Mi Lugar Favorito En El Mundo ||Laliter||

Capítulo 10: Mi Lugar Favorito En El Mundo

2021

Narra Lali.

Mi lugar favorito en el mundo es la casa de mis abuelos paternos. Ellos me hicieron vivir la niñez más feliz del mundo. Fui una niña consentida pero también muy bien educada por unos abuelos que habían perdido un hijo y los que mi llegada les devolvió la sonrisa.
Cuando mis abuelos se mudaron a Cariló, la que hoy es una hermosa casa, era un pasillo, en el que tenían una pequeña cocina y un colchón en el suelo. Con el paso de los años fueron construyendo su hogar, donde nacieron y se criaron sus hijos y nietos.
A día de hoy esa casa se quedó en silencio, los hijos marcharon, los nietos también... Algunos a otras ciudades otros incluso fuera del país. Siempre fui la favorita de mis abuelos (aunque ellos digan que nos quieren a todos por igual) ya que soy la que más tiempo compartió y comparte con ellos. Lo que me hace sentir muy afortunada porque no hay nada que ame más en este mundo que a esas maravillosas personas a las que puedo llamar abuelos.

Aparqué en la puerta, bajé la maleta y me quedé contemplando a mi abuelo que estaba sentado en la mesedora de la entrada, leyendo un libro en voz alta, a un la urna con las cenizas de mi abuela Elsa. Me acerqué, levantó la vista, sonrió y se puso en pie para darme un fuerte abrazo.

—Te dije que no hacía falta que vengas.
—Y yo te dije que el médico no opinaba lo mismo —Lo abracé con fuerza. —Vamos dentro te voy a hacer algo rico para comer.

Fui al fondo a dejar las cosas en mí habitación, que no había cambiado nada en estos años. El corcho de la pared estaba lleno de fotos, con Delfi, con Justina, con Peter, con Agus y hasta Natalie salía en alguna. Era lindo sentir que no había pasado el tiempo cada vez que entraba acá.

—¿Y estás galletas? —le pregunté cuando empecé a ver que tenía por la cocina.
—Me las trae Marta.
—¿La del buzón amarillo?
—Esa misma.
—¿Y la comida del congelador? —reí —Creía que pasabas hambre.
—Los caldos gallegos, doña Alba y las lasañas la señora Julia.
—¡Abuelo, sos un rompe corazones! —solté una carcajada.
—Siempre fui el galán del barrio —me guiñó un ojo.
—Bueno, podemos comer esta lasaña de pollo, que tiene una pintaza, porque ya sabés que yo tampoco soy muy buena cocinando.
—También podemos comer fuera, en algo tengo que gastar mi jubilación.
—Esta noche podemos tener una cena de abuelo y nieta —sonreí y le di un beso en la mejilla.

Después de comer, mientras mi abuelo se echaba la siesta, agarré la bici y salí a recorrer. Pasé por la casa de los Lanzani y le saqué un par de fotos para mandarle a Peter. Me sentí triste de verla tan abandona y no pude evitar soltar un par de lágrimas.
Fui hacia el muelle y después pasé a tomar un café y a buscar algún libro en "Leer Despacio". En la entrada se podía ver un cartel de "Se busca camarero" así que no pude evitar verlo como una señal del destino, volver a Cariló y volver a mi primer trabajo. Después de charlar con los dueños, que me conocían de toda la vida, me dijeron que podía empezar la semana que viene y que tendría turnos rotativos. Así que estaba contenta. Me puse a mirar entre los estantes para ver si encontraba algún libro interesante.

—¿Lali? —me giré y no pude evitar sonreír.
—¡Agus! —nos abrazamos —¡Que lindo verte! ¿Cuando volviste de Uruguay?
—Hace unos meses, estoy trabajando como jefe en una planta de reciclaje que está a las afueras ¿Vos que hacés acá?
—Volví a casa —sonreí —Y la semana que viene empiezo a trabajar acá —reí.
—Así que pensás quedarte por un tiempo.
—Si... Dudo que vuelva a irme. La ciudad no es para mi.
—¿Tenés tiempo? —miró su reloj —Podemos agarrar unos cafés para llevar y charlar.
—Si, claro. Pedí vos que quiero llevarme algún libro.