Fin

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El mago se le acerca a (t/n) quien estaba muy pero muy triste. No veía la forma en que se pudiera liberar de esta maldad de Mara.
Sin embargo a pesar de todo su corazón sigue puro y lleno de esperanzas y creía que milagros. Todos sus amigos aparecieron en aquella terraza y entre todos le empezaron a ayudar para poder salir. Ella entonces cantaba una canción que ayudaba a mantenerla con esperanzas.

"Yo creo que todos, podemos lograrlo..."

Entonces (t/n) finalmente logra salir gracias a la esperanza que tiene. No hubiera sido posible sin eso y sus amigos mágicos.

•••

Parecía que todo había terminado y finalmente (t/n) podría ir en busca de su príncipe pero estaba equivocada. Alguien no estaba contenta y esa era Mara junto a Marcos. Quienes ahora amenazaban a (t/n) con un enorme dragón que se encargaría de destruir todo el cuento de hadas.

—¡A ellos!—dice Mara seguido de una risa mientras el dragón sacaba un poco de fuego de su boca. Las risas de Marcos hacían todo peor de lo que era.—Te voy a destruir...porque el amor no existe. Si yo no puedo ser feliz ... ¡tampoco lo serás tú! — señala a (t/n) y se ríe de esta.

(T/n) por su parte estaba demasiado asustada porque sabía que Mara no se rendiría por nada del mundo. En sus risas se escuchaba la ira que tenía.

—¡(t/n)!—le grita el mago.—piensa en tu amor, llámalo con el corazón.

Es lo que ella hace, pone las manos en su corazón y piensa en el único que podría salvarla de esta situación. Su único y gran amor. Después de todo, en un cuento de hadas el príncipe pelea contra el dragón para rescatar a la princesa... ¿por qué no podría ser así ahora? Entonces de algún lado aparece su príncipe, Alex.

—¡Nooo!—grita Mara al verle mientras este va directo al dragón.—¡A él!—dice Mara señalando a Alex.—¡Destruyelo!

(T/n) veía aquella escena en cámara lenta mientras Alex trataba de evitar el fuego del dragón y peleaba con un secuaz de Mara que había aparecido de la nada. Ambos peleaban con espadas. Peleaban y peleaban sin haber un posible ganador hasta que finalmente Alex logra contraminarlo contra el suelo. Este levanta la espada para deshacerse de él cuando (t/n) levanta sus manos—¡No, no, no!—a pesar de todo, no creía en la violencia y eso solo sería caer tan bajo como Mara. Algo que ella no permitiría. Alex se gira para verla y lo que va a acercarse a ella, el dragón tira fuego cayéndole de sorpresa a Alex.

Este cae al suelo y (t/n) está tan impáctala que sus movimientos son lentos hasta quedar inclinada al lado suyo. Su amado príncipe, Alex ahora yacía en el suelo. Ella se sienta y acaricia su rostro. Tan valiente, tan admirable, había ido a rescatarla a ella y ahora... ya no quedaba nada. Desconsolada le acaricia el rostro y se acerca para darle aquel beso que todos los días soñó con darle y como en todo cuento de hadas este logra hacer que Alex despierte y ambos se levanten como si nada del suelo, sosteniendo sus manos y sonriéndose. Pero esto no había acabado, Mara seguía llena de ira al igual que su dragón. Mientras Marcos reía, Alex notó algo en su espada. Estaba brillaba y ya saben que significa eso...
Alex corre hacia el dragón y le clava la espada en el pecho. Mara comienza a caer y sentir el dolor de este hasta desaparecer. Luego (t/n) se queda sola cuando Manuel viene gritando su nombre.

—¡(t/n)! ¡(T/n)! ¡Mara se fue para siempre! Si, dijo que no iba a volver nunca más.—dice Manuel sonriendo.

—¡Bieeeeeen!—dice levantando sus brazos celebrando. Bia se le acerca y ambas se abrazan.—¡estoy hay que festejarlo! La bruja se fue.

Ahí es cuando toda la banda de músicos de (t/n) aparece para festejar el suceso. Thiago, Ana, Daisy, Bia, Manuel, Carmín y el resto se juntan porque siempre esperaron que este día finalmente llegara. Música, fiesta y bailes sin fin inundaron la ex mansión Morales.

"Ay ay ay, que la vida se va"

•••

—(t/n).—dice Bia tomando sus manos.—(t/n) vestite con lo más lindo que tengas, todo esto es tuyo y te estamos esperando.— se suelta de sus manos.

—Que bueno pero yo no tengo nada lindo para ponerme.—dice viendo sus manos.

—¿Cómo que no (t/n)?

—No, no.—dice con tristeza.

—Si... mira.—Bia señala hacia donde está la cama de (t/n), hay un vestido. Esta se emociona.— apurate, dale.—dice tomando la mano y ambas se van hacia el lugar para calibrarse.

Por otro lado Alex sube a la terraza con algo que (t/n) creía perdido. Mientras la espera recorre el lugar hasta que (t/n) sale y poco a poco se acercan. Cuando finalmente están juntos este le entrega su diario. Ella se emociona y lo toma muy contenta. Había recuperado el amor y su preciado diario. Nada podía ser mejor.
Entonces ambos se ponen a bailar y (t/n) agita su bello vestido blanco mientras que Alex la admiraba y ella amaba su traje negro tan forma... como de un principe, puesto que el ya lo era. Siempre lo fue para (t/n).  Ambos se dedican a mirarse y bailar durante la noche. Finalmente podían estar juntos.

"Si cambias el mundo cambias tu mundo"

Es tiempo de decirle adiós a nuestros personajes. Pero no si antes cerrar esta historia en un lugar hermoso como la terraza y un beso de cuento de hadas.

Terminamos con eso y la pronta llegada de una cigüeña a la vida de (t/n) y Alex.

FIN

Princesa de la terraza (Alex y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora