Capítulo 2

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Sábado en la mañana, Yuri se dirigía hacia la oficina como de costumbre, trabajaba de lunes a sábado sin descanso y aún así se veía espectacular a comparación de sus compañeros que parecían que morirían en cualquier momento. Entro y saludo como de costumbre, camino a su oficina se encontró con un grupo de chicas alrededor de Sara mientras ella les platicaba lo que había ocurrido la noche anterior. En cuanto miraron a Yuri todas corrieron hacia él rodeándolo.

—Yuri...en nombre de todas te damos la gracias por salvar a Sara— dijo una chica pelirroja.

—No hay que agradecerme Mila...hice lo que cualquiera hubiera hecho— respondió avergonzado.

—No cualquiera...si hubiera sido un cualquiera se habría ido, pero tu eres un héroe— dijeron todas.

—Muchas gracias chicas...tengo que irme, tengo que entregarle algo al jefe y se me hace tarde— se despidió caminando hacia el elevador.

En el elevador se encontró con Otabek quien detuvo la puerta para que Yuri pudiera entrar, el rubio entró rápido y la puerta se cerró tras de él.

—Buenos días Director...— saludo Yuri amablemente.

—¿No te dije que no me hablaras con formalidades?— respondió cruzando los brazos.

—Bueno...estamos en la oficina así que prácticamente cuenta como vida laboral y le dije que no permito que mi vida personal la afecte Director— respondió con simpleza.

—Estaba a punto de ir a su oficina para entregarle el informe— agregó buscándolo en su mochila.

—Muchas gracias señor Plisetsky...me alegro que no hayas tenido problema con el trabajo— dijo recibiendo los documentos.

—Y yo me disculpo nuevamente por lo que sucedió ayer...¿Me dejaría invitarlo a desayunar como una forma de compensación?— a Otabek esto lo tomo por sorpresa y no pudo contestar de inmediato.

—Bueno no tengo el dinero suficiente como para comprar comida que usted debe de acostumbrar comer pero puedo ofrecerle la comida de la cafetería de la empresa— agrego un tanto divertido.

—Acepto...veámonos en el almuerzo entonces— respondió rápidamente, Yuri rio un poco y luego detuvo el elevador en el siguiente piso.

—Me alegro haberlo encontrado aquí, así me evito tener que subir a su oficina...nos vemos— salió del elevador caminando hacia su oficina.

Otabek lo miro con una sonrisa en el rostro mientras se alejaba caminando hasta que se cerraron las puertas del elevador. La mañana paso rápidamente sin ninguna complicación, solo unos minutos antes de que iniciara el almuerzo Yuri comenzó a sentirse extraño, su cuerpo se había acostumbrado a consumir sangre en un día determinado y ahora que no lo había hecho este comenzaba a cambiar. Los instintos de Yuri querían regresar y estaba seguro de que si no se controlaba se iba a lanzar contra alguien para saciar su sed, puso toda su fuerza de voluntad y salió al comedor.

En el pasillo se encontró a Otabek y ambos caminaron hacia la cafetería, Yuri compro 5 botellas de agua y lo que iba a almorzar, Otabek lo miro raro pero no dijo nada. Se sentaron en una mesa de la esquina y comenzaron a comer en silencio, Yuri bebió una de las botellas en menos de dos minutos dejando a Otabek muy sorprendido.  

—Vaya que tienes sed...— dijo impresionado al ver que abría la segunda botella.

—Bueno...no he tomado nada de agua desde ayer...— solo se excuso dándole otro trago.

A Yuri comenzaba a preocuparle tener tanta sed, era una señal de que debía de beber sangre de inmediato, esa era una de las partes que mas odiaba de si mismo. Continuaron hablando y Yuri evitaba no verse desesperado por saciar su sed, le era difícil pero debía de controlarse, así fue hasta que termino la hora del almuerzo.

Dark ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora