Déjate amar - TodoDeku [En Hiatus]

Capítulo II.

- Shou-chan! Aquí! - habló el peliverde sacudiendo su brazo, él sonrió, amaba oír a su pequeño llamarlo por ese infantil apodo.

- Mueve el culo Deku, ya te dije que dejes de sentarte en mi lugar -

- Oh vamos Kacchan, solo un rato más, el sensei ni siquiera llegó aún -

- Mueve el culo de mi silla ahora mismo o -

- O qué Kacchan? Qué me vas a hacer si no me muevo de aquí? - preguntó coqueto, asqueando al bicolor.

- Mira pequeño pedazo de mierda - gruñó el rubio tomando con fuerza el mentón del pecoso - Si no te vas ahora mismo, voy a abrirte el culo, pero no como a ti te gusta, zorra mal hecha -

- Oh vamos Kacchan, no me andes antojando -

- Tsk, muévete -

- Pero Ochan está sentada en mi lugar -

- Y eso es mi maldita culpa? -

- Pues no... -

- Entonces vete -

- Tengo una idea, te dejo que te sientes, pero tú me sirves se silla -

- Si no te vas te voy a partir una silla en la cara Deku -

- Hola Ochako - saludó el bicolor ignorando los intentos de coqueteo de su mejor amigo hacia el rubio, pues hace mucho tiempo intentaba acostarse con él, pero la respuesta era siempre la misma: "no".

- Oh... Shou-chan puedo sentarme contigo? Kacchan no me deja sentarme en él -

- Puedo dejarte mi silla - ofreció levantándose.

- Oh, gracias Shou-chan! Eres tan dulce - agradeció, dejando un beso en la mejilla del más alto, mientras caminaba a sentarse.

- Bastardo, quita esa asquerosa cara - regañó el rubio, viendo el sonrojo en las mejillas del heterocromático.

- Es la única que tengo Bakugo - resopló, apoyado sobre el pupitre.

- Shouto! Hoy vamos a ir al cine - dijo con una sonrisa la castaña, jamás le preguntaban al bicolor si quería ir, pues su respuesta sería "no".

- No puedo -

- Vamos Shou-chan, será divertido -

- Bueno - aceptó sin cambiar su expresión.

- A sus lugares mocosos - ordenó el profesor, entrando al salón.

- Nos vemos en el receso - dijo la castaña, caminando a su lugar, junto a su mayor "amiga con derechos", Tsuyu.

- Gracias por prestarme tu lugar Shou-chan, siempre tan dulce - sonrió acariciando su rostro, para luego sentarse en el banco de al lado, dónde su amiga estuvo hace un momento.