La mente de Eleonora comenzó a ir a mil por hora mientras hacía planes de contingencia para sus planes de contingencia. Boris leía con atención el contenido de la libreta rosada.
Con una voz preocupada pero con una expresión seria en su rostro Eleonora rompió el silencio — ¿Crees que debamos cerrar el hotel?
Boris subió la mirada observando a su amiga, analizó su rostro notando que estaba tratando de ocultar su preocupación. Su tono de voz se hablando.
—Tranquila nena, no creo que sea tan grave. Además los "cosos" ni siquiera pueden ingresar a las habitaciones por la puerta principal gracias a mi.
Boris hizo una pequeña reverencia mientras una sonrisa engreída se dibujaba en su rostro y así aligerando un poco el ambiente —De cualquier forma lleva un arma por si la cosa se pone complicada.
— Siempre llevo algo conmigo— Palmeó su muslo derecho para después sacar de un bolsillo oculto una cuchilla curva con grabados en su hoja resplandeciente y afilada, un mango negro y una pequeña flama en el pomo.
— Es lo que ocupas con los huéspedes molestos— Su voz recupero aquel el tono juguetón y alegre. Soltó una carcajada mientras acomodaba la frazada de cuadros azules y negros de sus piernas — ¿Quieres que te ayude con lo de la niña mientras te encargas lo del hotel? —Con una nota algo ansiosa en aquella pregunta
Eleonora guardó su arma y se cruzó de brazos mientras se recargaba su cabeza en el sofá y cerraba los ojos —Tú lo que quieres es tratar de ligar a los turistas
Boris se llevó la mano a la frente colocando su dorso sobre esta, mientras que con un tono dramático empezó a actuar ofendido — ¿Cómo te atreves? Eso me ofende muchísimo. Pero sí, quiero algo de compañía, me siento solito y cuando estoy solito me da hambre...
Eleonora se levantó velozmente interrumpiéndolo —Boris, realmente necesitas pasar menos tiempo en internet
Boris empezó a reír ante la reacción de su amiga
—Iré a cambiarme y nos vamos juntos ¿Te parece bien?
Eleonora suspiró asintiendo con la cabeza mientras se sentaba de nuevo y se sentaba cruzándose de brazos. —Bien, no se te olvide alimentar a las ratas y ponerte bloqueador.
Boris dirigió su silla de ruedas a su cuarto y cerró la puerta. Eleonora sacó su celular para ver algunos videos y si tenía algún mensaje. Pasaron algunos minutos y su compañero salió usando una guayabera roja con estampado de flores blancas, unas bermudas azules y unas gafas de sol.
— ¿Ya le dejaste de comer a las ratas?
—Ya les puse nombre, Estroncio y Agapito — Boris se colocó bloqueador en la cara—Estroncio ya aprendió a abrir la traer cosas
Eleonora rodo los ojos mientras se colocaba detrás de la silla de ruedas de su compañero. — ¿Llevas tu tarjeta por cualquier cosa que necesites o quieras?— Cuestionaba con una voz seca
Boris sé retiró los lentes sosteniéndolos entre el pulgar y el índice los lentes y volteó bruscamente para ver indignado a su amiga. — ¿No me vas a invitar los tragos?
Eleonora no respondió nada y empezó a empujar la silla de ruedas a la salida mientras Boris sonreía.
— Sabes que es broma, Ele — Con un tono divertido en su voz
El hombre sacó su cartera para mostrársela a Eleonora —Al menos tomate algo conmigo, diviértete un poco también.
Eleonora continuaba empujado la silla de ruedas —Boris, se supone que tu estás en una misión, concéntrate en la misión
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Fuego de tres reyes
ParanormalEleonora y Boris se verán forzados a dejar de lado la vida tranquila que han llevado administrando un hotel y regresar a ser los cazadores de bestias que eran, todo gracias a una niña que las bestias infernales pueden usar para ingresar al mundo hum...