—Bien, tienes una misión que cumplir—la mujer soltó las agarraderas de la silla de ruedas, que estaban adornadas con coloridos hilo plástico bejuco, de ese que los niños ocupan para hacer pulseras. — Tómalo con seriedad por favor...es... importante...— Llevó su mano a la cara y empezó a acariciar la cicatriz que recorría sus labios y bajaba por su mentón de forma ansiosa.
Boris le dio la vuelta a su silla de ruedas para poder mirar a Eleonora—Querida hermanita— tomó las manos de la mujer y acarició el dorso de estas con su pulgar y con una voz que trasmitía seguridad le dijo—Me lo tomaré en serio—Casi de inmediato cambió su tono de voz a uno juguetón y burlón—Pero deja de tocarte así la cara, haces que me dé ansiedad y siento que te vas a arrancar la cara— Soltó las manos de Eleonora y les dio un leve manazo, como si estuviera jugando manitas calientes.
La mujer dejó las manos en el aire—Baboso— cerró sus puños dio un paso adelante le dio un leve golpe en el hombro de Boris a modo de juego.
Boris soltó una carcajada—Bien, tengo que vigilar a la familia con frío y tú tienes que hacer tus labores del hotel— Boris volteó a la playa mirando a todos los bañistas—Bien— Tomó unos lentes rosas en forma de corazón y se los colocó, Eleonora rodó los ojos al ver aquellos lentes—Odio esas cosas, cuando duermas los voy a romper— Boris dio vuelta a su silla dándole la espalda a Eleonora—Siiii... No puedo dejar que hagas eso, mi querida hermanita me los regaló.... Además, no los has podido romper en estos....¿Qué? ¿Casi 30 años? — Boris se dirigió rápidamente a la rampa de acceso a la playa, volteó a ver a Eleonora con una sonrisa, — recuerda que nos veremos en la tarde para tomar unas piñas coladas — Antes de que Eleonora pudiera responder Boris se lanzó a toda velocidad por la rampa de acceso a la playa y procedió a buscar un buen lugar para mantener vigilada a la peculiar familia. Eleonora se dio la media vuelta ingresando al hotel para iniciar sus labores.
El día transcurrió con normalidad, aunque, especialmente atareado, el tiempo se fue como arena en las manos de Eleonora. Antes de que ella pudiera darse cuenta el cielo se había tornado de colores anaranjados correspondientes al ocaso. La mujer miró su reloj y se dio cuenta de que pasaban de las cinco. —Creo que mi turno terminó...— Empezó a caminar a su oficina, al pasar por un pasillo su cuerpo se estremeció y empezó a temblar de frío. Miró de reojo a su derecha y se dio cuenta de que la familia dejaba su cuarto vistiendo ropa elegante, Eleonora centro su atención en el oso de peluche que cargaba la niña, el oso estaba vestido con un pequeño suéter rojo de cuello de tortuga, alrededor del cuello de tortuga se podía ver un listón negro realmente apretado. La mujer continuó caminado y dobló en el primer pasillo que pudo. Se recargó en la pared y cerró los ojos para poder escuchar como los pasos de la peculiar familia se alejaban. Cuando dejó de escucharlos se asomó para cerciorarse que se habían ido. —Cuarto 77...No considero que esté bien ...¿Qué haría Boris? — Eleonora acarició su mentón, algo pensativa, miró a su alrededor notando la ausencia de gente, aclaró su garganta y dejó salir una de las mejores imitaciones de Boris —Lo que no estaría bien, sería ser atrapados— Empezó a caminar a un paso veloz, pero silencioso, al estar frente a la puerta con el número 77 miró a todos lados para asegurarse que no había testigos, en un movimiento veloz metió su mano en la bolsa de su pantalón sacando una tarjeta que cumplía la función de llave maestra para los cuartos del hotel, la colocó en la cerradura y abrió la puerta entrando de forma veloz y cerrándola detrás de sí. Dejó escapar un suspiro silencioso y se quedó recargada contra la puerta mientras miraba la habitación. —ya estoy aquí... ya no puedo echarme para atrás— Jaló una buena bocanada para poder calmarse.
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Fuego de tres reyes
ParanormalEleonora y Boris se verán forzados a dejar de lado la vida tranquila que han llevado administrando un hotel y regresar a ser los cazadores de bestias que eran, todo gracias a una niña que las bestias infernales pueden usar para ingresar al mundo hum...