Imparable (borrador)

CHAPITRE NEUF

Emma Blossom

Jueves.

El día después del escándalo que provoqué.

Seguro encontraré un escudo para protegerme. Siempre lo hago.

Otra vez, ocurrió de nuevo.

Perdí el control y mi mente se tiñó de rojo. No de blanco ni de negro, como las personas normales. Rojo. Sangre. Matar.

Eso era lo único en lo que podía pensar cuando Christopher se negó a hacer lo que quería.

Es completamente su culpa.

No seré expulsada porque Willhem y Evelyn no lo permitirían.

¿Por qué no pagaste para borrar los rumores en lugar de causar todo este escándalo?

No lo sé, quería causar un problema.

¿Y que pasó con lo de Emily?

No lo sé. Me quedé dormida. Lo resolveré más tarde. Estoy negada a creer que ella me traicionó. Debe haber alguna explicación.

Me visto con calma y, antes de abrir la puerta, me detengo. No quiero ir.

Suelto un suspiro y salgo del departamento. Bajo por las escaleras.

¿Escaleras? ¿Desde cuándo usas escaleras?

Debo hacer esto lo más prolongado posible.

Ya afuera, me dirijo lentamente a mi auto y conduzco hasta la universidad.

Dentro del estacionamiento, un guardia me impide avanzar.

Gruño, golpeo la cabeza contra el respaldo y acelero hacia un costado para no pasarlo por encima.

Aunque eso no me molestaría.

Al pasar junto a él, le muestro el dedo medio y estaciono en mi lugar habitual.

Apenas bajo, el guardia se acerca y me observa seriamente antes de hacerme una señal para que lo siga.

— ¿Por qué no me hablas? No es que quiera entablar una conversación contigo, pero es... extraño. ¿Eres sordo?-—pregunto, fingiendo ser una inocente chica.

— No, simplemente me dijeron que no debo hablar contigo.— responde con los ojos entonados. Incluso atisbé un gesto tenso en el y reí por eso.

— ¿Qué? ¿No debes hablarme? ¿Como si estuvieras escoltando a una prisionera de alto riesgo?— inquiero, burlándome.

Niega con la cabeza.

Al entrar al edificio principal, todas las miradas se dirigen hacia mí.

Sonrío internamente por eso.

Camino con la cabeza en alto, sin dignarme a mirar a nadie, hasta la oficina de la directora. Dentro, me hicieron sentar junto a mis padres.

Willhem Blossom y Evelyn Martinelli. Un matrimonio por conveniencia que terminó siendo un desastre en Francia, pero en fin.

Al menos tienes padres presentes.