Capítulo 3

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── Tiene los síntomas de un resfriado común, tal y como lo sospechaste, pero la fiebre alta no se debe exactamente a eso, sino al comienzo de un celo. ──informó Junmyeon a Jongdae luego de revisar al Alfa y hacerle algunas preguntas. Entonces su mirada recayó en el pelirosa que tenía el ceño fruncido incrédulo ante la situación. ──Según mis cálculos llegará en aproximadamente dos horas, te dejaré un frasco de supresores que deberás tomar cada ocho horas si no quieres sufrir dolor, aunque todo sería más fácil si dejaras a tu compañero hacerse cargo.

Las palabras de Junmyeon se repetían en su cabeza mientras el rubio daba vueltas en la cama sin poder dormir sabiendo que su destinado estaba en celo justo en la habitación de al lado. En su momento la situación lo había sorprendido y estuvo expectante a la respuesta de su destinado con respecto a la sugerencia del doctor y al escucharla de alguna forma se sintió decepcionado. Era un error haber esperado algo distinto debido a que, a pesar de ser compañeros, apenas se conocían lo suficiente y el mayor seguramente se sentía ofuscado y tal vez un poco asustado por todo lo que estaba sucediendo como para pensar en ellos. Jongdae sabía que Minseok la estaba pasando mal y que la llegada de su celo constituía un problema sobre todo porque sus lobos estaban inquietos todo el tiempo, sabía que si no le ayudaba su animal estaría resentido por la ignorancia del humano hacia la necesidad de su pareja y le ocurriría lo mismo al pelirosa, pero no podía hacer nada si el propio Minseok no le daba su consentimiento.

Podía escuchar los gemidos del pelirosa mientras intentaba aliviar el calor que lo estaba abrumando, si se concentraba incluso podía sentir su respiración agitada y el latido acelerado de su corazón, pero lo que tenía a Jongdae realmente loco era escucharlo decir su nombre, llamarlo entra jadeos y gruñidos, mientras lloriqueaba por la ausencia de su destinado. Eso lo destrozaba, pero no había nada que pudiera hacer, porque si se dejaba guiar por su instinto y entraba en esa habitación, besaba esos dulces labios y fundía sus cuerpos, sus almas entrelazadas y sus lobos felices no eclipsarían el odio del chico al haberlo marcado y dejarse marcar cuando no estaban en sus cinco sentidos. No le quedaba de otra que ignorar los rasguños y aullidos de su lobo, e intentar descansar un poco porque tenía claro que no podría dormir, durante las 24 horas que duraba el celo del alfa no estaría en condiciones para tomar decisiones o hacer su trabajo por lo que Chanyeol le había dado el día libre.

Se removió un poco intentando volver a dormir, pero tenía una sensación en el pecho que no lo dejaba tranquilo, una fuerte presencia en la habitación le obligó a abrir los ojos conectándolos inmediatamente con otros rojos reflejando lujuria. Tragó saliva ante la cercanía del alfa, aprisionándolo bajo su cuerpo, estaba un poco ansioso por lo que haría ahora que lo tenía a su merced. ¿Cuándo había llegado a su habitación? ¿Cómo lo hizo? Miró por encima del hombro del pelirosa para encontrar el cerrojo de la puerta roto, ahora todo estaba más claro, su compañero sin dudas era fuerte. Jongdae trató de incorporarse, pero un gruñido de advertencia borró toda intención de hacerlo, simplemente se volvió a recostar en las almohadas sin perder el contacto visual con el pelirosa quien jadeaba, el sudor corriendo por su espalda, su pecho subiendo y bajando con rapidez al respirar pesadamente. Se quedaron unos minutos así, ninguno se atrevía a hacer un movimiento, hasta que Minseok sintió sus brazos doler al estar sosteniéndose para no aplastar al rubio y se dejó caer suavemente sobre el cuerpo bajo de él, gruñendo cuando sus erecciones se rozaron. Escondió su rostro en el cuello del menor embriagándose con el fuerte olor a tierra mojada, flores silvestres y rocío de su compañero.

── Jongd-dae… ──gimió el alfa en el oído del rubio comenzando a mover sus caderas para tener más fricción entre sus miembros erectos. ──Alfa… ──le llamó.

Jongdae tuvo que morderse el labio inferior hasta sentirlo sangrar para mantener la cordura, su lobo aullando feliz ante el contacto de su pareja. Llevó sus manos a la espalda desnuda de su compañero para acariciarlo mientras que este dejaba besos húmedos y mordidas en su cuello y hombro, el rubio lo dejó ser moviéndose también al sentir cerca su liberación, pero de un momento a otro Minseok se separó, gruñendo, confundiéndolo. Al seguir la mirada del pelirosa se dio cuenta de que aún conservaba los bóxer y eso le molestaba, quería sentirlo piel con piel, sin poder evitarlo le sonrió coquetamente viendo al alfa hacer una mueca antes de llevar sus manos a la tela y destrozarla. Sorprendido por las acciones de Minseok, el rubio iba a quejarse, pero de su boca solo salió un gemido ahogado cuando su miembro fue envuelto en algo cálido y húmedo, su compañero le estaba haciendo una felación. Una serie de emociones se instalaron en el pecho del Alfa, los ojos de su pareja sobre él mientras lo tomaba completo en su boca, empujándolo cada vez más cerca del orgasmo, y a pesar de que no quería acabar tan rápido, llevó su mano al llamativo cabello del alfa tirando un poco, escuchándole gruñir, a la vez que comenzaba a impulsarse hacia arriba, embistiendo la deliciosa boca del pelirosa, follándolo. Y cuando sintió las conocidas cosquillas en su vientre intentó apartarse, sin embargo, Minseok afianzó el agarre en sus muslos para mantenerlo cerca mientras chupaba y lamía con ímpetu hasta que sintió un líquido caliente y salado invadir su paladar, con rapidez tragó todo lo que su compañero le daba, incluso continuó jugando con su lengua en la punta, sobre estimulándolo después del potente orgasmo. 

I'm in Trouble [Chenmin/Xiuchen] Omegaverse ☪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora