Prólogo

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Hace frío, no entiendo que sucede... Oígo voces a la lejanía que logran perturbar mi calma, mi tranquilidad...

- Hey Dylan... ¿No quieres usar tu Pulso?- No reconocía su voz.

Veo acercarse poco a poco dos sombras a lo lejos y puedo apreciar como la oscuridad que los abarca cada vez se hace más grande y más profunda hasta un punto en que ellos resaltan más que la misma maldad, entonces allí puedo ver que son Arthur y James.

- ¿Por qué no observas tus manos?- Dijo Arthur.

Entonces al bajar la mirada hacia las palmas de mis manos, vi como estaban llenas de sangre y totalmente sucias, mi mirada empezó a sentirse pesada, mis manos empezaban a temblar de una manera incontrolable y cada vez me ponía más y más ansioso, y de la nada James y Arthur desaparecen dejando un enorme espejo frente a mi y no logro reconocerme, veo a un demente temblando sin ninguna señal de cordura aparente.

- Estás viendo una imagen de un asesino.- Dijo James mientras aparecían ambos hermanos detrás mía.

- ¿Quién lo diría? A la final si tienes remordimiento Forest, pero es muy tarde, tú mataste a Garry y nos mataste a nosotros.- Dijo Arthur.

De la nada Garry apareció con una mirada super apagada y fúnebre al lado de James y mis ojos se llenaron de lágrimas al mismo tiempo de que soltaba un enorme grito de desesperación.

- ¿Qué sucede amigo? ¿Duele? ¿Por qué no me salvaste?- Dijo Garry acercándose a mi- Eres débil, por eso morí, y por eso casi muere Sky.

- Cállate...

- ¿Qué dices? No te oigo.- Dijo Garry retándome.

- ¡HAZ SILENCIO!- Grité mientras mi alrededor se empezó a destruír por la onda expansiva que solté.

- Por esto fue que casi tu amiga muere, y por lo que Sky sufrió, así que porque no te deshaces de esto Forest, abandona tu pulso.- Dijo James.

Mientras James intentaba convencer con sus palabras ingenuas, los tres se empezaron a acercar, cada quién con una sonrisa demacrada, mientras que delante de mi aparecía Sky, estaba hermosa como siempre pero su cara... No lograba verla claramente, cuando se acercó a mi, mis parpádos se abrieron hasta el límite y mi cuerpo permanecía inmovil, Sky estaba sonríendo de manera terrorífica al igual que los tres que estaban a mi lado...Y entonces dijo.

- Todo es tú culpa.

Y empecé a gritar y llorar, mientras que mis ansias hacían que tomara mi cabeza en busca de refugio y cuando ya no pude resistir más, cuando ya había perdido toda señal de ser un ser humano y mis poderes empezaban a destruír el sitio donde estaba... Desperté.

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