Capítulo 2: Escuela de Brujería La Hispania

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Era domingo y tenía todo listo para irme a la Escuela de Brujería La Hispania.

La Hispania era una de las escuelas más antiguas de Europa y contaba con magia muy antigua que solo unos pocos eran capaz de controlar.

A la mañana siguiente mi primo me esperaba en la puerta para irnos juntos hasta la escuela, mientras mi padre preparaba el coche con todo el equipaje.

Mi madre desde la ventana nos despedía, con un leve movimiento de mano. Hacía tiempo que estaba enferma y tenía que reposar grandes periodos de tiempo en la cama.

-Todo listo- dijo mi padre- nos vamos a la estación.

-¡¡¡Genial!!! ya tengo ganas de empezar el nuevo curso- dije emocionada- además este año habrá intercambio con los alumnos de 5º de la Escuela de Hogwarts.

Mi primo volteó los ojos con expresión de desagrado, pero le guiñé un ojo y se rio.

Llegamos hasta el andén del tren y mi padre nos dio un abrazo enorme.

-Cuidaros chicos, os veré en las vacaciones de invierno y por favor María, ten cuidado.

Le sonreí y asentí con la cabeza.

Subimos al tren y nos sentamos en el último vagón junto Carlos y los otros chicos de mi clase.

Teníamos una conversación muy animada, por lo general Carlos solía ser el más ruidoso del grupo y no paraba de provocar a Miguel, que decidió salir del vagón, maldiciendo en voz baja.

-No entiendo por que no le hacen gracias mis chistes- dijo Carlos sin poder aguantar la risa.

-Chistes?- Dijo Mario- Pero si no has parado de lanzar hechizos para alargarle los pelos de la nariz- Todos nos reímos.

-Oye chicos, ¿Cómo creéis que son los alumnos de Hogwarts?-pregunte emocionada.

-El famoso Harry Potter también vendrá- Dijo Carlos- he oído decir que es muy bueno en el Quidditch.

-Que ganas de verlo jugar contra nuestro equipo- gritó Mario dando un salto.

-Creo que este será el mejor año de nuestras vidas- dije sonriendo.

Después de una hora de camino, llegamos a la estación de la escuela y cogimos los carruajes hasta el colegio. una vez allí, fuimos directamente al comedor.

El director de la escuela, Don Armando de Guevara, un mago alto, de cabellos oscuros y con una melena trenzada que le llegaba hasta los hombros, era el mago más importante del país. Hacia 20 años, lucho contra un mago oscuro que casi hace caer al ministerio de magia, con el poder de manipular a tantos como quisiera, con el fin de conseguir el secreto que se hallaba guardado, en un objeto, en la escuela de magia La Hispania.

A día de hoy, no se ha revelado que era realmente aquel objeto que buscaba el mago oscuro, pero con esta hazaña, Don Armando, se convirtió en el mago más joven en derrotar a un mago tenebroso. Por aquel entonces solo contaba con 20 años y ha día de hoy, con 40 llevaba casi una década como director de la escuela.

-Buenos días a todos, alumnos de La Escuela de La Hispania, hoy es un gran dia para nosotros. Los alumnos de la Escuela de Hogwarts, estarán este curso con nosotros. Son alumnos de 5º que compartirán vivencias con nuestros alumnos del mismo curso. Os pido que seáis respetuosos con ellos y que le brindéis toda la ayuda posible para que su estancia sea lo más cómoda y llevadera.- El director levantó la varita y con un toque suave hizo que apareciera un gran letrero dando la bienvenida- Adelante El director y los alumnos de Hogwarts.

Un gran estandarte con el escudo de la escuela invitada, apareció en el comedor, con los cuatro colores característicos de cada una de las casas que componían La Escuela de Hogwarts. Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin.

Estaba emocionada de poder ver al fin a los nuevos alumnos con los que compartiría curso este año.

Cuando es estandarte desaparición, Albus Dumbledore junto a una profesora de apariencia seria, entraron en el comedor. Tras ellos, sus alumnos.

No me lo podía creer, estaba tan contenta, pero de repente, lo vi. Era uno de los últimos alumnos que entraban en la sala, vestido completamente de negro, con una piel tan pálida que hacia juego con sus ojos azules y aquel pelo plateado. No había duda, era aquel muchacho que había estado en la playa. Aquel chico que me había ayudado con el pie...era imposible ¿casualidad?.

Nuestras miradas se encontraron, pero desvía la vista lo más rápido que puede, el corazón me latía demasiado rápido y casi sin control. No entendía muy bien porque me sentía así, pero aquella mirada, me transmitía algo que nunca había sentido.


Nuevo capitulo, el próximo jueves🌹

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