Capítulo 8

325 47 14
                                    

Tal vez, en el fondo, SeHun había creído que integrar a BaekHyun a su vida con HaeSun, a las rutinas de los dos, o peor, a sus pensamientos, iba a ser algo raro. Muchísimos escenarios negativos acerca de aquella situación pasaron por su cabeza, y creyó que alguno de ellos se volvería realidad. Sin embargo, había estado demasiado equivocado.

BaekHyun era todo lo que él podría haber pedido para su vida, y más. Quizás no era lo que había esperado, pues nunca creyó que la persona ideal vendría en ese tipo de envoltorio varonil y atractivo, pero en verdad aquello no importaba; BaekHyun era mucho mejor de lo que había imaginado.

No sucedió de repente, pues su integración fue progresiva, pero antes de darse cuenta, ellos dos estaban pasando tiempo juntos casi todos los días; iban al parque con HaeSun, se quedaban en alguno de sus departamentos a mirar películas, salían a cenar juntos y compartían millares de besos a los que cada día SeHun se hacía más y más adicto.

Realmente no había nada que le gustara más a SeHun que pasar tiempo con HaeSun y BaekHyun. Se sentía pleno, como si no faltara nada en su vida; él estaba en la cima del mundo, con una situación estable, estómagos llenos de comida calentita y deliciosa que BaekHyun les preparaba, y un hogar lleno de amor y risas.

No podía pedir nada más. Se sentía la persona más afortunada del universo.

Prácticamente era costumbre luego de casi un mes de novios que BaekHyun se quedara durante las noches de los miércoles a mirar películas hasta altas horas de la noche, ya que SeHun no trabajaba los jueves y el restaurante no estaba demasiado agitado en la semana. Así que, ahí estaban: los tres juntos dándose una panzada de palomitas de maíz caseras y una maratón de Harry Potter, las películas favoritas de HaeSun; quien se encontraba sentada en el suelo rodeada de sus muñecos gigantes, mientras que SeHun y BaekHyun estaban acurrucados cómodamente en el sofá.

—Creo que ya es hora de dormir, calabacita —le dijo SeHun a su pequeña a la tercera vez que la vio cabecear debido al sueño—. Anda, ve a cepillarte los dientes y a la cama.

—¡Pero aún no terminó la película! ¡No sé qué pasará con Harry!

SeHun sonrió por la exageración de su pequeña.

—La viste veinte veces.

—¡No importa! ¡Quiero verla una vez más! Por favor, papá, déjame...

—Deberías hacerle caso a tu papá, pequeña. Él lo dice por tu bien. Mañana puedo subir y la seguimos viendo juntos, ¿qué dices?

La carita de HaeSun cambió de molestia a pura felicidad en un segundo. SeHun se sorprendió, pero al mismo tiempo entendió que ella se había quejado a propósito, porque quería verla con BaekHyun.

Qué astuta que era.

—¡Genial! ¡Entonces es una promesa! —Las mejillas de HaeSun se habían vuelto rojas de felicidad. Se tiró sobre el sofá y les dio un beso en la mejilla a cada uno, para luego llevarse sus muñecos de la mano por el pasillo—. ¡Hasta mañana!

Riendo un poco ante aquella escena, ambos hombres escucharon cómo la puerta de la habitación de HaeSun se cerraba tras haberse ido a cepillar los dientes.

—Creo que ella te prefiere —admitió SeHun, incapaz de contener la sonrisa que amenazaba con llegar hasta sus orejas—. Aunque, ¿quién no te preferiría? —añadió mientras giraba en el sofá para encarar a su novio.

—Soy increíble, lo sé —respondió BaekHyun con una de esas sonrisas presumidas y bromistas que a SeHun le encantaban—. ¿Hay algún tipo de premio por ser el favorito?

—Quizás. —Antes de ser siquiera consciente del impulso que lo llevaba, SeHun se movió en el sofá y pronto estuvo sentado en el regazo de BaekHyun, con ambas rodillas a los lados de sus caderas—. Hay varios premios, en realidad, ¿quieres que te diga cuáles son y eliges uno?

There is no place like home ❀ BaekHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora