Me gustaría decir que te dejé de odiar, pero no es así.
Odio tu cabello, que tiene el mismo color que tus ojos. Odio tu estúpido buzo, que te queda tan perfecto. Odio que te preocupes por las personas, a veces deberías ser más egoísta. Odio que digas mí nombre, que suena como una melodía cuando sale de tus labios.
Pero lo que más odio es que pese a todo, no puedo odiarte.
Seguiste hablándome, como si nada hubiera pasado.
Tal vez te arrepentirse de haber actuado así. O solo es por lástima.
Cómo sea, estoy feliz, y también Willow y Augustus, que ahora quiere que le digan Gus.
Porfin almorcé con alguien, después de días.
No le contaste a tus amigos la verdadera razón por la cuál me ignorabas. Lo sé porque no hablaron del tema, como normalmente harían.
No me molesta, así no tendré que dar explicaciones.
