#00: ✗PRÓ!OGO.

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Había perdido la cuenta de las veces que realizó el mismo recorrido sin descanso de esquina a esquina en la habitación, a pesar de que su mejor amigo le advirtió que se mantuviera calmado y con la mente en blanco. Lo mejor para él en estos momentos sería relajarse y pensar en algo más, mientras esperaba pacientemente por su llamado, pero simplemente no podía hacerlo. Estaba nervioso, quizás demasiado. Aún así, no era la primera vez que se encontraba en la misma situación. Aunque el hecho de repetirla y fracasar sólo le hacían perder las esperanzas.

Desde que sus padres fallecieron y, seguido a ello, su hermana pequeña enfermó, sus estudios se vieron cruelmente afectados al igual que su vida en sí. El tiempo que le dedicaba constantemente a la universidad, había sido arrebatado de por medio en cuestión de segundos. Y, por más que resultara injusto, el conseguir un trabajo sin un título de por medio era sumamente difícil en la actualidad. Las ganas de salir adelante y trabajar por ello no era suficiente, no sin un pedazo de papel como ese.

A pesar de su situación, nunca se ha encontrado verdaderamente al borde de la desesperación, al menos no a un punto serio. Si bien decayó por momentos, Armin siempre estuvo ahí para ayudarle a levantarse las veces que fueran necesarias, actuando como su soporte emocional desde la pérdida de sus padres. Jamás olvidaría todo lo que hizo, ya fuese las veces incondicionales que se quedó con él dándole ánimos, ayudándole con la compra de los medicamentos para su hermana, dándole un espacio en su propia casa. Todo, absolutamente todo. E incluso ahora, que se encontraba en una reunión con su Jefe; tratando de conseguir una entrevista para él. Y, aunque no sabía cómo ni cuándo, algún día le devolvería todo.

Sus pasos ansiosos se detuvieron en seco al escuchar su celular vibrar, anunciando una llamada entrante; con la posibilidad de que fuera la que había estado esperando inquietamente. Tragó saliva y se acercó a la cama del cuarto sin pensarlo dos veces, en busca de su móvil perdido entre las sábanas. Sus ojos se abrieron exaltados luego de tomarlo entre sus manos ante el nombre de su mejor amigo reflejado en la pantalla y procedió a contestar sin esperar más.

— Dime la verdad.— Suplicó sin titubear.

La idea de no haberlo conseguido seguía en pie, casi como un trauma.

De forma inconsciente, su dedo pulgar había subido hasta sus labios; terminando en atrapar la uña de este con sus dientes. Armin no respondía, a pesar de que la línea no se había desconectado y podía escuchar claramente el murmullo ajeno a ellos. Aquello sólo confirmaba aún más sus sospechas.

— No lo has conseguido, ¿verdad?— Murmuró con desilusión, llevando sus mechones de cabello hacía atrás con su mano libre.

Uhm, Eren. En realidad, yo...

— Mierda, no te sientas culpable.— Se adelantó, dejándose caer sobre la cama.— Sé que hiciste tu mayor esfuerzo, no te preocupes. De seguro tu Jefe te sacó volando cuando le mencionaste que no tenía un título.— Comentó tras una risilla sin ganas.

No, de hecho... No fue así.

— ¿De qué hablas?— Cuestionó con confusión, pasando saliva por sus labios.— No necesitas mentir, Armin. Estoy acostumbrado, no es un golpe nuevo para mí.

Armin suspiró al ser interrumpido nuevamente.

Será el Jefe quién te golpee si llegas tarde y no dudaré en apoyarlo.— Aseguró, esbozando una pequeña sonrisa al imaginarse la cara de sorpresa que tenía su amigo en estos momentos.— Tienes una entrevista de trabajo el próximo lunes, en la mañana. Me ha costado, así que ni se te ocurra quedarte dormido, Eren.

El mencionado sintió sus ojos temblar de la emoción, mientras una sonrisa incrédula se formaba en sus labios. ¿En serio lo había conseguido?, ¿realmente tendría una oportunidad?

#OO...

事故 accident ━ rirenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora