INADAPTADA

Cap 3. Mentiras y decepciónes.

-Oye.. ¿Estas bien? -Hice caso omiso a aquella voz. No tenía idea de cuanto tiempo había estado llorando.

Si me estas viendo llorar

¿Tu crees que estoy bien?

-Hey! ¿Que tienes? -Volvió a preguntar,

Todo.

-Nada -mentí.

-No creo que sea "nada" -dijo y sentí que se sentó a mi lado. -Soy Veronica, Veronica Thomson

Subí la cabeza para verla

¿Por que rayos me dice su nombre?

¿Acaso está jugando conmigo?

-Alice -.Me pasé la mano por mi cara secando las lágrimas que corrían por mi rostro

-¿Ahora me puedes decir que te sucede?

Negué con la cabeza

Ella miró mi ropa y se impresionó. Pareció haber entendido porque estaba llorando.

-Ven. Tengo algo extra en mi casillero -se paró y me tendió mano.

¿Por que sería tan amable conmigo?
Talvez...
Esto podría ser una broma y en realidad tiene a todos afuera del baño reunidos para reírse de mi.

Me negué pero ella insistió otra vez, había algo en mi que decía que podía confiar pero el hecho de arriesgarme me daba pánico.

Después de debatir que debia hacer conmigo misma, tomé su mano y salimos del baño. Al abrir la puerta suspiré y cerré los ojos esperando a media escuela reírse de mi.

Preparaté

Salí y abrí los ojos...

Nadie estaba parado esperando a que yo saliera para poder reírse.
Suspiré aliviada y la seguí hasta su casillero, ella sacó una franela color azul marino y me la tendió. La tomé..¿agradecida?

No lo se

-Gracias -murmuré y caminé hasta el baño. Me coloqué la camisa y me vi en el espejo y me di cuenta que que no tenía mangas.

Mierda

Subí mi vista y me di cuenta de que mi cara estaba hecha un asco.

Mas mierda

Yo necesitaba un suéter de inmediato. No me gustaba el hecho de mostrar mi piel, aún asi sean de mis brazos. Pero, a menos que alguien muy generoso este regalando sueters por toda la escuela no sabia donde conseguir uno.

Guardé la camisa manchada de pasta en mi casillero y me dirigí hasta mi próxima clase. Mientras caminaba por el pasillo el aire rozaba mis brazos descubiertos haciendo que me lo tapara con mis manos y me sentía muy incómoda.

Tome como opción volver a ponerme mi camisa.. solo que ya no tengo tiempo.

Aceleré mi paso. Llegué al salón y rápidamente me senté. Esta es mi primera ves tarde.
Algunos voltearon a verme y otra vez la incomodidad llegó a mi.

Perfecto. Mi plan de ser invisible se estaba yendo por la borda.

El profesor comenzó a dar la clase pero yo no podía prestarle atención ya que me moría del hambre..

Otra vez me había quedado sin comer.

(...)

Ya era viernes. Eso significaba que podía dormir, comer, dormir y dormir.
Estaba caminando por el pasillo dirigiéndome hacia mi ultima clase, Historia.
Entré y me senté en donde siempre lo hacia. Atrás. Donde nadie me veía y donde no podían humillarme lanzándome papelitos.