CAPÍTULO 7. UN CORAZÓN ALEGRE.

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Abel.

Estoy eufórico, creó qué lo que siento por Antón es amor.

Desde la primera vez que lo ví no hubo un solo instante en que no haya pensado en él, me encanta su sonrisa, me pierde su mirada, adoro lo tímido que se pone cuando lo beso, todo en él me encanta.

Salgo de su casa con la sonrisa de oreja a oreja, es como si me hubiesen dicho que he ganado el premio gordo de la lotería, no puedo evitar dar saltitos mientras camino.

Cuando llego al coche, como siempre Sam espera con la puerta abierta para mí, me recibe con una sonrisa y eso también me hace sentir bien.

_Por lo que veo te lo has pasado bastante bien Abel .

_No te imaginas cuánto mi querido Sam

En mi cara vuelve a aparecer una gran sonrisa.

_No me gusta para nada que vayas sin mí, pero verte así de feliz hace que olvide regañarte. Bueno sube al coche que tu madre ha vuelto ya de Londres y te espera para cenar.

De camino a casa voy abstraído en mis pensamientos, Antón ocupa cada uno de ellos.
Me he perdido toda la charla de Sam, y lo único que consigo escuchar es que ya hemos llegado a casa.

_Abel de verdad estás bien?
No has escuchado nada de lo que te he dicho en el camino de regreso.

_Estoy bien Samuel no tienes nada de lo que preocuparte, es solo que estaba perdido en mis pensamientos, eso es todo.

Le dedico un gran sonrisa para tranquilizarlo.

Lucy está en el comedor esperando por mí, me recibe con mucha alegría.
He de admitir que es una gran mujer y una buena madre, siempre está pendiente de mí y me da mucho amor, es maravillosa.

_Querido!
¿Qué tal te lo has pasado en tu cumpleaños?
Solo espero que me digas que te has divertido mucho. Aún no logro entender porqué la prisa en volver a Madrid y no festejar tu día especial con tu maravillosa madre.

_Oh Lucy, éste definitivamente ha sido el mejor cumpleaños de mi vida, he conocido a una persona estupenda, le he pedido que salgamos y me ha dicho que sí!! Imagínate Lucy, me ha dicho que sí!! Estoy pletórico.

En mis ojos hay un brillo que no se pierde con nada, y la gran sonrisa ha vuelto ha aparecer.
Siento que con mi madre puedo abrirme por completo, contarle todo lo que siento, ella me da esa confianza.

_Cuéntamelo todo, quiero saber quién se ha robado el corazón de mi pequeño tesoro.

Pone las dos manos juntas sobre su barbilla y se apoya en la mesa lista para escuchar mi historia, parece una niña pequeña esperando a que le cuenten un cuento. "linda"

Empiezo a contarle todo, desde el día en que conocí a Antón, cómo me siento cuando estoy a su lado, le conté también que desde que le conocí mis pesadillas se han ido y ahora puedo dormir con tranquilidad.
Lucy escucha muy atenta mi historia sin perder ni un solo detalle.

_Me gustaría mucho conocer a la chica que me ha robado a mi hijo, porqué no me la presentas?

Me quedo callado durante un momento porque no se cuál será la reacción de mi madre al saber que la persona a la que amo es un chico, de verdad que ésta parte no me la esperaba y me cuesta un poco arrancar con la respuesta.

_Esto, verás Lucy, la persona de la que me he enamorado es un chico.

Ala ya está! Ya he soltado la bomba y a esperar que arda Roma!.

Mi madre se queda en blanco, de momento no me dice nada.
Tengo que pronunciar su nombre tres veces hasta que consigo que reaccione, finalmente me mira, toma mis manos con cariño y me dice ......

_Querido sabes que te amo con locura, y que lo único que espero y quiero para tí es toda la felicidad del mundo, para mí es un milagro tenerte aún conmigo.
Así que si ésa es la persona que has elegido, yo estoy muy conforme con ello, me gustaría conocerle, por qué no lo traes a casa a comer uno de éstos días, vamos! Será divertido.

Definitivamente amo a esta mujer, no solo porque me cumple todos los caprichos, si no porque me escucha, me apoya y me sabe entender.
Mi felicidad no podría ser más completa.

Termino de cenar con mi madre, me despido de ella con un beso en la mejilla y subo corriendo las escaleras hacia mi habitación, quiero llamar a Antón, escuchar su voz.
Estar lejos de él hace que le eche mucho de menos.

Cuando llego a mi habitación me tiró a la cama, saco el teléfono de mi bolsillo y marco una vídeo llamada a Antón.

_Hola guapo, que estás haciendo?.

Digo torpemente porque no sé cómo empezar a hablar con él, estoy nervioso.

_Hola Abi, estaba corrigiendo unos trabajos que tenía pendientes.

_ Aburrido.

me quejo y no me doy cuenta que hago pucheros mientras lo digo.

Él solo puede sonreír ante mi gesto, deja de hacer lo que está haciendo para prestarme más atención, eso ya me va gustando un poco más.

_ Bien, cuéntame que tal las cosas en casa, ha vuelto ya tu madre?

_ Si, ha vuelto, hemos cenado juntos, le he contado sobre ti y quiere conocerte.

Puedo ver cómo Antón se pone pálido y nervioso, abre los ojos como platos pero no dice nada.

_ Antón? Me has escuchado? Lucy quiere conocerte, así que dime qué día tienes libre para venir a casa a comer con nosotros y así conoces a tu futura suegra.

Digo toda ésta frase con total seguridad y una gran alegría se refleja en mi rostro.

_ Ésto, ésto no me lo esperaba.
¿Qué se supone que tengo que decirle? ¿Como voy a ver a tu madre sin ponerme nervioso?
¿Y si, y si no le gusto?
¿Y si ella me dice que te deje en paz? ¿Cómo podría hacer eso?!.

Antón entra en pánico y yo solo puedo pensar que se ve hermoso, otra faceta más que puedo conocer de él. Me gusta.

_ No tienes porqué preocuparte amor, mi madre es especial, está felíz por mí y nos apoya, a demás, no voy a dejarte solo con ella, estaré a tu lado.

Le sonrío para limar un poco su tensión y él se tranquiliza.

_ Está bien, éste viernes tengo libre la tarde y tú no tienes clases, no sé si tu madre puede ése día.

_ Entonces no se diga más, no olvides que te he reservado.

Luego hablamos por un buen tiempo más, olvidándonos del reloj.
Siempre pasan tan deprisa las horas cuando se trata de él, nunca me doy cuenta.

Es hora de colgar y parecemos las típicas parejitas cursis del famoso cuelga tú, no tú primero, aunque no hacemos eso de forma literal, pero si es verdad que nos despedimos varías veces y luego siempre hay algo nuevo de que hablar, es como un círculo vicioso.

Por fin nos despedimos y logramos colgar la llamada, me quedo recostado en la cama y vuelvo a evocar los recuerdos vividos a su lado el día anterior, no podría estar más enamorado.

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Me quedo dormido entre mis recuerdos.


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⏰ Última actualización: May 19, 2021 ⏰

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