LA Devotee

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Desde hace un par de años, Harry ha sido el proveedor de las más comprometedoras fotografías de todo Hollywood. Los diarios de chismes suelen ofrecerle cuantiosas cantidades de dinero por sus fotografías y él las entrega al mejor postor.

Él sabe que es moralmente incorrecto, pero es su trabajo y disfruta de las prestaciones con creces. Además, por lo que ha visto, la vida de aquellos a quienes fotografía tampoco es la más ejemplar. Así que su conciencia no está del todo, tan manchada.

Al menos es lo que se dice cuando da clic a su cámara escondido entre los arbustos desde el jardín trasero del hotel en donde Louis Tomlinson, uno de los modelos de Versace, se hospeda.

La piscina refleja el sol de verano como un espejo y Louis pasea por el borde tentando su suerte. Sólo lleva puestos unos pantalones cortos cuando se sienta en una de las sillas. Sabe que alguien lo observa, su oído está tan acostumbrado al obturador que lo puede escuchar a varios metros. Además, sabe que se trata de Harry Styles.

El fotógrafo le ha dado a los periódicos tantas fotografías de él como fueran posibles. Louis está acostumbrado a su presencia constante y últimamente no hace nada más que provocarlo para que abandone su mediocre escondite.

Louis suspira y decide quitarse la única prenda que lleva encima. Sonríe sabiendo que Harry lo está mirando.

Su piel es bañada por el sol de la media tarde y parece resplandecer ante el lente de su cámara. Harry contiene la respiración durante el tiempo que le toma al modelo caminar desde su lugar para zambullirse en la piscina completamente desnudo.

Se pregunta si es prudente quedarse en aquel lugar. No puede salir de los arbustos porque lo verá, pero se siente irrespetuoso por quedarse a mirar. Entonces se sienta en el húmedo césped y aguarda a que el modelo entre al hotel, cosa que Louis no planea en absoluto.

Dentro de la piscina Louis observa a los arbustos con diversión, desde su posición puede ver los rizos alborotados y con algunas ramas sobresaliendo del follaje. Ríe divertido mientras nada un poco.

El sol comienza a descender y el modelo se ha aburrido de tan sólo esperar.

—¿Vendrás a hacerme compañía o te quedarás detrás de los arbustos toda la vida? —Eleva la voz una octava más de su tono habitual para que el fotógrafo lo escuche.

Harry salta en su lugar y permanece en silencio, tratando de pasar desapercibido aunque sabe que es muy tarde.

—Sé que me escuchaste, Harry.

—¿Cómo sabes mi nombre? —Es imposible para Harry quedarse en silencio luego de eso y cuando se levanta y mira hacia la piscina, lo primero que sus ojos encuentran es la sonrisa engreída de Tomlinson.

—¿Qué? No me mires así, estamos a mano. Tú me conoces y me fotografías cuando te da la gana, yo merezco saber tu nombre al menos. —Responde Louis y Harry debe darle el crédito.

Death of a bachelorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora