Capítulo V: De vuelta

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Un ligero susto abarcaba gran parte de mi pecho y el simple hecho de volver a ver a Liz, me causaba un ligero alivio en el cuerpo, sentía como todo en mi mente calzara pero al mismo tiempo hubiera descontrol, desorden y lucidez restante pero algo me decía que podría superarlo.

- Pensé que jamás volverías Dylan.- Dijo Liz mientras atendía a Skyrunner en el suelo.

- Yo también pensé lo mismo, llegué a perderme por un momento.- Dije bajando la cabeza.

- Pero te encontraste idiota, eso es lo importante.- Dijo Liz golpeando mi cabeza con sus poderes.

- Liz, creo que mejor deberíamos ir a la base, son solo balas, me curaré rápido.- Dijo Skyrunner intentando no preocupar a Liz.

Liz se levantó y tomó a Skyrunner y me hizo una seña para seguirla, iríamos a la base en San Francisco al fin conocería al nuevo líder de La Organización, Alpha. Luego de volar unos 10 minutos sobre San Francisco llegamos a un edificio abandonado, no parecía del estilo de La Organización pero Liz entró y la sorpresa fue que... No vi nada, solo escombros alrededor.

- ¿Dónde estamos?- Le pregunté a Liz.

- ¿Dónde crees tú que estamos?- Dijo mientras sonreía.

Entonces Liz levitó varias piezas de metal y acero, descubriendo una especie de ascensor. Entramos y simplemente empezamos a bajar muy rápidamente, sin haber tocado algún botón, al terminar de descender y se abriera la puerta, las imágenes de mis recuerdos junto a lo que veía realmente me inundó sin ningún tipo de remordimiento... Era la base y estaba de vuelta.

- ¡¿Eres tú Pulse?!- Gritó uno de los viejos subordinados de Omega, su nombre era Delta.

Delta simplemente corrió hacia mi y apretó mi mano fuertemente, era reconfortante ya que él y yo nunca tuvimos enormes lazos pero él estaba alegre de verme. Liz fue a llevar a Skyrunner en la enfermería mientras yo caminaba un poco por las instalaciones... Las paredes metálicas, el enorme espacio que hacia que te sintieras muy pequeño y el agradable sentimiento de un segundo hogar hacía que me alegrara mucho.

- Hey, es hora que conozcas al jefe.- Dijo Liz que... Estaba de pie.

- ¡¿Cómo cojones estás de pie?!- Dije algo sorprendido.

Liz cerró los ojos y con la misma fuerza en que los abrió, me golpeó con toda su fuerza en la cabeza, haciendo que cayera un piso abajo.

- ¡Sé más discreto pequeña basura!- Dijo mientras me levantaba- Son prótesis de hierro que puedo controlar a voluntad pero aún debo acostumbrarme mucho a ellas.

- Interesante...

- Sigues siendo un niño...- Dijo seguido de un suspiro- ¿Nos vamos?

- Vale, veamos quien es ese tal Alpha.

Recorrimos bastante parte de la base para llegar a una inmensa puerta con varios cerrojos, Liz tecleó una clave en el panel que hizo que los cerrojos se abrieran y desbloqueara la puerta, entonces al pasar logré ver por fin ese hombre del que tanto hablaban.

- Al fin puedo conocerte, Pulse...- Dijo con una voz grave y agradable.

Un hombre alto, con el cabello rubio hasta los hombros y un flequillo que le cubría la mitad de su negro ojo izquierdo.

- Un placer mi nombre es...

Dylan Forest, hijo del anterior jefe de patrulla Omega.- Me interrumpió.

- Creo haberte dicho que borrarás mis datos, Liz.- Dije extrañado.

- Pues, Alpha guardó todo en su ordenador antes de borrarlo, no es mi culpa.- Dijo girando la cabeza.

- Toma asiento.- Dijo Alpha señalando una silla frente al escritorio.

Al tomar asiento empezó a sacar varios papeles y fotos en donde estaba yo luchando aquél día en Seattle...

- Quizás te extrañe un poco el porque tengo esto.

Me resigne a guardar silencio y a asentir con la cabeza.

- Tengo mucha curiosidad en ti, quiero desarrollar tus poderes y estilo de pelea aún más, eres un Pulsador fascinante y quizás si todo sale bien puede que te incluya en un proyecto que estoy creando.

- ¿Me quieres hacer una máquina de matar?- Pregunté preocupado.

- Algo así, quiero hacerte el arma secreta de la Organización.- Dijo mientras cruzaba sus manos y colocándolas frente al escritorio.

- Me niego.- Dije directamente.

- ¿Por qué tan serio al rechazar mi propuesta? Todos en este lugar están entrenados para defender y matar si es necesario.

- Porque por mi culpa murió un recluta de aquí y mi mejor amigo.

- Hey, quiero aclararte algo, Garry Stirling murió por su afán de proteger a las personas, murió por una buena causa... Puedo asegurarte de que él estaba preparado para eso.

- ¿Cómo estás tan seguro?- Le pregunté.

- Porque yo soy su padre.

Mi cara en ese momento era indescriptible, no podía creer que estaba frente al padre del Pulsador más valiente de la Organización, bajé mi cabeza y me disculpé a todo pulmón delante de él, mientras las lágrimas recorrían mi rostro.

- Liz, puedes retirarte.- Dijo Alpha amablemente.

Liz pidió permiso y sin hacer mucho ruido se retiró de la habitación.

- No tienes que disculparte, él era testarudo y estaba convencido en que tu harías grandes cosas- Dijo mientras me levantaba la cara- Hijo, si en serio no quieres entrenar y volverte más fuerte, los entenderé, sé como te sientes...

Cerré los ojos un momento y me sequé las lágrimas, y le dije.

- Acepto.

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