Desde que Shuuyin le había comunicado a la princesa sobre la posibilidad de ser un general en el ejercito de Kou, está se mantenía constantemente entrenando en cada oportunidad que tenía libre de sus lecciones y tutorias diarias, manisfestando, para la sorpresa de ambos sirvientes, una gran fuerza y destreza para su edad, más aun teniendo en cuenta que esta no llevaba más de 3 meses entrenando con la espada, aun así, desde la perspectiva de la joven princesa no había ninguna mejora significativa, lo que por consiguiente la frustraba más y más aun si sus devotos cuidadores le aseguraban qué mejoraba cada ves más.
La chica podía pasar horas y horas entrenándose en el jardín, realizando entrenamientos físicos, meditación y todo aquello que había leído en un libro que hablaba del tema, pero seguia sintiendo que nada servía o daba él resultado que ella esperaba, sin mencionar el que no hubiera nadie quien pudiese guiarla de manera efectiva en cuanto a su tecnica, ya que Shuuryu no sabía utilizar una espada y en su lugar utilizaba como herramienta de combate pequeñas y afiladas dagas, mientras Shuuyin era buenisima en el manejo del arco, por lo cual, era instruida por ellos en sus respectivos campos de especialización a pesar de que no fuera esto lo que buscaba Kouzume, pero ambos eran firmes en asegurarle que aquello también le ayudaría, ya sea en la puntería, destreza o equilibrio en batalla. Esto mantenía a Kouzume satisfecha pero no disminuía su frustración del todo.
- Si tan solo pudiera hablar con el hermano mayor Kouen, talves él podría enseñarme mejor sobre el manejo de la espada.- La pequeña chica suspiró por sexta ves esa tarde, mientras exteriorisaba sus pensamientos, frustrada hasta el cansancio de no ser capaz de ver avances en su rendimiento con la espada, sintiendo sus movimientos demasiado ligeros y elegantes como para ser los de un gran guerrero, muy al contrario de los que se veían en las ilustraciones del libro que Shuuryu y Shuuyin habían logrado tomar para ella a escondidas de la biblioteca del palacio. En aquel libro, se podía ver a poderosos guerreros, fornidos y fieros, portando sus respectivas armaduras de guerra y una gran espada o lanza empuñadas en sus robustas manos, mientras ella apenas y podia cerrar la mano en la gruesa empuñadura de su espada.
- Ja! Como si Kouen tuviera tiempo para malgastar con una bruja tonta como tú.- Y ahí estaba Judar como casi todas las tardes, justo sobre la cabeza de la pequeña chica, con la mejor de sus caras de suficiencia y burla. Y esque al parecer era su nueva rutina para el Magi pasar a burlarse de la niña cada ves que volvía de alguna misión o mandado de los "encapuchados", como solía llamarles Kouzume.
- Realmente no estoy de humor esta ves Judar...- La chica albina trató inutilmente de ignorarlo para concentrarse en los muñecos que Shuuryu meticulosamente había instalado para sus entremientos, lo mejor, sabía ella, era no caer en las provocaciones de su amigo Magi, ya que bien podía ser su peor enemigo cuando se proponía sacarla de sus casillas.
- Con esa técnica tan pobre en la espada jamás serás un general.- Sonrio risueño el palido chiquillo, mientras la miraba de reojo, viendo que la niña lo ignoraba siguiendo con sus actividades.- Seguro acabaras casandote con algun tipo feo, tonto y probablemente gordo de alguna nación lejana, al igual que las brujas horrendas que tienes por hermanas.- Y volvió a arremeter con sus provocaciones, esta ves picando justo donde sabía más le dolia a la niña, ya que ella para bien o para mal, acostumbraba desde que se volvieron más cercanos, contarle todo al pequeño Magi, en especial sus preocupaciones con respecto a su futuro en el palacio.
ESTÁS LEYENDO
《La novena princesa.❄️》●《Magi: The labyrinth of magic》●[JudarxOc]●
De Todo☆☆☆☆☆☆EN EDICIÓN☆☆☆☆☆☆☆ Ren Kouzume es la novena princesa del imperio Kou y vive tranquila dentro del hermoso palacio siendo cuidada por sus dos amorosos sirvientes, pero conforme los años pasan, no es sólo ella quien crece, sino también la necesida...