Con aroma a vainilla y pólvora/Stony/Omegaverse

Final

Los personajes utilizados en esta historia no me pertenecen.

Escrito realizado sin fines de lucro.

Advertencias:
Historia Steve bottom/Tony top.
Omegaverse/AlfaxAlfa.
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La boca de Steve se abrió de la impresión, sintió el estómago revuelto.

—No entiendo-...

—Permitame explicarle capitan. Existe este lazo que une a las almas gemelas, algo en lo que la gente no cree normalmente porque es invisible.
No obstante, sí creen en la existencia de los destinados, personas en su mayoría de casta Alfa y Omega, que nacieron para ser pareja porque se complementan.— la Omega miró al rubio, este asintió en señal de entendimiento.—Bien, pero dentro de esos casos existen otros muy extraños y aislados. Casos en los que las almas gemelas o destinados, nacen separados por una medida de tiempo muy amplia. Un Alfa puede nacer varios años antes que su Omega destinado o viceversa y a pesar de que puede tener parejas, permanecerá solo la mayor parte del tiempo porque aquel lazo invisible, no le permite formar conexiones duraderas con otros individuos. He encontrado casos de hasta 20 años de diferencia pero el de ustedes es único con casi un siglo.

—¿Me está diciendo que cuando yo era Omega...mi Alfa destinado era Tony sin siquiera haber nacido?

—Así es. Eso se modificó cuando el suero del super soldado cambió su casta porque también alteró su lazo con el señor Stark. Sin embargo, los análisis muestran que sus cuerpos, principalmente el de usted capitán Rogers, sufrió un grado de metamorfosis para adaptarse al apareamiento con otro Alfa.

La respiración de Steve se corto.

—¿Volví a ser Omega?— cuestionó alterado.

—No, lo siento. Con cambio me refiero a la forma en que su cuerpo pudo recibir el nudo del señor Stark, además de que su lazo de unión pudo romper las barreras genéticas que los separaban por sus castas, volviendo a formarse exactamente en el momento de su unión sexual. — sonrió.—Son destinados otra vez sin importar que ambos sean Alfas.

Tony y Steve se miraron.

[...]

Salieron del consultorio. La Omega les pidió que si en un futuro estaban dispuestos, le gustaría estudiar su caso más a fondo, ambos acordaron que lo pensarían.

Una vez afuera Steve habló.

—Lo siento Tony.

—¿Por qué te disculpas?— preguntó desconcertado.

—Sin el suero yo...yo seguiría siendo-...

—Espera.— el castaño detuvo su andar. Steve lo imitó.—Sé lo que vas a decir y ¿estas consciente de qué sin ese suero nunca te hubiera conocido? Probablemente estarías muerto ahora y yo también lo estaría porque jamás te hubiera encontrado...escuchaste lo que dijo Alessandra, ¡somos destinados otra vez, el lazo resurgió!— tomó las mejillas del más alto entre sus manos, sin importar que algunas personas se les quedaran viendo.

—Lo sé pero si yo fuera Omega todo sería más fácil. Podríamos estar juntos sin la mirada de las personas sobre nosotros, podríamos haber tenido una familia-...

—¡Basta!— Tony lo obligó a mirar solamente a sus ojos.—Entiende una cosa grandote ¡no me importa si eres Alfa, Omega, Beta o lo que sea¡ ¡sólo me importa que seas tú Steve! mi Steve.— el rubio sonrió hermosamente. Tony palmeo su mejilla de forma juguetona.—¿Y cuándo se me a conocido por gustarme las cosas sencillas? si no lo complicó no sería yo.— ambos rieron.—Ahora vamos a comer que muero de hambre.— Tony tomó su mano, Steve correspondió de inmediato comenzando a caminar a la salida.—Se me antoja una dona glaseada.