—Nada— dijo para sí misma en un tono sereno y carente de emociones.
Continuo con su búsqueda en los cajones encontrando solo ropa revuelta
—Creo que Boris tenía razón... Estoy exagerando...— Se colocó de rodillas para poder mirar debajo de las camas notando que debajo de estas se encontraban cuatro maletas. Tomo la que estaba más cerca al esculcarla un poco se dio cuenta de que únicamente había ropa. Al terminar continuó con las otras dos maletas encontrando lo mismo, ropa y cosas como cepillos, tarjetas y cosas de aseo personal.
Sin esperanza Eleonora se aproximó a la última maleta que más bien era un maletín de color negro, al tomar el pequeño maletín y tratar de jalarlo noto que era considerablemente pesado. Con algo de dificultad saco el maletín de debajo de la cama, lo abrió y al instante el ambiente de la habitación se tornó pesado y empezó, su cuerpo se estremeció, su corazón empezó a latir con fuerza, su estómago se revolvió y empezó a respirar con mucha dificultad.
Cerro el maletín de nuevo y metió todo debajo de la cama de nuevo, se levantó y salió de la habitación lo más rápido que puedo, recargo la espalda contra la pared mientras inhalaba todo el aire fresco que sus pulmones le permitían.
—eso de ninguna forma puede ser normal ...—Eleonora empezó a caminar a paso veloz con dirección su casa.
Al llegar corrió al baño aun sintiendo arcadas, se mojó la cara para poder calmarse y pensar con claridad.
Se miró al espejo y vio su expresión de terror —Tranquila, Boris... ¡Ambos!... Ambos lo arreglaremos— su voz llena de terror comenzó a calmarse mientras hacia oraciones de protección.
Abrió la llave para mojar su cara con agua helada, recargo sus brazos contra el lavabo y dejo caer su cabeza entre sus manos, mientras ella escuchaba el agua del grifo correr
—Al menos la familia fue vigilada por Boris— cerro el grifo para dirigirse a su habitación y cambiarse para ir a la playa para poder reunirse con su compañero
Al llegar a la playa Eleonora pudo divisar la silla de Boris justo debajo de a una sombrilla de colores chillantes
—si eso es suyo ...—se aproximó a la sombrilla arcoíris mirando que una toalla de color naranja estaba extendida junto a la silla de ruedas. Extendió una toalla blanca sobre la arena y se dio la media vuelta para ver el mar.
Un empleado del hotel esperaba a Boris con una silla anfibia parcialmente sumergida mientras Boris montaba un flotador enorme de pavor real. La boca de Eleonora formo una ligera sonrisa y se aproximó al empleado
—Yo me hago cargo, gracias por ayudarlo— su voz se tornó gentil.
El empleado le entregó la silla de ruedas y procedió a retirarse.
Eleonora caminó al pavo real mientras arrastraba la silla anfibia y el agua le llegaba debajo del pecho.
Boris le dio un sorbo a su agua de limón carbonatada mientras con su mano izquierda acomoda sus lentes de sol rosas con forma de corazón.
Eleonora se recargó un poco en el flotador mirando fijamente a hombre—¿Me seguirás ignorando? — dijo con un tono algo juguetón pero sin dejar esa seriedad de lado en su voz
Boris giró un poco la cabeza para bajar sus lentes y mirar de arriba abajo a Eleonora mientras mantenía una expresión desinteresada en su rostro. Miro el bañador de una sola pieza, de color negro en su mayoría, con una franja blanca que daba vuelta a su cintura. La miro a los ojos y con un tono de reproche, pero al mismo tiempo juguetón dijo —No hablo con pingüinos que dejan a sus hermanos tostarse bajo el sol de verano— el hombre se subió de nuevo los lentes u regreso a beber su bebida carbonatada.
La mujer suspiró mientras acomodaba algunos cabellos que se habían soltado gracias a la brisa salada— El trabajo estuvo algo pesado y el tiempo se fue volando, además......—Boris empezó a sorber más fuerte para interrumpir a Eleonora, ella se quedó en silencio mientras este terminaba su bebida y así deteniendo el detestable sonido.
Eleonora rodó los ojos mientras apretaba los labios y se cruzaba de brazos, dejo escapar un suspiro y con un tono molesto advirtió— te estás buscando que te tire del inflable.
Sin mirarla Boris guardo la basura de la bebida en un pequeño morral de plástico que llevaba y con un tono burlón y retador respondió —me gustaría que lo intentaras pingüino.
La mujer apartó un poco la silla y se sumergió para empujarse y elevar una parte del inflable y tirar a Boris al agua. El hombre trató de aferrarse del inflable, sus manos se deslizaron en él platico produciendo un chillido, mientras él soltaba un grito combinado con una risa y caía al agua siendo silenciado por el mar.
Eleonora lanzó el inflable junto a la silla anfibia y se quedó mirando a Boris sumergido en el agua
—¿Boris? — esta se acercó un par de pasos al hombre.
De un momento a otro Boris salió a la superficie empapando a Eleonora mientras reía de forma maliciosa— ¡¡Ataque sorpresa!! Eleonora cubrió su cara con sus brazos mientras empezaba a reír.
Su tono de voz cambió a uno de lo más alegre y juguetón, golpeo su mano contra el agua salpicando a Boris —¡Contra ataque!— Eleonora reía mientras descubría su cara mirando a Boris moviendo sus brazos para mantenerse recto.
Boris reía mientras Eleonora jalaba la silla anfibia para que él pudiera estar en el agua sin tanto esfuerzo.
—Gracias, amable pingüino— Boris se subió a la silla mientras este era empujado por su compañera— ¿El día estuvo pesado? — este se estiró alcanzando su inflable y destapando la boquilla para que el aire se saliera mientras este abrazaba al pavo real reduciéndolo a un arrugado y amorfo pedazo de plástico.
—bastante atareado— Eleonora acomodo la silla anfibia frente a la toalla extendida en la arena—¿tu día estuvo bien?
El hombre se pasó de la silla a la toalla multicolor y luego se quitó los lentes de sol para mirar a la mujer a sus ojos color avellana, con una voz seria y algo sombría le dijo. —Te mueres de ganas por saber que paso con la niña, ¿No? — su tono de voz cambio a uno sereno y alegre mientras cerraba sus ojos y ponía una sonrisa en sus labios— bien te parece si vas por las piñas coladas y unos nachos y cuando regreses te cuento todo...
Eleonora asintió y camino a un establecimiento cercano.
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Fuego de tres reyes
ParanormalEleonora y Boris se verán forzados a dejar de lado la vida tranquila que han llevado administrando un hotel y regresar a ser los cazadores de bestias que eran, todo gracias a una niña que las bestias infernales pueden usar para ingresar al mundo hum...