Cap 4. ¿Norte o Sur?

89 7 3
                                    

Seguí corriendo con los tacones en mis manos, los pies me dolían y me moría del frío. No sentía tristeza ni mucho menos, simplemente me sentía molesta. Molesta conmigo misma por haber creído que mis padres me querían y por haber pensado que podría llegar a ser feliz con ellos de una vez por todas. Pero no, jamás obtendría lo que quería. Depués de unos minutos, a lo largo divisé un gran aviso gigante, me acerqué mas y para mi suerte era un aviso de MacDonalds. Corrí con la esperanza de que estuviera abierto y cuando estaba mas cerca pude darme cuenta de que aun habia gente adentro. Me adentré al local y decidí comprar unas papitas. Todos me miraron atentos. Rodé los ojos y no les presté atención.

¿Que acaso no habían visto a una adolescente empapada y sin zapatos?

Llegué al mostrador y la cajera me miró.

-Unas papitas, porfavor.

La chica de la caja asintió y tomó mi pedido

-Uno con treinta y nueve -afirmó

Giré mi cabeza para buscar mi cartera.
Pero luego recordé que la había dejado en la mesa antes de irme de la fiesta. Bufé y maldije por lo bajo.

Eres malditamente torpe

-Son uno con...

-Si ya escuché -Dije molesta y me preparé para decirle que no habia traído mi ..

-¿Buscabas esto? -Giré mi cabeza y me encontré al chico de la fiesta todo empapado. Su camisa se le había pegado mas y eso me dejaba ver su trabajado abdomen, me mordí el labio, este chico si que era hermoso. Acto seguido miré su mano y por segunda vez vi mi cartera en ella.

Asentí avergonzada y lo miré. Tenía los ojos azules, eran profundos y para ser sincera eran los mas bellos que había visto. Su cabello era castaño y tenía su sonrisa.. esta era perfecta en verdad. El chico me parecía conocido de algún modo.

-¿Como sabías que estaba aqui? -Pregunté sin entender

-Te vi saliendo furiosa del salón y quería preguntarte que había pasado, por si no te diste cuenta todos te estaban mirando cuando arrastraste aquella silla  -Se encongió de hombros -Cuando te busqué no te encontré hasta que te ví corriendo asi que fui tras de ti, pensé que necesitarías esto. -Me entregó la cartera y la tomé.

Mis ojos se abrieron y quede impactada. ¿Había venido hasta aqui solo para entregarme mi estúpida cartera? Imposible.

-¿Osea que me estabas siguiendo? -Fruncí el ceño.

-Algo asi -Dijo melancólico y sonrió de medio lado.

-Bien, te agradezco de que hayas venido hasta aqui solo para darme esto pero si me disculpas estaba por comprarme unas papitas. -Me volteé hacia la cajera quien estaba observando todo esto.

Metida

Busqué en mi cartera y no había nada de dinero.

-Mierda.. -murmuré

-¿Que pasa? -Al parecer no se había ido y estaba ahí parado.

¿Por que sigue ahí? ¿Cual es su problema?
¿Y si era un violador, o peor, un asesino en serie?

Deja de ser tan paranóica. Es solo un chico.
Uno muy lindo, por cierto.

Deja de pensar en eso. Tenemos problemas aqui, por si no recuerdas olvidaste meter dinero en la bolsa de mierda.

Soy tu estúpida, asi que lo olvidamos las dos.

-¿Estas bien? -Preguntó y me obligué a mi misma dejar de pelear con mi conciencia.

INADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora