Casi tres años habían pasado desde que la princesa Kouzume conoció al cuarto príncipe, Ren Hakuryuu. Desde ese tiempo, ambos compartían bastante tiempo juntos entrenando varias veces a la semana, cada uno para cumplir sus propias aspiraciones, que si bien Hakuryuu aun seguía sin revelar del todo, para la princesa esto no representaba un problema ya que podía imaginar, desde que vio su mirada de determinación hace casi tres años, que su objetivo iba mucho más allá de solo defender a su hermana en caso de ser necesario, sino que parecía como si peleara contra algo o alguien, lo que la preocupaba a veces, pero prefería brindarle su espacio y que fuera el mismo quien decidiera o no contarle todo lo que albergaba en su corazón. Los entrenamientos que ambos mantenían generalmente se llevaban a cabo en el jardín del ala sur, ya que Kouzume había pedido que fuera de esa manera a Hakuryuu debido a que solo estaban al tanto de su entrenamiento con la espada sus dos sirvientes, él y Judar, por lo cuál debían mantener cuidado al momento de entrenar para no se vistos por nadie más.
El día estaba especialmente caluroso y el sol pegaba demasiado fuerte incluso para ser verano, ya que en Kou no se acostumbraba tener un clima tan intenso en ninguna de las estaciones, pero ese día hasta el viento que soplaba era caliente, lo cual traía a la princesa Kouzume de un muy notorio mal humor, eso sumándole a su enojo con Judar, con el cual no hablaba hace varios días luego de tener una discusión. El mal humor de la joven practicamente salía por cada uno de sus poros, mientras cortaba con extremada fuerza y precisión cada muñeco de entrenamiento, sorprendiendo a Hakuryuu como siempre lograba hacer cuando demostraba la fuerza sobrehumana que poseía, además de esa agilidad, flexibilidad y rapidez dignas de una bestia más que de una princesa. El príncipe Hakuryuu de ahora nueve años miraba detenidamente cada movimiento de la jovencita a unos metros de él que sudaba a mares luego de llevar entrenando durante casi dos horas seguidas sin descanso, a pesar de que el chico le había pedido que se detuviera unos minutos para hidratarse y tomar un descanso a la sombra de los árboles, pero había siendo ignorado, por lo cual solo el se tomo unos minutos para sentarse bajo uno de los árboles y beber agua.
-Hey Haku-chan, tengamos un duelo con las espadas de madera, quiero probar algo esta vez.- Kouzume detuvo su entrenamiento y se acercó al muchachito que descansaba bajo el árbol mientras estiraba sus músculos ya acalambrado por el entrenamiento.
- Kouzume-onechan, será mejor que descanses primero, te ves realmente cansada y el sol esta demasiado fuerte hoy...- Hakuryuu se mostró preocupado por su prima, mientras observaba apariencia salvaje que tenía la chica, encontrandose su piel antes blanca de un brillante tono rosado, el sudor le pegaba la ropa al cuerpo y su cabello antes atado en una coleta, ahora se encontraba suelto y desordenado, lo mismo que su flequillo, que se esparsia por su frente, pegandose a esta por el sudor del entrenamiento.
-¡Tonterías!, aun puedo entrenar por mucho tiempo más.- La joven simplemente le restó importancia a su propio cansancio y respiración pesada, mientras observaba al joven que le devolvía la mirada preocupado.
ESTÁS LEYENDO
《La novena princesa.❄️》●《Magi: The labyrinth of magic》●[JudarxOc]●
Random☆☆☆☆☆☆EN EDICIÓN☆☆☆☆☆☆☆ Ren Kouzume es la novena princesa del imperio Kou y vive tranquila dentro del hermoso palacio siendo cuidada por sus dos amorosos sirvientes, pero conforme los años pasan, no es sólo ella quien crece, sino también la necesida...