capítulo #3

236 21 0
                                    

Intento dormir durante la noche,  pero no puedo, mis pensamientos se dirigen a la chica que duerme en la otra habitación.

Hana...

Algo me dice que ese no es su verdadero nombre¿Cuál será su historia?  No sé porque ella atrajo mi atención ¿Ayudar personas sin hogar? Lo cierto es que no soy compasivo, he visto tantas cosas que dudo hasta de mi propia sombra. Entonces ¿Que tiene ella que me motivo ayudarla?

Su piel... Es tan blanca, sus labios a pesar de estar agrietados, se ven apetecibles, su cabello, su voz... sus malditos ojos... Comienzo a excitarme y maldigo.

Suelto un gemido de frustración, me levanto intentando calmarme pero es imposible, así que me apoyo contra la pared y comienzo a masturbarme, cierro mis ojos concentrando en la imagen que tengo de ella, imaginando su mano tocandome, suelto gemidos a medida que acelero los movimientos.

Suelto un rugido al momento que me vengo y mi respiración es acelerada... Un movimiento de reojo me hace voltear y me tenso a ver a Hana sin palabras en el umbral de mi puerta, sus mejillas que se veían pálidas, ahora están sonrojadas, confirmando que me vio masturbandome.

__Yo... Lo siento, estaba buscando la puerta del baño y lo siento... no quería interrumpirte --dice tartamudeando.

Cosa que me parece adorable.

__No interrumpiste, ya acabe, el baño queda a la derecha, en el último pasillo.

Ella desvía la mirada avergonzada.

__Entonces me iré --Me dice antes de apresurarse a salir como alma que lleva el diablo.

Suelto una risa, vaya imagen se llevó de mi. Me limpio en mi baño y salgo a preparar algo de té y tomarme una pastilla para dormir.

Llegó a la cocina y monto el agua, busco en los cajones mis pastillas y al voltearme, veo de nuevo a Hana observandome con timidez.

__¿Necesitas algo? --Le pregunto sin dejar de preparar el té.

__¿Esas son pastillas para dormir? Es que me está costando hacerlo.

Ella se abraza a si misma como si tuviera mucho frío, veo que tomo una de mis camisas para cambiarse y verla con mi ropa me hace sentir satisfecho por alguna razón.

__No es bueno depender de pastillas para dormir, mejor ven y toma un poco de té.

Le sirvo en una taza y se lo dejo en la mesa, ella se acerca tímidamente y se sienta, con sus pálidas manos toma la taza y da un sorbo.

__Caliente --Exclama y veo que seca su lengua.

Me río y tomo mi pastilla.

__Tomalo con calma --toco su mejilla con la punta de mi dedo.

Ella me mira.

__Dijiste que no es bueno depender de pastillas para dormir ¿Por qué las tomas?

Su pregunta me deja en blanco por un momento, pienso lo que voy a decir y me siento en la mesa también.

__A veces me cuesta dormir...

Ella aprieta su taza con fuerza y se queda viendo el líquido verdoso.

__Algunos recuerdos son muy dolorosos ¿Verdad? --Me dice con voz apagada.

La miro con mayor intensidad evaluandola, decido dejar el tema y cambio de conversación.

__¿Como te sientes? ¿Tienes sueño?

Sus ojeras no me gustan, quiero que desaparezcan de su hermoso rostro.

__Si... Tengo sueño pero mi cuerpo se niega a dormir.

Suelto un suspiro y desvío la mirada.

__Es normal, estás en una casa desconocida con alguien que acabas de conocer --Y eso sin contar que ya me vio masturbandome.

__De hecho, usted me hace sentir segura.

La veo directamente a sus ojos y muestran sinceridad.

__¿Usted? No soy tan viejo, por cierto ¿Cuántos años tienes?

__22 años --responde tranquila y casi hace que escupa el té que estaba tomando.

¿¡22!? Es decir que le llevo 13 años.

__Entiendo que me consideres un viejo comparado contigo, pero prefiero que te dirigas a mi por mi nombre, me llamó Ivam. Y tú bebé ¿Como se llama?

Su rostro cambia de expresión ¿No le gusta que hablemos de su hijo?

__Johan...

__Johan... Hermoso nombre.

Al ver que termino su té, me acerco a quitarle la taza y ella me sorprende agarrándome la muñeca.

__Yo... Si no es mucho pedir... Yo... --su voz aún suena carrasposa y evita mirarme.

Dejo la taza en la mesa y con mis manos le sujeto con cuidado su rostro para que me mire, ella no deja ir mi muñeca.

__Mirame... --Le digo con voz suave, no quiero que me tema ni se sienta cohibida.

Ella aspira con fuerza y me mira sin titubear.

__¿Podemos dormir contigo? Mi bebé y yo, es que...

Le cubro su boca con mis dedos.

__No tienes que pedimerlo, claro que puedes.

Mierda, si fuera por mí, podríamos hacer mucho más que dormir.

Una vez más, ella me sorprende mostrando la sonrisa más sincera que le he visto hasta ahora.

__Gracias Ivam...

Cuando intento sujetarle la mano con la que ella me  aferra la muñeca, es que me percato de algo, sus muñecas están marcadas, y no son de cortaduras provocadas, estas son marcas de cuerdas.

***

Desconocido

Mierda, mierda, mierda... Ha pasado tanto tiempo y aún esos ineptos no logran dar con Ángela, jamás pensé que se atrevería escapar. Cuando la consiga, la mantendré encerrada a 10 metros bajo el suelo.

Me acerco al armario y cojo uno de sus vestidos, cierro los ojos y aspiro su olor, mi Ángela ¿Dónde estás? ¿Por qué elegistes el hijo de esa puta antes que a mi? ¿Quieres volverme loco? ¿Más de lo que ya estoy por ti?

Unos toques en la puerta y entra uno de mis empleados.

__Señor cómo lo ordeno, trajimos a varias chicas que se asemejan a lo que nos pidió.

Sigo sosteniendo el vestido de Ángela, me hace sentir cerca de ella.

__Bien, ya sabes lo que tienes que hacer. Llévalas al cuarto de tortura y que se vistan como Ángela. En un momento bajo.

__Como ordene señor.

Vuelvo a dejar el vestido favorito de Ángela en el armario con cuidado, no quiero que pierda su esencia, me coloco mis guantes como siempre y me preparo para disfrutar de mi pasatiempo favorito.

No te Dejaré  #2 (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora