Un Rival Y Un Amor

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La clase continuó sin problemas hasta el almuerzo, el maestro qi-ren le permitió a liyue ir a patio de castigos, para decirles a los dos que podían ir a almorzar, Lan Yu Lían la miraban con desdén encontraban extraño que, Han Guang Jun, quien nunca mostró interés por una mujer, se hubiera fijado precisamente en una plebeya de un pueblo cualquiera, según había escuchado de lan jingyi la habían encontrado vendiendo su cuerpo para enterrar a su madre y estaba por ser llevada a un burdel, había sido el patriarca yiling quien la había liberado, ¿era una mujer sin vergüenza que estaba dispuesta a todo por dinero? Incluso se había casado con el segundo maestro como era posible, una ira la lleno de pies a cabeza y no le permitió pensar, su padre le había advertido que no actuará de manera precipitada, él conocía el carácter de lan wangji, si realmente él tenía algún sentimiento por la mujer no los dejaría ir, y si realmente ella estaba embarazada era mejor no arriesgarse, pero lo que la motivaba en ese momento no eran celos por amor, era orgullo y vanidad, si bien xia liyue no era una gran belleza, su pequeña estatura que seguramente estaba entre 1.50 a 1.60 la hacia ver como una pequeña hada, ademas, aunque su piel estaba un poco oscura por el sol y sus manos no eran tan suaves como las de ella su aspecto en general se veía hermoso, su cuerpo se veía como el de las cortesanas de ciudad caiyi, además se notaba que llevaba la túnica de han Guang Jun, ya que al caminar notabas que el bajo de la túnica arrastraba y las mangas eran demasiado grandes, era como si el mismo lan wangji la abrazara y, eso, ella no podía soportarlo, desde joven ella siempre creyó, que un día lan wangji dejaría de sufrir por el patriarca yiling y miraría en su dirección, ya que de todas las estudiantes de la secta ella era la única que merecía el puesto de segunda dama lan, sus antecedentes eran excepcionales, era hermosa y gentil conocía las 3750 reglas del muro, así que cuando escuchó de su abuelo que había una segunda dama lan y que además se había casado con ambos, han Guang Jun y wei wuxian, su furia se disparó, golpeó a varias sirvientas de su casa incluso su hermana pequeña había soportado su furia, así que en momentos donde su furia obtenía lo mejor de ella no pensaba en las consecuencias solamente quería ventilar su ira, así que fue tras esa furcia, la siguió hasta donde estaban los dos hombres, la vio con un paño ayudando a secar el sudor de la frente de lan wangji, cuando acabó, ayudó de la misma manera a wei wuxian, ella no lo entendía, en serio, no entendía, por que la mirada de ella era tan diferente de cuando atendía a wei wuxian de lo que era al atender al segundo jade, con el segundo maestro ella era amable, pero había un dejé de alejamiento entre ellos, pero con wei wuxian su mirada era de anhelo, como si ese hombre fuera su todo.
Era raro, no había mejor partido que han Guang Jun, incluso zewun Jun era un prospecto mucho mejor que wei wuxian pero esa mujer era una estúpida. Si ella misma estuviera en su lugar ganaría el corazón de lan wangji, separandolo de esa peste, pero esta mujer no sólo era estúpida sino también no veía que han Guang jun también se había percatado  de la mirada que le daba, ella siguió observando un momento, cuando observo como los hombres se adelantaban y la dejaban vaciando el balde con agua y secando los paños vio su oportunidad, se acercó sigilosamente mientras sostenía una vara de bambú en una de sus manos, la otra parte estaba totalmente distraída caminando hacia el pozo para remojar los paños y dejarlos con agua fría, así cuando sus dos esposos regresaran de almorzar pudieran usarlos, pero un sonoro golpe detrás de su cabeza y un dolor agobiante la llevaron a la inconsciencia, viendo el cuerpo de esa furcia, lan Yu Lían corrió bajo el cuerpo podía ver las piedras blancas del sendero teñirse de carmesí, tiro la vara y corrió, para su mala suerte jingyi que aún permanecía sentado en el salón la vio correr en frenesí y supo que algo había pasado, el había observado el desprecio con el que le había hablado a la nueva segunda dama, así que se levantó y camino hacia el patio, al principio no observo nada extraño, pero cuando estaba por regresar  escucho un gemido susurrado, al observar encontró a la dama lan intentando levantarse su cabello el cual había estado recogido se esparcia en el sendero sus ropas estaban manchadas de sangre y aunque estaba esforzándose por incorporarse cayó otra vez al suelo dejando salir un gemido de sus labios, se acercó rápidamente y la cargo en brazos, sus ojos estaban desenfocados y estaba intentando decir algo así que el chico acercó su oído a su rostro donde sólo escucho

la mujer que nos regalo la felicidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora