Es ella. La chica que me había defendido se encuentra ahora mismo en frente de mi, en mi lugar sagrado. Y solo soy capaz de decir algo así:
-¿Que haces aqui?-pregunto confuso, quizás sonando demasiado borde.
Al principio parece sorprendida y ofendida por mi pregunta,pero inmediatamente su expresión cambia a indiferencia y ...¿superioridad? Esto no puede ser más confuso.
-Perdona, ¿te conozco?- me pregunta con una vocecilla demasiado aguda y falsa, la voz que ponen siempre las populares cuando alguien que no lo es se mete en su camino.
- S-soy L-lo-logan -intento tranquilizarme antes de ponerme más nervioso de lo que estoy . Toso y me aclaro la garganta.- El del comedor del instituto-ella me observa sin entender, como si nada de eso hubiese pasado.- Tu novio me robo mi libro y lo tiro a la fuente, ¿ recuerdas?- digo, creyendo que mi confusión no puede ser mayor. Por supuesto,me equivoco.
-Ah, tú eres el pringado del comedor,vaya no te había reconocido sin esa expresión de estar a punto de echarte a llorar.-dice medio riendo con una expresión cruel en el rostro. Mi cara no puede estar más roja,ya sea por vergüenza o rabia.
-Señorita, no creo que eso fuera necesario-me había olvidado por completo de que el señor Pereira seguía aquí.
-Yo digo lo que me parece,anciano. Simplemente venía a comprar un libro para la clase de literatura,y que mejor sitio que una librería vieja para comprar un libro viejo-lo dijo de la manera más desagradable que le fue posible, haciendo que mi rabia aumentara aún más.
-¡No te atrevas a hablarle así ni a decir eso sobre la librería!-no fui capaz de contenerme y lo solté,y aún tenía más cosas que decirle a esa arpía pero el señor Pereira no me interrumpió.
-Logan, no hace falta comportarse de esa manera. Señorita,coja el libro que usted necesite y se lo cobraré.
No se como pudo hablarle de una manera tan amable después de lo desagradable que había sido,de todos modos no intervengo, lo único que quiero ahora mismo es que se largue de una vez.
Chelsea coge el libro,lo paga y se va, sin decir un simple adiós.
No entiendo que fue lo que pasó, pero está claro es que esta bruja no es para nada la defensora de esta misma mañana.
Me giro hacia mi amigo sin saber muy bien que es lo que ha pasado.
-¿Esa era la chica a la que te referías?¿La que te defendió?- él está tan confuso como yo, pero su rabia es menor, más bien parece que está... cansado.
-Sí, bueno, eso creía yo. Ahora lo único que pienso es que espero no volver a cruzarme con ninguno de esos populares.
Dejando el tema de lado, como si nada de esto hubiera pasado, me dirijo a mi rincón, a una habitación que hay en el segundo piso, donde lo único que hay son un sofá y unos sillones, varias estanterías de libros y una gran ventana con vistas a un jardín descuidado donde la naturaleza crece libremente y desde donde se pueden ver de lejos las olas del mar.
Un lugar de tranquilidad.
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Detrás de los libros
Teen FictionPodría resumir esta novela y deciros de que trata, pero eso ,en mi opinión, estropea toda oportunidad de engancharse a una historia. Tenéis dos opciones, seguir mirando otros libros y olvidar que habéis visto esto, o podéis arriesgaros y comenzar a...