Clase IV: Magno-Kryptonita

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🌐 National City, Estados Unidos. 1:45 PM.

Dos semanas

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Dos semanas. Y esto parecía ser un infierno. De todo lo que esperé si alguna vez llegaba a confesarle mis sentimientos a Lena, lo último en la lista era un silencio ensordecedor del tamaño de Roma. Estaba desesperada. Quería estar bien con ella y no sabía cómo solucionar aquella situación. Y no sabía cómo hacerlo porque Lena no era la clase de ser humano ordinario que te ignoraba y pretendía que tu existencia era sin importancia cuando "peleaban", no, la pelinegra no me estaba ignorando, pero tampoco parecía hablarme con nuestra usual normalidad. Y hoy se cumplían dos semanas de estar en una situación que era terriblemente incómoda.

Desde el día que hallamos la kriptonita blanca, Lena se dedicaba a hablarme y pasarme información sobre las piedras que hemos encontrado con aquel increíble profesionalismo que me encantaba, sin embargo, cuando se trataba de hablar de sentimientos o decirme qué sentía sobre nuestro beso, era absoluto silencio. Cada vez que intento hablar de eso, o bien dice que debe irse y sale corriendo para no comentarlo, o cambia de tema hablando de trabajo o noticias de National City sin relevancia.

Pero hoy, hoy era el día que eso cambiaría. Hablaría con ella así sea lo último que haga en esta tierra.

—No lo sé, Alex. No me ha comentado nada de eso —de fondo, escuché la voz de la novia de mi hermana hablar.

—Siento que es una reacción muy inmadura de su parte —comentó Alex con desinterés, luego tomó su botella de cerveza y le dio un trago.

—¿Lo crees? Yo creo que es normal, Lena no está acostumbrada a tener gente interesada en ella. Y puedes imaginar que se sienta aterrada de que la persona que muestre ese interés sea una de las más cercanas a ella —Sam habló recostando su cabeza en el hombro de la pelirroja.

—¿Por qué debería darle tanta importancia a eso? —preguntó Alex la misma duda que yo tenía cuando Sam dijo aquello.

—¿Preguntas en serio, amor? —cuestionó incrédula. —Si Kara muestra interés en ella, Lena le da una oportunidad y las cosas no funcionan, no solo perderá alguien románticamente hablando. Lena perderá a la única persona en la que confía ciegamente, sabes que nunca se abre con nadie y milagrosamente, Kara rompió esa barrera, perderla no solo significaría perder un amor, sería también perder una enorme parte de ella.

Bueno, eso es cierto. Sam tiene razón cuando dice que para Lena es más complicado. La pelinegra podría contar con los dedos de una mano las personas en las que confía y tienen su cariño. Me atrevería a decir que solo somos Sam y yo. Si me pierde, prácticamente perdería a una de las únicas personas con las que puede ser ella libremente. En cambio yo... si yo la pierdo a ella, tengo a mi lado un enorme sistema de apoyo que no me dejaría hundirme en mi propia miseria. Y aunque entiendo el punto, no puedo evitar sentirme molesta por el pesimismo. Claro, el futuro es algo incierto y nadie tiene control de él, pero tampoco veo la razón de adelantarnos a los hechos. Es decir, ni siquiera sabía si ella se sentía igual que yo y de repente, Sam dice que ya nos imagina rompiendo y hundidas en la depresión porque no funcionamos.

SI AMARTE FUERA KRIPTONITA | SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora