Our Little Love Story (Mina y Tú)

Capítulo 14

Narra ___.

Llegué al salón siendo recibida con burlas y comentarios idiotas que decidí ignorar pero, no fue suficiente con eso. Jungkook me entregó una nota que decía "¿Me invitarás a la boda?", la arrugué y la tiré al suelo con rabia.

Luego Momo le susurró algo a Jimin— Momo dice que si ¿puede ser tu dama de honor?— todos volvieron a reírse y yo los volví a ignorar.

Esos que creía que eran mis amigos, ahora incluyendo a Jimin, se pegaron a mí mientras tarareaban esa típica canción que ponen en todas las bodas- Supongo que sus padres ya te dieron su bendición, ¿verdad?— dijo Sana— No olvides invitarme a la boda— dejó un beso en mi mejilla y eso basto para que mi coraje se desatara contra ella.

Me levanté de mi lugar y la empujé hacia el suyo, luego de varios empujones más llegamos al escritorio del maestro, ahí la tiré al suelo y ya arriba de ella empecé a golpearla, los que nos miraban no tardaron en gritar "pelea".

— Fueron ustedes, ¿cierto?, ustedes le dijeron a Yoon Gi— dije entre cada golpe.

Sana se giró dejándome de bajo de ella y me soltó una bofetada— ¿Hasta ahora te das cuenta?, pues siendo más específica, fui yo, te lo mereces por cambiar a tus amigos por ella— me dio otro golpe justo en la nariz que me hizo sangrar, lo que la hizo preocuparse y dejar de golpearme— ¿___ estás bien?, lo siento de verdad...— la hice a un lado y me quedé sentada lejos de ella.

— ¿“Amigos”?, dime una sola vez que ustedes se hayan portado como verdaderos amigos, por su culpa me volví el hazme reír en la escuela y por su culpa ahora no me dejan estar cerca de Mina— los otros tres y Sana me miraron con sorpresa— Pues los felicito, lograron lo que querían, lo cierto es que ni ahora ni nunca ustedes fueron mis amigos y tampoco quiero estar cerca de ustedes

La maestra Hyuna entró al salón— ¡¿Qué sucede aquí?!, ¡se largan a sus asientos ahora y sacan su libro!— todos fuimos a sentarnos— Jajaja debería priorizarse más en aprender y mejorar en latín Kim ___— miré al frente y entendí la razón de su comentario.

En la pizarra habían escrito: "¿Cuándo es la boda amor mío?".

— Lo siento ___— dijo Sana.

La miré por un pequeño instante, luego Jimin puso un pañuelo en mi pupitre— Gracias— dije seria y sin mirarlo.

Las clases pasaron y como se dijo antes, no pude estar cerca de Mina.

Al salir de la escuela la lluvia se hizo presente sobre la ciudad y nuevamente papá no pudo venir a recogerme.

Lo cual fue bueno porque pude mandarle un mensaje a Mina para verla en el cementerio.

Apareció luego de un rato de espera, al verme me abrazó y empezó a llorar, cosa que yo no me permití ya que debía mantenerme fuerte por ambas.

Nos cubrí con mi saco y nos sentamos en la lápida.

— Hoy fue un día horrible, algunas chicas en el salón se rieron y dijeron cosas muy estúpidas sobre nosotras— la abracé y acaricié su mejilla quitándole las lágrimas que resbalaban por su mejilla— No sabes lo mucho que me dolió no poder tenerte cerca— pasó sus brazos alrededor de mi cintura sujetándome con fuerza.

— Ahora estoy contigo Minari y te prometo que no me voy a alejar de ti

Una hora, sólo una maldita hora tuve a su lado y me pareció nada y a la vez todo.

Agradecía con todo el corazón haber estado un rato con ella, la acompañé a su casa y de ahí fui a la mía, tomé una ducha y me acosté a pensar un momento, algo tenía qué hacer.

El enojo me consumía poco a poco y las ganas de llorar se reflejaron en mis ojos, cuando escuché que mi celular comenzó a sonar, era Sana.

— ¿Qué quieres?— dije con amargura.

— Podrías salir un momento... Hay algo que debo decirte— colgué y salí.

Estaban los cuatro parados como soldados frente a mi puerta, tenían los ojos completamente abiertos. Supongo que les sorprendió verme hecha un desastre física y emocionalmente.

Iba a hablar pero las palabras no me salieron.

Entonces se acercaron a abrazarme, mis piernas flaquearon en ese instante pero ellos no me dejaron caer— Lo siento, lo siento, lo siento— repetía Sana una y otra vez.

Me aferré a ellos y les pedí que no me soltaran.

Decían que el amor duele, no entendía como algo tan bello podía doler tanto hasta hacerte llorar.

Los invité a estar en mi habitación, ordenamos pizza y las cosas entre nosotros pudimos arreglarlas, claro, tuvieron que aceptar una muy buena propuesta mía como parte de una compensación.