Me aferré fuertemente a los brazos de la silla, rogando porque se terminara, rogando que el bendito avión aterrizara. Sentia el vacío en el estómago, la tensión en las piernas y mandíbula, y para completar,sentía la mirada extrañada y divertida del pasajero de al lado.
Diosito haz que termine .
Sentí un temblor del suelo, un fuerte sacudón y la completa paz.
-Pasajeros les habla su capitán- la voz del megáfono se oía cansada- hemos aterrizado por fin en el aeropuerto de Moscú.
Gracias Diosito, enserio me escuchas .
Las personas comenzaron a pararse y a tomar sus maletas, una azafata algo envejecida, con su cabello recogido en un moño bajo, se acercó a mí con una sonrisa de condescendencia.
- Estás bien... ehm ...-
-Anne- respondí algo incómoda
- Oh , claro, Anne. Lo siento- ¿Estás bien?
-Ehm... si, sólo me ponen nerviosa los aterrizajes,bueno, ya sabe el movimiento del avión y eso.
Hizo un gesto de asentimiento y siguió caminando para ayudar a los demás pasajeros. Tomé mi bolso del compartimento de arriba y me dirigí a la salida.
Gracias al cielo tierra firme. No puedo creer que viniste a Moscú por el trabajo de tu papá. Se te va a congelar el trasero en una ciudad tan jodidamente fría.
Pasé por la sala de abordaje para recoger mi maleta y luego fuí a la entrada, para ver si alguien tenía un cartel con mi nombre o algo por el estilo. Pasé la mirada y me topé con un chico muy hermoso, alto, rubio y con unos hermosos ojos azules junto a una chica muy bella, parecida al chico , pero de cabello castaño. Ambos me miraban y sonreían mientras se acercaban a mí.
-Hola Anne, por si no te acuerdas de mí me llamo Masha, soy tu hermanastra y el es mi hermano, Sergey- puse los ojos como platos y me avalancé sobre ellos para abrazarlos.
Claro que me acordaba de ellos, sólo que habían pasado tantos años.
No puedo creer que esten aquí enserio. Ellos eran mis mejores amigos.Sergey y Masha eran los hijos de la esposa de papá y los mejores amigos de mi infancia.
-Estoy muy feliz de verlos chicos- dije alegre.
-Igual nosotros-respondió Sergey - Y estás grande y preciosa -me sonrojé.
Wow no ha dejado de ser tierno.
-Bueno par de tortolitos, nos vamos-dijo Masha.
La fulminé con la mirada y Sergey hizo lo mismo.
-Bien vamos -dijo Sergey incomodo- oye y ¿por qué llegaste tan tarde?- me preguntó mientras caminábamos al parqueadero subterráneo- Quiero decir, se supone que vendrías ayer.
- Ohh si, me quedé dormida y perdí el vuelo- me encogí de hombros.
Perfecto, te pasas de inteligente Anne Steven, ahora creen que eres una peresoza.
Bueno querida mini mí, lo soy.
Sergey se rió . - ¿Enserio? ¿dormida? -Bueno, sí, amo dormir- respondí. Negó divertido con su cabeza.
Seguimos caminando hasta llegar a un pequeño Volkswagen.
Sé lo que están pensando y sí. Era un herbie.
Pero era un herbie lindo, es decir, no sucio y con todas esas latas oxidadas y viejas, no. Éste herbie era negro, pulido y con algunas partes niqueladas. Se notaba el gusto de los chicos.
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Mi amor, mi guerra
Teen FictionAnne es una chica argentina que se debe mudar a Rusia porque su padre consiguió un trabajo en este país. Lo que Anne no sabe es que su padre es un importante diplomático argentino en Rusia y que, para su seguridad ella debe tener a alguien vigilándo...