5

165 31 10
                                    

ALERTA DE CONTENIDO ADULTO!!!!

SI NO TE GUSTA ESTE CONTENIDO TE SUGIERO LEER CON DISCRECIÓN HASTA DONDE CREAS CONVENIENTE.

No me hago cargos de supuestos traumas ni robo de inocencias.

...

Shoto Todoroki no era un chico cobarde, pero sabía apreciar su vida y su futuro.

Era la tercera vez que volteaba en un callejón erróneo. En ocasiones pasadas ya había visitado Hangzhou y está estaba tan sólo a veinte minutos caminando del internado, pasando un boscaje tranquilo y sin reportes de problemas.

El problema radicaba en que Shoto también tenía mala memoria justo en ese momento, y no recordaba que salida debía de tomar para volver al internado antes de que su padre lo encontrará y le rompiera todos los huesos del cuerpo mientras iba nombrando cada uno.

Y es que, él chico quería llegar completo a su futura boda, ah, ¿era aún muy pronto?

—Oye chico, ¿no nos conocemos?

Un hombre alto, castaño y de lentes se inclino al frente para verlo en la oscuridad de la noche.

—¿Todoroki, no?

Shoto se quedó quieto en su lugar, frunció ligeramente el ceño mientras veía de arriba a abajo al hombre.

—Tú y mi hijo fueron los príncipes de La Bella Durmiente.

Ah, ese debía ser el padre de Bakugou, debía estar en Hangzhou para la presentación de mañana.

—Si, soy yo

—¿Que haces aquí tan tarde? Es peligroso, pensé que en el internado no los dejaban salir—. El hombre parecía confundido

—Vine con mis padres, quería volver al internado solo, pero me... Me perdí—. Shoto apartó el rostro con renuencia y vergüenza

—Tengo un celular, ¿quieres llamar?

—No, seguiré buscando el camino solo señor Bakugou.

Una mujer rubia llegó, venía del brazo de una peli verde mientras platicaban animosamente.

El rostro de la mujer peliverde se contrajo ligeramente al verlo en una sorpresa vaga.

—Mitsuki, este es Shoto Todoroki, es compañero de Katsuki—. Dijo el señor Bakugou

—Ah si, lo recuerdo perfectamente.

La mirada ojicarmin de la mujer lo puso nervioso, como si ella supiera algo sobre él que no quería decir.

—Vamos Shoto, te llevamos hasta la salida del pueblo, ¿o quieres que te lleve en el auto?

El padre de Katsuki era tan amable, Shoto no pudo decir que no y subió al auto en compañía de los tres adultos. El iba en la parte trasera, junto a Inko Midoriya, la madre de Izuku.

¿Se podía tener peor suerte? Iba en un auto con sus suegros, que no sabían que eran sus suegros.

—Katsuki y tú son compañeros de cuarto, ¿verdad?

—Si, así es

—Que bueno, me preocupaba un poco quien fuera a poderlo aguantar—. Dijo la rubia.

Shoto reprimió una sonrisa.

Inko quería preguntarle tantas cosas, pero no quería ser una de esas madres invasivas que su hijo terminaría por despreciar.

Like Love And DanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora