Si decido aceptarlo (Terminada) ✅

Capitulo 39

*Sirleyn*

Me despierto adolorida y con la cabeza dándome vueltas. Me muevo en la cama y veo a Emmet saliendo del baño con una toalla enrollada en la cintura.

- Buenos días. - Me dice - ¿Cómo amaneciste?.

Pero que buena vista matutina.... Bonitos ojos, perfectos bíceps y una sonrisa encantadora. Me recuerda mucho a mi crush Damon Salvatore de la serie The Vampire Diaries; sobre todo por esa actitud de chico malo que derrite a cualquiera.

Me recargo sobre mi codo para apreciarlo mejor.

- Bien, me duele un poco la cabeza pero ya se me pasará - Se acerca y deja un beso en mi labios.

Sonrío como una boba mientras se sienta a un lado de mi. Pasó mis manos por su húmedo cabello y detalló cada parte de ese rostro varonil que tiene. Su semblante es tan sexy y peligroso que mi subconsciente grita «Acércate, besalo y follatelo».

- Toma. - Me extiende unas pastillas y un vaso de jugo. - Los chicos nos están esperando para desayunar.

Asiento y me levanto como dios me trajo al mundo para darme una ducha, cuando estoy por cerrar la puerta del baño Emmet me interrumpió.

- Sirleyn

- ¿Si? - Voltee a verlo.

Sonrió coqueto antes de dejar caer la toalla de su cintura.

Creo que alguien amaneció de buenas...
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Después de demorarnos más de lo debido, nos acercamos a la mesa donde estaban desayunando todos.

Julian tiene el cuello lleno de chupetones, Dylan el ojo morado y Alina se masajea la cabeza en un intento por aliviar el dolor. El único que luce decente y con una sonrisa radiante es Harry.

- Pero qué caritas. - Murmuró cuando nos vio. - Me han llamado de la recepción por una queja. - Murmura serio. - Al parecer una pareja follo toda la noche sin dejar dormir a todo el piso.

Toci nerviosa. ¡Qué vergüenza!.

- No jodas tan temprano Harry. - Se limita a decir Emmet mientras jala una silla para que me siente.

- ¡Es una broma preciosa! - Me dice con una sonrisa - Tu novio es un puto amargado.

Emmet no parece inmutarse por su comentario pero yo siento el calor invadir mis mejillas pues es obvio que traigo una cara más feliz que cuando visite Disney por primera vez.

Lo único que agradezco es que los chicos están sumidos en sus propios mundos y no le prestaron atención o le siguieron la corriente.

Cuando el mesero nos trajo el desayuno y estaba por meterme un pedazo de fruta en la boca, Emmet apretó mi mano y abrió la boca.

- Dame. - Me pidio.

Acerqué el tenedor y le di un bocado como si fuera un bebe. Mientras seguía comiendo hacía lo mismo, abría la boca y apretaba mi mano para que lo alimentara. No niego que por un momento me sentí incomoda, pero al ver esos bonitos ojos resplandecer cuando acerco el tenedor a su boca, todas las dudas e inseguridades desaparecen.

Los chicos voltean a vernos sorprendidos y ríen en complicidad.

Es obvio que la escena les divierte, pues incluso Alina le reclamó a Harry porque él no la alimenta como yo a Emmet.

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Después de comer Emmet tuvo un par de juntas, así que me dirigí al casino para relajarme un rato.