1- Renacer

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-¿Tienes algo más que quieras decir?- preguntó He Xuan sin soltar la cabeza de Shen Wu Du de sus pálidas y ensangrentadas manos.

-Quiero morir...- murmuró una y otra vez Shi Qing Xuan.

-Sigue soñando- fue la fría respuesta del verdugo, que no estaba dispuesto a entregarle su último deseo.

Sin embargo, incluso dentro de su desesperación el maestro del viento tuvo una última idea reveladora, su mano, aunque era prisionera de los grilletes, alcanzaba a tocar su propia cabeza, así que quitó la horquilla de su moño y antes de que He Xuan pudiera detenerlo la enterró con fuerza en su propio cuello, un hilo de sangre comenzó a manchar su piel.

-De verdad lo siento...- murmuró sintiendo que esas palabras no podían expresar todo lo que sentía, todo el arrepentimiento, incluso aunque no hubiera sido algo que pudiera controlar, realmente no se sentía feliz con una vida cuyo destino había sido robado. Lo consideraba su mejor amigo, habían vivido tantas cosas juntos, se sentía realmente deshonroso, incluso cuando él les dio una alternativa digna para limpiar sus pecados, su hermano se negaba a alejarse de la gloria que brindaba la divinidad para ambos. Sentía tanta vergüenza, no soportaba la idea de seguir mostrando su cara frente a él.

Aun así, He Xuan se acercó y mientras perdía el conocimiento tuvo la sensación de recibir una caricia en su mejilla ¿Estaba quitándole las lágrimas? ¿Cómo podía ser alguien tan cruel y amable hasta el final? Sin encontrar respuestas dejó por completo el mundo terrenal perdiendo la noción de su propio cuerpo, encontrando cierta paz que jamás había imaginado poder alcanzar.

De pronto un movimiento hizo que volviera a sus sentidos, su hombro era sacudido con fuerza para que despertara, rápidamente abrió los ojos y enderezó su espalda, se encontraba en un bar, rodeado de botellas vacías de licor dulce.

- Qing Xuan ya levántate, has bebido demasiado, es hora de irnos de aquí- quien conocía como Ming Yi, el Dios de la tierra, estaba a su lado moviendo sus hombros para despertarlo como si todo hubiera sido una horrible pesadilla.

Shi Qing Xuan sintió un nudo en su garganta y le fue imposible contener las lágrimas –Lo siento...- murmuró aferrándose a su brazo todavía con el corazón repleto de emociones, aunque el otro simplemente asumía que el alcohol había hecho su efecto.

-Que desagradable escena...- dijo Ming Yi con una voz fría llena de desprecio –Vámonos de aquí antes de que armes un escándalo- con bastante facilidad arrastró a su compañero fuera del bar, pero parecía tan borracho que le era imposible caminar bien, no le quedó más remedio que llevarlo en sus hombros hasta un lugar discreto en donde poder volver al reino divino, una vez allí lo arrojó con poca delicadeza en sus aposentos.

Shi Qing Xuan se quedó mirando el techo reposando en su cama, tenía los ojos rojos de tanto llorar, realmente recordaba que este día había ocurrido hace bastantes años, pero le resultaba imposible creer que algo así pasaría.

De pronto recordó su propia muerte, con miedo se tocó el cuello, pero no tenía ni siquiera una marca, entonces se quitó la horquilla del cabello para mirarla de cerca, un brillo divino la cubría ligeramente ¿Acaso se había convertido en un arma divina? Tenía sentido, si le quedaba algo de divinidad al momento de morir, tal vez había logrado un resultado inesperado producto de su desesperación.

Aunque tampoco podía descartar la idea de haberse vuelto loco... Todo esto podía ser una ilusión, una pesadilla de la cual podría despertarse en cualquier momento...Primero debería comprobar que realmente había regresado al pasado.

El maestro del viento se pasó varios días analizando la situación, todo parecía indicar que había retrocedido al menos unos diez años, aunque su memoria no era tan buena, tenía nociones sobre aquellos días y todo lo que esperaba que ocurriera, pasó. Y aunque era un cobarde y había estado tratando de evitar a su "mejor amigo", sus encuentros eran demasiado frecuente... No podía fingir ignorancia, ya no más, había sido su cobarde actitud, su indigna pasividad lo que llevó a un final horrible, necesitaba corregirlo.

Si había algo que pudiera hacer para cambiar su destino, entonces tendría que dar lo mejor de sí mismo, después de todo no sabía si aquella horquilla tenía un segundo uso, no podía arriesgarse y morir no le parecía una opción. Ya no más.

Con todo el valor que pudo reunir, se dirigió hasta los aposentos del maestro de la tierra, se paró frente a él y con las manos en la cintura habló fuerte y claro.

-Eres mi mejor amigo, te guste o no vas a tener que acompañarme, voy a hacer que dejes de ser un gruñón y aunque me cueste la vida haré que tu tosca cara sonría- le dijo con seriedad - Y también quiero disculparte de todo corazón.

-¿Por emborracharte el otro día?- preguntó Ming Yi con indiferencia.

-Si, eso también- admitió un poco apenado.

-Entonces no te disculpes, paga- el maestro de la tierra extendió la mano esperando recibir créditos, ya que era algo que Qing Xuan hacía con regularidad para solucionar cualquier cosa, pero en lugar de eso, sus manos recibieron galletas de arroz... Se sintió un poco extraño, pero inmediatamente se las comió - ¿Tienes más?

-No, pero si quieres podemos ir a comprar más bocadillos ¿Qué dices?

Ming Yi se encogió de hombros con la boca llena, aunque mostraba poco entusiasmo siguió los pasos de su amigo. Esta simple acción llenó de esperanza el corazón de Shi Qing Xuan, si podían seguir juntos un tiempo más, estaba seguro de que podía remediar sus errores, además, si era sincero consigo mismo, la idea de perder su amistad le resultaba abrumadora, aunque fuera egoísta, quería conservar a su hermano y a su mejor amigo.



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Mensaje de la autora:

Holi, ha pasado tiempo. Espero que les guste esta historia, realmente creo que tengo un problema con los ships sin final feliz así que me dedicaré a darle amorcito a este par.

Por ahora no tenemos portada, aunque vi imágenes que me gustaron mucho, ya no se me hace prudente usarlas a la ligera, así que le dedicaré mi tiempo a dibujar algo bonito (>‿◠)

La segunda oportunidad del maestro del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora