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Keigo aún después de a ver pasado una semana no había podido aclarar sus pensamientos correctamente. Y no es por qué Dabi, bueno mejor dicho Touya hubiera puesto su mundo patas arribas por tercera vez, todo lo contrario era un sentimiento horrible lo que atormentaba al rubio

Ese sentimiento de culpa inundaba cada rincón de su oscura y marchita conciencia. Ver a Dabi tan destrozado le había echo pensar que a lo mejor no había sido una muy buena idea lo que hizo, si el estaba así ¿cómo estarían sus hermanos? ellos también pasaron esa horrible infancia

- Mierda - Un rubio intentaba hablar con mas fuerza, mientras esos mechones dorados se dejaban caer por su rostro con intención de que el dolor apaciguara un poco ese odioso y asqueroso sentimiento

El quería hablar con Dabi, aún sabiendo que este no estaba de humor para tocar un tema tan delicado del cuál toda la ciudad hablaba. Pero Keigo quería saber las razones por las cuales no le dijo que el era Touya desde el primer beso o incluso antes de cualquier acercamiento carnal de ambas partes

Era confuso para él, ese Touya que tanto extraño y por el que tanto lloró al saber de su muerte se encontraba vivo y no solo eso, se había entregado a el en cuerpo y alma. Odiaba el echó de estar enamorado de su antiguo mejor amigo y de a ver sido tan estúpido como para no a verse dado cuenta de la verdad antes

- Solo soy un juguete -Así se sentía Keigo, como un juguete del cuál los Todoroki usaban a su antojó - Keigo salió de ese cutre departamento que para su desgracia era su "hogar"

Estaba decidido a mostrarle a los hijos de Endavour de lo malvado, malicioso y envidioso que era su padre después de supuestamente a ver "cambiado". Iba a mostrarles lo cutre que había echo su vida y el castigó que le otorgó su padre por estar enamorado de quién desconocía era Touya. Su hijo, ese hijo por el que juró cambiar

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Tocó una y diez veces mas y parecía que nadie le iba abrir la maldita puerta, este iba a desistir ¿a lo mejor era cuestión del destino que nadie le abriera?. Pero todos esos pensamientos se fueron cuando oyó el sonido de un metal muy pesado siendo arrastrado por el suelo lo que le indicaba que habían abierto la puerta

- Haw..ks?? -Una voz tímida pronunció su antiguo nombre y aunque le doliera oírlo de parte de la persona que no intento mas que una triste vez ayudarlo intento aparentar con una falda sonrisa, esa típica sonrisa que Dabi al instante describiría que era falsa

- Cuánto tiempo sin verte Fuyumi - Los nervios y la tristeza se reflejaban demasiado bien el la peliblanca aunque está nunca lo miro a los ojos, a lo que Keigo suponía que era por pena o lastima tal vez

- Yo...lo siento mucho Hawks - Fuyumi había roto el silencio tan incómodo que se había apoderado en la casa desde que entró y eso el rubio lo agradecería

𝐏𝐀𝐉𝐀𝐑𝐈𝐓𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora