♪ 𝐓𝐞𝐧 𝐲𝐞𝐚𝐫𝐬 . . .\\ 𝗛𝗮𝗻 𝗝𝗶𝘀𝘂𝗻𝗴

# 10

•Capitulo con contenido sensible.

—¿¡De verdad!? ¡Estoy tan feliz por ti Jisung! Déjame arreglar mi agenda lo antes posible y te mando la fecha para la quimioterapia, también una una consulta previa para poder explicarte el procedimiento y todo su cuidado con tiempo.— Minho se escucha feliz al otro de la línea, Jisung solo sonreía por la personalidad de su doctor.

—Bien doctor, ahora lo dej- — terminaría su oración de no ser por la tos que lo comenzó a atacar, se cayó de rodillas al suelo y con el el celular.

—¿Jisung? ¿¡Estas bien!? Respira porfavor.— se escuchaba preocupado. Jisung simplemente alcanzó el celular y corto la llamada, le daba vergüenza que lo escuchen así.

La tos le apretaba el pecho y la garganta le ardía. Sentía que iba a vomitar pero no tenía las fuerzas suficientes como para levantarse e ir al baño a hacerlo.
Metió sus manos debajo de su camisa y la llevo a su boca, buscando disminuir el ruido, lo último que quería era que Bang saliese y lo viera así.
Y cuando por fin logro calmarse le envío un mensaje de texto a Minho pidiendo perdón por cortarle en la cara y comunicándole que se encontraba bien.

Observó su camisa, estaba con sangre, la habita vomitado. Su estado cada vez era peor, no había día que no tociera sangre, no había día que no se caiga al caminar, no había día en el que no se drogue con calmantes, no lograba subir de peso, estaba en carne y hueso, perdía fuerza a cada momento, y todo eso le hacía pensar, ¿Realmente la quimioterapia lo va a solucionar? Tenía entendido que la quimioterapia provocaba mucho dolor, más aún si la situación era grave como la de el.
Sin contar que todavía faltaba buscar un transplante de médula ósea. Todo eso le hizo dar cuenta que por más que intente, ya era muy tarde, su fin estaba a la vuelta de la esquina.
Y por mucho que peleará con Bang, por mucho que le duela su infidelidad, por mucho que lo lastime, aún lo amaba.
Aún estaba a sus pies, aún dependía emocionalmente de el, y aún tenía cosas pendientes con el.

Así que sin pensarlo, se levantó y entro a la casa sin más.
Vio a Chris de reojo sentado en el sillón, lo ignoro y fue directamente a la habitación a cambiarse la camisa.

—¿Por qué tiene sangre eso?—la voz de Chris rompió la poca paz que tenía el pelinegro.

—Tuve una hemorragia nasal, debe de ser por el frío.—mintio mientras se ponía la camisa limpia.

Christopher lo miro no muy convencido de su respuesta. Decidió acercarse y tomarlo de la cintura por detrás. Al pasar sus dedos pudo sentir lo flaco que estaba el más bajo, donde sea que pasase su mano se podía sentir huesos sobresaliendo.

—¿Seguro que es una hemorragia? No me digas que te has drogado y por eso estás así de delgado.— Jisung creía que cada que el de rizos abría la boca salía algo más estúpido.

—Deja de decir idioteces.—sintio las manos de Chris recorrer su cintura y su lengua posarse en su cuello.—Chris, déjame, no lo quiero hacer, estoy con sueño.

—Siempre tienes una excusa, ¿No te gusta que te toque o que?—pregunto enojado.

—Piensa lo que se te dé la gana.—y cuando quiso salir de la habitación, el más alto lo tomo por el brazo y lo tumbó a la cama, quedando así encima del pelinegro.— Christopher, me estás lastimando.— aviso al sentir la fuerza con la que Bang sostenía las muñecas del menor encima de su cabeza.

—Callate.— atacó el cuello del pelinegro de una mientras se desprendía la ropa.

—Sueltame, Christopher no eres un niño ya p-para.—las palabras salían a medias de los labios de Han y el miedo recorría todo su cuerpo de punta a punta.

—Somos una pareja casada y joven, me apetece hacerlo y lo vamos a hacer.

Y por más que Jisung lo haya intentado, su resistir no servio de nada. "No quería hacerlo, no así, va a doler mucho, ya para" era lo único que paso por la cabeza de Han todo el tiempo.
Christopher no fue delicado, se descargó en el, le dolió más de lo que tenía pensado, sus huesos estaban por quebrarse, ni si quiera lo habia preparado para entoscarlo.

Jisung realmente quería morir. Entendía la frustración que tenía Bang, es algo normal en cualquier ser humano, pero si talvez le prestará más atención y se percatara de que realmente el pelinegro no se encontraba bien, solo talvez, hubiese sido mejor.

—En cualquier momento te dejare, deberías de tratarme mejor...—susurro Jisung, se encontraba recostado encima del cuerpo de su esposo, este ya dormido.—Yo he sido demasiado bueno contigo, tienes que cambiar esa actitud impulsiva que tienes para poder ser una buena persona para tu próxima pareja.

...

—Oh, estás aquí...—expreso adormilado al despertarse y encontrarse con su esposo en la cocina.

—Ah si, voy a faltar al trabajo hoy.— aclaro Bang mientras ponía los cubiertos en la mesa.— hace mucho no pasamos ratos juntos.

—¿Haz hecho el desayuno?

—Sip, ¿Tiene algo de malo?

—No, solo... Es inusual.—rio y se sentó al frente de su esposo.

—La verdad, es que tuve un sueño que me dejo algo atontado, y recordé que en un mes cumplimos 5 años de casados, no sé si tenga días libres para esa fecha así que desayunemos.—explico

—¿Sueño? ¿Que sueño tuviste?— llevo un pedazo de tostada a su boca.

—No lo sé con exactitud, simplemente éramos tu y yo en medio de la nada misma, y tú solo me decías que ya te ibas, te despedias de mi como si no hubiese mañana.—eso dejo atónito al pelinegro.— y se que solo es un sueño, pero se sintió demasiado real, ugh me dio piel de gallina incluso, lo que sea, se que nunca te irías, ¿Verdad?— sonrió de ojos y llevo sus labios a la taza.

—Si...— fue lo único que Jisung pudo decir, sabía que mentía, pero realmente no quería decirle a Bang sobre su enfermedad.