Prince

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Están caminando por un camino muy angosto, cuando Ochako entra en el bosque e Izuku ya no puede verla.

¿A dónde ha ido?

Se detiene demasiado sorprendido.

Iida lo ve entonces, mientras sonríe.

—¿Qué pasa?— pregunta curioso.

Izuku lo ve demasiado confundido.

—¿Dónde está?— pregunta el, porque es aterrador estar donde no conoce.

La castaña entonces sale de ahí, mirándolos.

—¡¿Qué hacen?!— Ochako pregunta esperando por ellos.

Y vuelve a entrar en eso, es como si desapareciera frente a Izuku ¿Cómo es posible?

—Es un campo mágico, seguridad contra los males, significa que el bosque encantado está cerca, no tengas miedo— Iida comenta tranquilo.

Y comienza a caminar mientras espera a que Izuku también lo haga.

Lo sigue entonces, no muy seguro, pero no tiene mucho que decir, por lo que ambos entran ahí, Izuku ve entonces como cambian las cosas en esa parte del bosque.

Por fin puede ver a Ochako, mientras los árboles se ven más brillantes, e incluso más vivos, es asombroso.

Mira a todas partes no queriendo perderse de toda esa maravilla, es incluso demasiado, es real.

Toda fantasía es real.

Corre entonces mientras disfruta de los rayos del sol y las extrañas flores que brillan entre el suelo.

Los otros dos lo ven felices, de que está ahí.

Izuku se siente especial justo ahí, realmente puede ser alguien, puede su nombre significar algo en esta vida, y eso lo hace sentir bien.

Ve entonces a lo lejos, un hada, el peliverde se detiene, maravillado por su brillo, mientras vuela alrededor de un tronco de árbol.

Es hermosa.

Izuku no puede creer que está viendo un hada, es increíble.

Se quiere acercar pero alguien lo detiene, es Iida.

—No te recomiendo hacer eso— dice este como sugerencia.

—¿Porqué no?— pregunta curioso.

La voz de Ochako habla.

—Las hadas son conocidas como las asesinas más peligrosas de este lado del bosque, si no te acercas...no mueres—

Izuku se queda sorprendido mientras dirigen por otro lado su camino.

Puede morir por culpa de un hada, eso sí es aterrador, pero de una manera muy extraña.

—¿Cómo se conocieron?— pregunta Izuku después de un momento.

El sol estaba aún en lo alto.

Iida sonríe recordando algo que Izuku no conoce.

—Iida me ayudó a vender pociones de amor una vez— la castaña cuenta riendo al respecto.

—No sabía que estaba prohibido, hasta que terminamos corriendo por nuestras vidas— el de cabello azul comenta.

—Fueron tiempos divertidos— Ochako habla también sonriendo.

Izuku ahora entiende, es incluso gracioso, pero más que eso, se siente como un tercero otra vez.

—Y ¿Porqué no volvieron a verse?— el peliverde pregunta ahora.

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