Cap. 2 Extremadamente humillada

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Mis parpados me pesaban al tratar de abrirlos, si se preguntan que pasó, todo el día de ayer estuve encerrada en mi cuarto, no comí ni me di un baño, simplemente me dispuse a leer mi libro favorito. Avalancé mi despertador por la ventana y a los segundos me arrepentí de esa acción, como ya les conté, hoy era otro día en la prisión infernal que da conocimientos a los jóvenes como yo. Caminé a paso lento hasta el baño, tomé una ducha y después me coloqué una camisa holgada negra y unos jeans desgastados, probablemente se dan cuenta de que no me arreglo como la mayoría de las chicas pero este es mi estilo. Mi cabello lo dejé suelto, justo como estaba al despertarme, solo que con menos nudos. Bajé hasta la cocina y no había nadie, como siempre, mis padres salen a trabajar mucho antes de que yo baje. Me preparé cereal con leche y finalmente me fuí en mi patineta a la escuela. No tengo auto gracias a la situación economica que tenemos, pero no me quejo, de todos modos no salgo para la calle con mi patineta mucho menos lo haré con un auto.

Respiré hondo al llegar a la escuela, mientras iba caminando no pude evitar sentirme ya super excluida, lo digo por la forma en que todos me miran, como si estuviesen contemplando a un bicho raro, pero no los puedo culpar, ya que la forma en la que luzco hace que digan eso de mi. Guardé mi patineta en mi casillero junto mi bolso y fui en busca de mi nuevo horario.

Mientras caminaba con la cabeza agachada tuve la estúpida oportunidad de tropezar con alguien.

-Cuidado torpe -se burló. -Mira por donde vas -dijo y todos los que estaban con el rieron.

Me sentí extremadamente humillada y seguí caminando con la cabeza agachada.

Mi primera clase fue de historia y como siempre, me quedé dormida, el profesor al darse cuenta me rayó la cara con marcador permanente y luego me despertó de un golpe en la mesa. La clase no tardó en estallar de risas enormes y las ganas de llorar volvieron a aparecer. Para mi suerte el timbre sonó y salí corriendo dejando los dedos que me apuntaban y las risas atrás, entré en el baño y lavé mi cara, por suerte ese marcador no era de buena calidad y mi cara quedó sin un rastro de tinta.

Para hacer peor mi día, era momento del almuerzo y eso significa comer sola. Estar sola es un buen estado para que las demás personas que no se interesan en lo mínimo te critiquen y te lancen cosas. Sip, asi son mis almuerzos. El hecho de tener amigos no servía para mi, ya que cualquier persona que me hablara yo la espantaba, no se como mierda lo hago pero simplemente pasa así.

Yo no me considero "Nerd" ya que soy mala en cualquier materia, solo me gusta el arte pero las personas que estudian aquí no toman eso como un trabajo profesional y piensan que arruinaría a la sociedad. Es un asco de escuela pero es la única en esta cuidad que mis padres consideran "apta" para mi. En esta escuela todos son adinerados, excepto yo. Pero a mis padres les parece ridículo que estudie en una pública, ellos quieren creer que no pertenecen al barrio y que son personas adineradas lo cual no es verdad. Así que ahorran todo lo que ganan solo para pagar esta escuela. Sacudí mi cabeza para salirme de mis pensamientos y cogí una bandeja, tenía que elegir entre pasta o un asqueroso pure que ni siquiera creo que se pueda comer. Pues claro que me serví la pasta, divisé una mesa sola al fondo y comencé a caminar hacia ella. Habían mesas de los "nerds", que eran las personas más inteligentes y a los que siempre buscaban para las respuestas del examen. Otra mesa era de los "cool guys", o asi los llamo yo, ellos no son populares ni asociales, ellos le hablan a cualquiera y no les importa nada, lo que los hace especial, son sus personalidades increíbles de no aburrirte cada vez que te hablan. Y como en toda escuela están los "Populares", conocidos como los reyes de la secundaria, que son una mezcla de el equipo de Football y las porristas, ellos son conocidos por toda la escuela, cualquiera sabe sus nombres y son temidos por los frikis, darks, asociales de la escuela o como tu los llames. Por úlimo, estaba yo, la inadaptada. No pertenezco a ningún nombre que esta sociedad les pone a las personas depende de como se vistan o como hablen, y lo único que eso hace es hacer sentirlas mal solo por un estúpido nombre que las califica.

-Ups -Madison dijo al tirarme la bandeja con pasta contra mi cara, mi boca formo una perfecta O, y la bandeja cayó al suelo junto con mi dignidad, todos en la cafetería comenzaron a reírse de mí, Madison y su séquito de putas igual. Una vez más corrí al baño con mis lagrimas amenazando con salir.

¿Ahora que haría?

No tengo ropa extra y no puedo salirme de clases.

Por lo menos en mi primer día no.

Lloré. Me sentía estúpida por que eso era lo único que sabía hacer, llorar. Estaba cansada de que me trataran así y por mas que parezca imposible juraría que me moriría por deshidratación, aunque ya estuviera muerta si fuera por eso. Me senté en una esquina del baño, me pase los brazos alrededor de mis piernas y escondí mi cabeza agachándola decidida a quedarme en esta posición para siempre.

Mi vida es una mierda
Si que lo es

¿Por que siempre tengo que ser humillada?

¿Por que las personas son tan crueles?

¿Por que Madison hizo eso?

Sera porque.. ¿Me odia? Pero si es asi... ¿Por que me odia? No le he hecho nada

Una vez le pregunte a mi abuela, por que las personas eran tan malas conmigo y me dijo que solo no les prestara atención porque las personas que te tratan mal es porque te tienen envidia.

Pero, Madison Cooper, ¿Me envidiaba?

Imposible

INADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora