𝕯𝖊𝖎𝖙𝖎𝖊𝖘 𝕬𝖙 𝖂𝖆𝖗 -𝕹𝖆𝖒𝖌𝖎-

𝔄𝔩𝔣𝔞 𝔶 𝔬𝔪𝔢𝔤𝔞

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Jimin observó todo el caos que se había formado, agradecía que Yesung no estuviera en ese momento, se encontraba en el otro lado del mundo asegurándose de que todo estuviera en orden, había perdido contra el en piedra, papel y tijeras agradecía eso, ya que si no se encargaría del asunto por si mismo.

Observó a la deidad del destino, Minho, estaba a su lado observando todo.

–¿Por qué los has unido?.– Murmuró volviendo su vista al castillo.

–Gracias a Yesung los angeles se han vuelto muy prepotentes, el rey Kim nos trata a mí y a la deidad del tiempo como si fuéramos esclavos tuyos y de Yesung. Tenía que darle una lección para que cambiara el y su reino. A demás, se ven muy lindos juntos hice una linda pareja.

–No lo negaré, es una linda pareja una que causará el primer conflicto más grande desde la desaparición de los humanos.– Apoyo mientras se levantaba.

–No es tan malo, cambiarán las cosas para bien.

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Namjoon se sentía cansado, física y mentalmente, el entrenamiento del que había hablado el rey Min era demaciado cansado. Entrenar su mente para poder manipular su magia era algo un poco difícil. Aunque para ser la primera semana que pasaba entrenando iba muy bien, según los hechiceros y su bonito omega.

Ahora que vivían en el mismo lugar comenzaba a conocer más al lindo demonio, era demaciado inteligente y lo que más le encantó era la manera en que se llevaba con sus súbditos, si. Duda su mamá no se había equivocado en decir que el omega era muy bondadoso.

Los ataques al reino cesaron por el momento, Namjoon sabía que su padre estaba ideando un plan para atacar, por eso nadie dejaba de estar alerta.
Había conocido mejor a la familia de su omega. Cómo a las trillizas Min, Yoonji, Somin y MyeRul.
Apesar de ser omegas lo amenazaron su llegaba a romper el corazón de su hermano irían por el y lo castrarian, Namjoon sintió escalofríos al ver las miradas serías de las trillizas no estaban bromeando.

Había visto a su omega entrenar y fue lo más hermoso y sexy que había visto, era un omega ejemplar con buenas habilidades.

–Hoy no habrá entrenamiento príncipe Namjoon.– La voz de Yoongi le hizo salir de sus pensamientos.

–Ya lo se... ¿Por qué sigues hablándome tan formal? Ya te había dicho que quería que me llamaras Namjoon.– Las mejillas de Yoongi se pusieron de un color cereza.

–Me acostumbré a llamarte así.

–A demás, seré tu alfa tienes la libertad de llamarme como quieras.

–No veo una marca en mi cuello donde diga que soy su omega– Namjoon sonrió en cuanto acorralaba al demonio contra la pared del pasillo.

–Cuando quieras puedes tenerla.– Murmuró muy cerca del rostro de Min.

–¿Que tal ahora?.– Ronroneo el omega.

Los ojos se Namjoon se abrieron como platos en definitiva no esperaba esa respuesta, pero cuando miles de feromonas comenzaron a esparcirse en el aire y los ojos grisáceos del omega se volvieron violeta el cuerpo de Namjoon tembló con anticipación.

Su omega estaba en celo.

–¡Príncipe Min tiene que tomar otr-...– Seokjin los observó estático mientras sus mejillas se sonrojaba.