♪ 𝐓𝐞𝐧 𝐲𝐞𝐚𝐫𝐬 . . .\\ 𝗛𝗮𝗻 𝗝𝗶𝘀𝘂𝗻𝗴

# 2

Salia del hospital a medias, cruzando esas grandes puertas sintió un golpe de frío fuerte, observó el cielo y extendió su mano al aire; Nieve. El invierno había llegado, a Jisung no le gustaba el frió, pues le provocaba dolor, se enfermaba rápidamente y sus defensas no eran de lo mejor, pero amaba la nieve, ¿Irónico no? Pero así era, le encantaba la nieve, le gustaba el color blanco cubriendo el césped verde, le gustaba sentir la textura de ella, le gusta admirarla como caía lentamente de las esponjosas nubes, la sentía como si fuese una maravilla inexplicable.

Tomo el aire frío y se dirigió rápidamente a la parada de autobús, para su suerte justo llegaba el suyo. En el corto transcurso de todo el camino, con su mirada en el cielo, pensaba si llamarlo a él o no. Sin embargo a penas llegó a casa, se recostó en su gran ventanal, tomo el teléfono, y marco por incontable vez en la semana, con la esperanza de que esta vez no le atienda la contestadora.

—Aun no contesta...— hablo decaído para si mismo ya en la quinta tonada.

Pero para su suerte, contesto.

—¿Hola? ¿Jisung?—. Hablo al otro lado de la línea.

—Amor, hola—Respondio Jisung intentando ocultar la debilidad de su voz.

—¿Necesitas algo? Estoy ocupando trabajando horas extras—. Mintió.

—Lo siento, cariño. Chris ¿Esta noche vendrás a cenar? No has estado en casa por un largo tiempo.—Solto Jisung, su amado esposo no estaba en casa hace más de dos semanas, segun el por culpa del trabajo y cumplimiento de horas extras, quedándose así fuera de casa incluso de noche.

—¿Huh?¿Porque? ¿Algo anda mal por allí?—. Cuestionó

—No, nada en especial, solo ya sabes, hace mucho que no veo tu rostro y te extraño, estaba pensando en que deberíamos comer dumplings, por este día nevado, puedo hacerte algunos.— sugerió nostálgico.

—Jisung, te dije que estoy haciendo horas extras, no puedo. No me esperes está noche, no iré, descansa, buenas noches y adiós.— Y lo ultimo que escucho fue el pitido del celular.
El teléfono se deslizó lentamente por su mano hasta caer al suelo por el temblor del cuerpo del pelinegro.

Temblor ocasionado por el llanto que llevaba conteniendo durante toda la llamada, por no decir toda la semana.
Sus manos se enteraron en su cabello y su cara se hundió entre sus rodillas. Jisung se mordía el labio con fuerza para aguantar las ganas inmensas de gritar su llanto. Hipaba y sollozaba sin parar.

El realmente amaba a su esposo, de verdad lo hacía, de verdad lo necesitaba, más aún en estos momentos. Jisung no era tonto, sabía que Chris no estaba cumpliendo horas extras en el trabajo, Jisung sabía que su comprometido se acostaba con su secretario.

Pero se lo tragaba, por mucho que doliera el lo aguantaba, llevaba haciéndolo hace ya tres meses. Y no tenía pensado reclarle o iniciar alguna discusión por lo que Christopher estaba haciendo, si es lo que el quería, que así sea, después todo, no le quedaba mucho tiempo al de redondos mofletes.

Jisung le permitirá cualquier cosa para hacerlo feliz, realmente lo único que pedía es que este en la casa al menos un día, que le dé atención al menos por un momento. Mínimamente que venga una tarde y coman dumplings, igual que cuando eran adolescentes, en esos días que se peleaban por los que tenían relleno dulce, o como solía decirlos Chris; dumplings mágicos. Pero aún asi, el no vendría a casa y lo sabía.

"¿Chris, realmente no lo puedes ver?” Es lo que le gustaría decir, si, gustaría.

Limpio sus lágrimas con sus mangas, sostuvo su estómago para disminuir un poco el dolor al levantarse—aunque he de decir que era inútil—, se dirigió a la cocina, y decidió hacer unos pocos dumplings para el mismo, y por si su querido amor se le ideaba volver.

Sabía que lo que hacía era inútil, sabía que de estaba matando por dentro, sabía que no era sano, callense, el realmente lo sabía, pero aún así iba a luchar hasta lo poco que le quedaba.

Sin embargo no entendía el porqué. ¿Porque Christopher le hacía esto? ¿Que hizo mal? ¿Acaso no le gustaba como era? No, Chris solía decir que la personalidad de Jisung era pura y hermosa, ¿Era culpa de la comida que hacía quizás? Pero si las pocas veces que está en casa come como un batallón, ¿Tal vez Jisung no era bueno en la cama? Oh, eso podría ser, hace más de cuatro meses que no lo hacían, Jisung siempre se negaba cada que tenían la oportunidad.

Ojalá aún su cuerpo fuese resistente.

No es de extrañar de que tenga esta enfermedad.

¿No te ofrecio todo de el desde el comienzo, Christopher?