Dragon's bloodline

Capítulo 115. Tontos.

A pesar de ser invierno, Ria todavía se despertaba antes del amanecer y, viendo a Serge aún dormido, rápidamente se cambió de ropa.

Ella salió al jardín y sacó a Nagasone Kotetsu.

Era hora de que nunca cambiara el entrenamiento de la mañana. Cada vez que balanceaba su katana, se podía escuchar el sonido del aire que se escindía.

Ella siguió el formulario. Una y otra vez, ella siguió lentamente la imagen ideal en su mente.

Sintiendo a alguien, ella apuntó su katana hacia ellos. Kikuchi había estado mirando a Ria desde la terraza.

"Parece que realmente eres Tamura. ¿Quieres un compañero de entrenamiento?

"Estoy agradecido por la oferta, pero..."

Ria tomó un guijarro al azar y lo aplastó con los dedos.

"Soy más inhumano que antes, así que tendré que pasar".

"¿Fue eso magia ahora?"

"No, era solo mi fuerza de agarre". Incluso podría aplastar un diamante".

"Sí, eso es inhumano..."

Cuando Kikuchi salió al jardín, comenzaron a hablar sobre artes marciales. Lo que Kikuchi quería saber era si las artes marciales eran útiles en ese mundo.

"Sí. Más bien, incluso fueron útiles en la vida cotidiana. Hubo muchas veces que cabalgué a caballo en la guerra".

"Guerra, eh... ¿Mataste mucho?"

"Por asesinatos directos... ¿alrededor de trescientas personas? Bueno, mucho más si incluyes las lanzas que hice".

"¿Qué pasa con el tiro con arco? Sin embargo, la mayoría de las bajas debieron haber sucedido durante la batalla. Ahora que lo pienso, ¿no hubo armas?

"Los arcos no se usan mucho contra otros humanos. La magia es más precisa y se puede usar a distancias más largas. En cuanto a las armas... en realidad no, pero de nuevo, la magia se usa casi de la misma manera".

"¿Puedes usar magia también?"

"Sí. Me gusta esto."

En ese momento, Ria ascendió al aire. Lentamente, aterrizó inmediatamente al lado de Kikuchi.

Estaba tan sorprendido que su mandíbula se abrió.

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"Tamura-san, el desayuno está listo. Por favor traiga a su amigo también".

Al oír a la doncella llamar, ella pateó a Serge para despertarlo, hizo que se cambiara y se dirigió a la habitación. Los dos se sentaron como si fueran a ser entrevistados.

"Oooh, ¡comida japonesa por primera vez en mucho tiempo!"

Con los ojos brillantes, Serge miró la comida como para tragarse todo.

"Bueno, ahora, Tamura... no, esa forma de llamarte no te hace sentir bien, ¿verdad?"

"Por favor, llámame Ria. Ya estoy acostumbrado a eso".

"Entonces, Ria-san. Anoche, se acordó que la gente se reuniría para una reunión".

Aunque para ser precisos, había tenido conferencias todos los días desde la proclamación del Rey Demonio.

"A decir verdad, son un grupo que mantiene al país en movimiento. Yo también iré".

"Entendido. ¿Cuánto tiempo hasta entonces?