Capítulo 41

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Lena Luthor sabía que todo lo que estaba haciendo estaba mal.
Desde la primera vez que había besado a Jack, el dueño del departamento donde se habían hospedado en Nueva York antes, durante y después de su nuevo trasplante de corazón, lo supo.
Resumiré todo los sucedido para no aburrirlos con todo esto.
Digamos que a Llilian el hombre le parecía un buen partido para su hija mayor. Tenía dinero, era guapo, estaba disponible y por último, pero no menos importante para la mujer, era hombre. ¡Ni en un millón de años tendría una oportunidad como esa de nuevo!
Luego del trasplante de corazón exitoso y la recuperación de su hija, la mujer decidió que era tiempo de jugar sus cartas.
La alejo de Imra y Lucy, de Adan y Tristan. Incluso de Eve (Qué aun consideraba su amiga, pues no se había quedado el suficiente tiempo como para escuchar la verdadera razón por la cual se había acercado a Kara y ella meses atrás). Cambio su número de teléfono, e incluso le prohibió hablar con Sam luego de recibir una llamada del padre de esta. Quemo sus discos de Fith Harmony, incluso el que Clarke le había regalado en su cumpleaños, y también cualquier cosa relacionada con ellas. Le prohibió usar su cuenta fan o escuchar su música. Desecho sus gorras y beanies, sus chaquetas y sus medias largas, sus camisas a cuadros y su patineta. Tiro todo lo que podría hacerla parecer "rara".
Finalmente, la mujer comenzó a hablar con su hija y, después de varias charlas llenas de mentiras y amenazas disfrazadas, Llilian termino convenciendo a Lena de que olvidar su "experimento" (o al menos así lo llamaba) con Kara y comenzar una relación seria con el hombre de dinero sería la mejor opción... Al menos, era la mejor opción para Lena Luthor, pero esto fue algo que la mujer prefirió omitir en aquella larga conversación.
Besarlo fue asqueroso para la chica de ojos verdes la primera vez. Luego, termino adaptándose parcialmente. Sus labios eran demasiado toscos, poco suaves, y sus besos estaban llenos de rudeza. No le gustaba. Pero era lo que tenía que hacer para mantener a su madre feliz. Para detener los insultos... Y los golpes.
Porque si. Llilian había golpeado a su hija cada vez que, durante sus crisis, gritaba el nombre de Kara como si fuese lo único que la mantenía viva, exigiéndole que dejara de actuar como una niña idiota. La golpeaba cuándo usaba ropa poco femenina. La golpeaba cuándo lloraba todos los meses en el día que habría sido su aniversario con Kara Danvers. Incluso la golpeaba cuándo decía cosas que para Lena eran frases normales pero que Llilian malinterpretaba...Luego de "formalizar" su relación con Jack, el chico comenzó a exigir cosas a los padres de la chica como si de un producto se tratase. Ropa ajustada. Maquillaje. Predisposición.
Lionel no estaba de acuerdo con todo esto, y sus hermanos tampoco, pero Llilian Luthor sí, y los demás temían por la salud física de Lena, así que se abstenían de hacer o decir cualquier cosa.
Durante esos ocho meses Lena tuvo que acostumbrarse a ser tratada y vista como un vulgar pedazo de carne, su madre jamás haciendo nada para detenerlo.
Fue por eso que, al saber que volverían a Miami luego de tantos meses, su nuevo corazón casi se le salió del pecho. Volver a Miami suponía alejarse de esa vida. De su tortura. Volver a ser parcialmente libre.
Como puede apreciarse, la inocencia característica en la mente de Lena seguía allí, completamente intacta.
Librarse de aquel hombre no iba a ser tan fácil como ella pensaba.
Llilian Luthor, manipuladora como siempre, había logrado que Jack accediera a acompañarlos.
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Durante el camino Lena  se mantuvo pensativa, sus piernas apenas cubiertas hasta los muslos por un corto vestido siendo acariciadas toscamente por las rasposas manos de Jack sin control alguno.
Aún así, aunque esto era asqueroso y degradante, la chica podía ignorarlo, pues cosas más importantes que un toqueteo al que ya estaba acostumbrada ocupaban su mente.
Estaba pensando en Kara Danvers...
Tal vez la chica era feliz con James, al menos un poco, hasta que el chico se descontrolaba y volvía a golpearla sin control alguno.
Tal vez no la recordaba.
Tal vez no significaría nada para la chica de ojos azules volver a verla.

La chica de la ventana- ADAPTACIÓN [SUPERCORP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora