Su teléfono llevaba sonando mucho tiempo.
Mensaje tras mensaje se acumulaban en su bandeja de entrada y varias llamadas perdidas estaban registradas. Chuuya no necesitaba revisar el aparato para saber quién era, Dazai siempre llamaba los viernes por la noche para pedirle que fuese a su casa. Usualmente el pelirrojo acudiría a verle al primer llamado y tendría una mochila lista con ropa y cosas necesarias para pasar el fin de semana a lado del pelirrojo, pero este no era el caso, esta vez se sentía bastante cansado.
La relación que sostenían ambos era un acuerdo mutuo para satisfacerse: Dazai aplacaba su deseo sexual con Chuuya y este obtenía la dosis de atención que necesitaba del otro. Así funcionaba desde hace tres años y pretendían que siguiera haciéndolo.
La historia de los chicos era bastante sencilla y hasta cliché. Tenían personalidades completamente opuestas pero en vez de chocar, se complementaban. Eran inseparables y su círculo de amigos siempre insistía en que terminarían saliendo, hasta que finalmente sucedió. Si bien su relación fue todo rosa al inicio, con el paso del tiempo se deterioró y el castaño decidió terminar con el otro con el pretexto de que ya no sentía lo mismo. Pero Chuuya sabía que también estaba involucrado un pelirrojo de nombre Odasaku. Dazai lo había dejado por él.
Mirando al techo, Chuuya recuerda todas las veces que lloró por el castaño, que no fueron pocas. Quiere creer que Odasaku fue quien quebró todo, pero ya no está tan ciego y no puede engañarse más, ya que después de él aparecieron muchísimos más chicos y chicas de los que no sabe ni siquiera los nombres.
Su celular suena una vez más.
Incluso si fue Dazai quien rompió con él, trató de seguir en contacto.
"Vamos Chuuya, incluso si no estamos juntos como pareja, seguiré siendo tu amigo".
De vez en cuando recordaba las palabras dichas por el castaño como consuelo.
"No importa qué pase, siempre estaré para ti".Una promesa bastante ilusa. Ambos sabían que no iba a cumplirse, pero aún así lo creyeron.
Los recuerdos de saber que Dazai se la pasaba detrás de Oda incluso este último teniendo novio, le dolían. Por accidente se enteró que ya habían compartido más de un beso y que el castaño incluso lo había llevado a su casa para poder estar solos. No tenía derecho a enfadarse pero en secreto tenía la esperanza de que su noviazgo se restaurara, pues su contacto seguía igual que antes. Esto sólo termino cuando Ango le dió un ultimátum a Oda para que dejara de ver al castaño, y eso fue lo que ocurrió.
Las miradas de pena y lastima que le dieron sus amigos después de eso jamás las olvidaría.
Fue entonces que decidió usar su último recurso. Estaba desesperado y no sabía qué hacer para traer la atención de Dazai devuelta a él, así que se le ocurrió convencerlo de que fueran amigos con beneficios.
Para su sorpresa, el de vendas se mostró renuente al inicio, alegando que no era buena idea y que no quería herir más al pelirrojo, pero este estaba decidido y no se rendiría. Así fue como comenzó el intercambio de textos sugerentes, luego fotos y videos para finalmente llegar a lo que tanto deseaba Chuuya, que era poder volver a tener al castaño sólo para él. No iba a mentir, después de cada sesión de sexo se mostraba necesitado de atención, a lo cual Dazai le premiaba, para decirle después que no podían seguir con eso y que era mejor parar. Pero el más bajito no quería, aún tenía la esperanza de regresar con su ex novio, no se rendiría tan fácil después de lo que ya había logrado.
El de ojos azules se pregunta cómo es que fue tan ingenuo para creer que las cosas se arreglarían. Desde que lo había dejado, el castaño se había encargado de demostrarle una y otra vez que era un maldito, además de que todo su círculo de amigos se lo había dicho ya. Únicamente era él quien no quería quitarse la venda de los ojos, estaba ciego de amor por él. Lo que ocurría realmente no era una pronta reconciliación, sino el pelirrojo rogando por atención del castaño y este dándole las migajas de este.
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Nightmares
Fanfiction«Una pesadilla es un mal sueño que produce fuertes sensaciones de miedo, terror, angustia o ansiedad.» Este es mi primer libro y estás mis primeras historias. No prometo finales felices, aunque tampoco los dejaré sufrir eternamente. Los personajes d...