Capítulo 5

389 63 40
                                    

Tal y como SeHun demoró cinco minutos en llamar a BaekHyun, decidieron que iban a esperar cinco días para tener su primera cita.

SeHun estaba entre emocionado y asustado.

Era miércoles y aún no se lo había cruzado en todos esos días. Se había encargado de arreglarse bien guapo cada mañana para llevar a HaeSun a la escuela, por si de casualidad se lo cruzaba, pero no sucedió nada. También se había asegurado de arreglar su cabello en el espejo del coche antes de bajarse para subir las escaleras, no vaya a ser que se lo cruzara en las escaleras por mera casualidad; obviamente quería dar su mejor impresión.

No se topó con él.

Ya para el jueves, SeHun estaba más que frustrado. Esa mañana tenía franco así que no debía arreglarse para ir al trabajo y, como era obvio que ya no iba a cruzarse a BaekHyun, salió a llevar a HaeSun a clases prácticamente en pantalones de pijama negros y un canguro rojo y gigante que lo hacía ver pequeño incluso a pesar de su altura. Su cabello azabache estaba al borde del desastre, y podría decirse que prácticamente traía la almohada pegada a la cara.

Y, obviamente, esa mañana tenía que cruzarse a BaekHyun, porque sino su vida no tendría ninguna clase de emoción y jamás cargaría con arrepentimientos.

Estaba por bajar las escaleras del piso de BaekHyun hacia la primera planta, cuando escuchó el ruido de la puerta abrirse justo cuando pasaban por delante de esta y...

—Buen día. —La voz de BaekHyun sonaba como que estaba sonriendo, y sí, al voltearse aún con HaeSun tomándole la mano, SeHun comprobó que el hombre sonreía como si se hubiera ganado la lotería.

Puede que así fuera, pero SeHun a veces era lento para darse cuenta de las cosas.

Usó a HaeSun como escudo y comenzó a retroceder de espaldas al rellano de las escaleras.

—B-buen día —tartamudeó, nervioso.

—¡BaekHyun oppa! —exclamó HaeSun, soltándose de su agarre para correr hacia el hombre, ya que algo más la había cautivado—. ¿Un cachorrito? ¿Es tuyo? ¿Cómo se llama? ¿Lo puedo tocar?

La risa de BaekHyun inundó el pasillo —y el corazón de SeHun— y asintió, plantando una rodilla en el suelo para quedar a la altura de HaeSun y enseñarle un pequeño cachorrito negro acurrucado entre sus brazos. 

—No es mío, lo estoy cuidando para un amigo por todo el día. Es bonito, ¿no es así?

—¡Es hermoso!

—Puedes hacerle cariñito si quieres.

SeHun se acercó pero observó desde una distancia prudente, la similitud entre BaekHyun y el cachorrito, así como con HaeSun. BaekHyun sonreía cálidamente a HaeSun y sus ojos parecían brillar tanto como sus dientes blancos. Ellos se veían tan hermosos juntos, y era como si estuviera observando una fotografía de una familia feliz: con solo mirar la escena, uno podía hasta contagiarse una carcajada por las buenas vibras que emanaban. El aura de felicidad que los rodeaba a ellos dos y al cachorrito lo hizo sentirse extrañamente cálido, y se mordió el interior de la mejilla para controlar las ganas de llorar de alegría. 

Hacía mucho tiempo que SeHun no se sentía de esta forma, no tenía palabras exactas para describirlo, pero era tan... correcto. Como si la vida hubiera puesto miles de obstáculos delante suyo solo para que más adelante tuviera un terreno plano para desplazarse a gusto.

Tomó su teléfono y les tomó una foto, sin poder evitarlo. Y definitivamente se rió un poco cuando las mejillas de BaekHyun se colorearon al darse cuenta que él les estaba tomando una foto, pero terminó sonriendo aún más amplio y su rostro brilló todavía más.

There is no place like home ❀ BaekHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora