La segunda oportunidad del maestro del viento

47- Aire de cambios

-¿Cómo que no vendrás de regreso conmigo?- preguntó la dama del viento frunciendo el ceño ante las palabras inesperadas de su novio.

-Cariño ya no puedo seguir usando la imagen de Ming Yi, él está ocupando su lugar ahora y no hay espacio para mí, debes regresar, yo también debo encargarme de algunas cosas por acá- le explicó tranquilamente mientras acariciaba su cabeza.

-Espera, espera, nadie me advirtió de eso, para qué quiero ser una oficial celestial si tengo que separarme de ti por quien sabe cuántos días, solo ocupa la forma de alguien más... Puedes no lo sé, convertirte en algún animalito adorable y te llevaré como mi mascota.

-¿Cuántos oficiales tienen mascotas?- preguntó divertido He Xuan.

-Bueno he escuchado que el maestro de la lluvia tiene una vaca o algo así... ¿Por qué yo no podría tener un gatito que duerma conmigo todas las noches?

-No es lo mismo, pero descuida, no voy a estar lejos tanto tiempo, podemos encontrarnos cuando quieras, solo tienes que llamarme y te buscaré.

-...No tienes que tardar- dijo jugando con su manga mientras hacia un puchero.

-No lo haré, ya vuelve a la capital celestial- le dio un beso en la frente y se despidieron de mala gana, realmente ella estaba haciendo un pequeño escándalo de algo sin importancia, pero a He Xuan le parecía adorable.

Cuando la dama del viento estuvo de regreso sintió que ese lugar se veía demasiado grande y presuntuoso cuando en realidad no había nada demasiado grandioso allí para él. Cuando estuvo en su palacio los subalternos le explicaron la delicada situación en la que se encontraba su mejor amigo y tuvo que fingir sorpresa e ir a visitarlo para no levantar sospechas.

Ming Yi yacía sobre la cama con un vendaje considerable, todavía recordaba como su cuerpo casi había sido aplastado por el pie de He Xuan, había sido aterrador, pero no tanto como la sensación de asfixia que él le había provocado, realmente creyó que iba a morir de esa horrible forma.

Shi Qing Xuan se tocó su cuello, ya no había heridas ni un collar allí, no tenía de qué temer. Solo se preguntaba a si mismo si tendría la oportunidad de explicarle al verdadero Ming Yi las cosas... Después de todo él había estado encerrado en esa isla mucho tiempo y ver a alguien tan amigable con su captor... Era obvio que terminaría generando un mal entendido, entonces decidió no guardar rencor en su corazón.

-Ming Yi tienes que recuperarte pronto...- dijo en voz alta antes de retirarse, los que hacían guardia en el palacio de la tierra se sintieron sorprendidos de que no armara un escándalo.

Shi Qing Xuan cambió su apariencia a una imagen masculina, iría a ver a su hermano como siempre hacía luego de una misión larga, él lo regañaba por usar vestido así que tenía que estar bien presentable para evitar sus típicas criticas tontas.

Pero encontrarse con Shi Wudu fue bastante extraño, apenas sus miradas se cruzaron él se congeló un momento como si estuviera viendo a un fantasma.

-¿Tengo algo en la cara?- se tocó sus mejillas pero no sintió nada extraño.

-No, lo siento, es solo que me sorprendí un poco al verte, has estado fuera estos días y ni siquiera has contestado mis mensajes, no deberías ignorar a tu hermano mayor...- dijo Shi Wudu tratando de recuperar la compostura, pero lo cierto era que al verlo inmediatamente pensó en lo que escuchó en ese pasillo.

-Lo siento, la verdad es que no tenía muchas ganas de hablarte luego de descubrir que te metes a palacios ajenos a buscar quien sabe qué cosas... Pero de todos modos eres mi hermano, debería mantenerte vigilado.

-Bueno, al menos ahora entiendes una parte de lo que ha sido mi trabajo durante tanto tiempo, tenerte vigilado, evitar que causes problemas, asegurarme de que te mantengas en espacios seguros... Pero si quieres comportarte como el mayor, venir de visita no es suficiente, deberías ser más cuidadoso.

-Soy muy cuidadoso...- tomó asiento con el ceño fruncido –Y no es necesario que te preocupes tanto, como te he dicho hasta el cansancio ya soy un adulto.

-Si me demostraras que puedes cuidarte por tu cuenta podría dejar de preocuparme, pero ni siquiera me das esa tranquilidad- Shi Wudu también estaba molesto, su hermano menor se había dejado engatusar por un demonio.

Shi Qing Xuan rodó los ojos, sin que el mayor se diera cuenta, tenía ganas de encararlo pero He Xuan le había pedido que se tomara las cosas con calma así que soltó un largo suspiro.

-Bueno, podemos seguir jugando a la familia o puedes aprovechar de encargarme alguna misión, puedo hacerme cargo de las estatuas rotas, puedo buscar algún hechizo de protección para que el reverendo de palabras vacías se mantenga alejado tuyo o si no quieres lidiar conmigo simplemente me iré.

-Hay algo...- dijo Shi Wudu con una expresión cansada, le extendió un pergamino y Shi Qing Xuan lo miró curioso –Es un inventario, son los tesoros que están bajo mi dominio, necesito que revises que está todo en orden y si hay algo fuera del inventario agregarlo a la lista...

-Que aburrido... ¿Qué harás con esto?- preguntó el maestro del viento con poco interés.

-Lo... Donaremos a los necesitados- Shi Wudu contestó con dolor en su pecho, sus preciosos tesoros... Tenía que desprenderse de ellos por culpa del maldito He Xuan.

Shi Qing Xuan dejó caer el pergamino y se apresuró a tomar la temperatura de la frente de su hermano, lo obligó a sentarse y le trajo un vaso con agua, definitivamente tenía que estar enfermo, no encontraba otra explicación para que el codicioso de su hermano hiciera una locura como esa.

Mientras el maestro del agua se quejaba por ser tratado como un enfermo uno de sus subalternos se presentó para darle una noticia.

-Su petición ha sido aceptada por Mu Qing y Feng Xin, recibirán a uno de sus subalternos cuando usted lo estime conveniente.

-¿Por qué enviarás a tus subalternos con ellos?- Shi Qing Xuan preguntó aún más confundido.

-Mis subalternos son demasiado blandos, tienen cosa que aprender de un par de dioses marciales y ellos han aceptado mi solicitud- esta vez se dirigió a al mensajero –Asegúrate de darles las gracias y llevarles regalos.

El sujeto asintió y se retiró, los hermanos siguieron charlando de estos nuevos planes del maestro del agua pero lo más importante allí era que He Xuan podría pagar una parte importante de su deuda, poniendo clones en las filas de ese par de dioses y de esa forma mantener información privilegiada.

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Comentario de la autora~

Esta vez no hay dibujito, siéntanse agradecidos de que actualicé porque la flojera casi me gana

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