Sol

414 56 10
                                    

No recuerdo en qué momento el sol dejó de brillar para mí, ni tampoco cuando fue que comencé a aborrecer todo lo que sus rayos tocaban.

Pero sí puedo recordar cuando te conocí, Dazai, que fue cuando dejé de temerle a la oscuridad y está de forma irónica iluminó mi absurda existencia.

Apenas éramos unos niños. No tan inocentes como se supone que debíamos ser, pero sí ignorantes de muchas cosas. La atracción por otras personas, por ejemplo, e incluso el amor.

Incluso si al principio jurabamos odiar la mera existencia del otro, poco a poco las cosas comenzaron a cambiar.

Primero fueron ligeros roces accidentales de nuestras manos, luego toques cada vez más prolongados hasta llegar al punto de pasar días enteros encerrados en una habitación de un hotel cualquiera explorandonos mutuamente.

Aunque no fue solamente el contacto físico que cambio, al menos no para mí. Fui de gritar a los cuatro vientos que te odiaba a sentir un intenso y puro amor hacia ti. Pude experimentar cosas que nunca antes imaginé, porque no me sentía digno, porque no era humano.

Pero tú me hiciste serlo. Gracias a tí supe lo que era el amor incondicional, la necesidad de sentirse amado, la calidez de sentirse protegido, el valor de querer proteger algo... Pero también me enseñaste lo que era ser destruido. En ese momento dejé de ser un Dios, y me volví un simple humano con el corazón roto.

Incluso cuando sabía que las cosas terminarían mal, que entre nosotros no existiría un "felices por siempre", me aferré a la idea de mantener este sentimiento todo lo que pudiera, engañandome a mí mismo, diciendo que tú harías lo mismo por mí, que al igual que tú eras mi prioridad, yo también era la tuya.

Pero estaba equivocado, y lo sabía.

El día que te fuiste, ni siquiera dijiste adiós. Mucho menos pusiste fin a esto que ahora carcome mi alma.

Me pregunté muchas veces qué hice mal, si había algo que podría haber hecho para evitar que te fueras. Me pregunté si de haber sido más como él, tal vez te habrías quedado a mi lado.

Pero después de cuatro años de no verte en lo absoluto me encontré contigo nuevamente, y me di cuenta de la dura realidad. No había nada que yo hubiera podido hacer para cambiar la historia. Porque no era suficiente para ti, y mucho menos para el nosotros que tanto anhelaba.

Te ves mucho más feliz, y eso me da gusto. Transmites la luz que desde un inicio ví, pero ahora la compartes con todo el mundo, aunque yo definitivamente no formo parte de el. Ahora es más fuerte, vibrante y cálida, ahora es auténtica.

Honestamente, la luz que tanto amaba, ahora me lastima.

Odio los días soleados, odio cada cosa que sus rayos tocan. En algún momento las nubes del cielo se convirtieron en mis mejores aliadas, y las necesito para mantenerme anclado a la realidad.

Esta sólo es otra noche más en la que escribo mis sentimientos por ti, que arderán en el fuego y en algún momento se desvanecerán.









Mis pesadillas volvieron, y escribir estas cosas es terapéutico para mí. Perdón por ser tan inconsistente con todo, pero es lo único que tengo por ahora. Espero que les guste, y ya que ando corta de ideas, acepto sugerencias para escribir. Si quieren alguna temática o tienen alguna idea que les gustaría ver en fic, escríbanme y con gusto veré qué puedo hacer. Creo que es todo, byeee.💮

Actualización: este libritos de fics siguee.

NightmaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora