estaba muy contento pues a pesar de que a muchos les gustaba el verano o el invierno, a él le encantaba el otoño por una simple razón.
Rápidamente le dejó la comida en la habitación a Charls además de un plato con agua y la ventana abierta por sí debía atender el llamado de la naturaleza ya que aún recordaba con cierta molestia como su cama olía a orina de aquel lobo con el que se abría molestado si no fuera porqué fue a salvarlo.
Lincoln partió de su cabaña a gran velocidad, está vez incluso más rápido de lo habitual mientras sonreía pues le encantaba como al correr las hojas se movían dejando un rastro a su paso que a su parecer se veía muy genial por lo que tratando de ir aún más rápido daba algunos giros, saltos y piruetas entre los árboles que dejaban caer algunas hojas para luego mirar hacia atrás como se formaba un camino de las mismas que al girar y saltar las hojas parecían danzar tras él, algo que le encantaba mirar, siguió saltando y corriendo mirando cómo dejaba este mágico camino de hojas flotantes hasta que tras el último salto chocó contra un árbol como era predecible por no mirar por donde iba, rápidamente se levantó alegrando se que nadie lo hubiera visto hasta que de repente a la distancia vio encima de una roca un pequeño lince que él rápidamente reconoció.
ESTÁS LEYENDO
The Forest Loud
Science FictionLincoln, un aparente joven guarda bosques es apodado de varias formas "El defensor blanco", "La sombra blanca", "La luz del bosque" e incluso se le considera una leyenda urbana, pues a diferencia de la mayoría de sus compañeros guarda bosques esté...