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K A T H E R I N E

Las clases iban impresionantemente bien hasta que por alguna razón al profesor en turno se lo ocurrió darle un espacio a la estúpida de Bloom para darnos una charla sobre los quemados, no tenia ganas de escuchar su irritante voz o sus aburridas palabras desabridas así que me escapé del salón y fui a caminar al bosque para pensar, respirar aire fresco y despejar un poco la mente, estuve veinte minutos fuera de la barrera así que cuando me sentí mejor decidí volver a los límites de Alfea.

Estaba a punto de cruzar cuando choque con algo o mejor dicho con alguien, un estúpido cruzo corriendo justo cuando yo iba a entrar y cayó sobre mi golpeándome el hombro que me empezó a punzar de dolor al instante

Katherine- ¡¿Qué diablos te sucede, idiota?! Me acabas de descolocar el maldito hombro, quítate de encima – Él se levantó de encima mío más rápido que un rayo y fue cando logre verla la cara - ¿Riven? – Su cara paso del evite enojo al miedo extremo en un segundo, parecía haber visto un fantasma -

Riven- ¡Katherine! Yo lo siento mucho en serio, no quise lastimarte, yo solo no me fije por donde iba y bueno, te juro que fue un accidente de verdad, estaba alterado y solo corrí como un idiota, lo siente en serio Kathe – juraría que no pensó la mitad de esas cosas antes de decirlas y tampoco midió la velocidad en que lo diría -

Katherine- Solo mis amigos me pueden llamar Kathe así que no olvides como nos recibiste cuando llegamos aquí – Lo vi agachar el cabeza apenado, eso es nuevo en él. – Bueno da igual ¿Me ayudas a levantarme al menos – El extendió su mano y me ayudo a levantarme con cuidado de no tocarme el hombro descolocado - ¡Maldición, esto duele como el infierno! -

Riven- Pareciera que has estado ahí – Lo mire incrédula antes de mirarme el hueso del hombro fuera de lugar – Puedo ayudarte si quieres, solo debes decirme que hacer – Intente pensar otra solución porque no quería su ayuda, pero no había forma de que lo colocara yo sola – Por favor déjame ayudarte, fue mi culpa después de todo -

Katherine- Esta bien – Él sonrió con un brillo extraño en los ojos, ya no entiendo lo que pasa en este maldito lugar – Acércate y sostenme el brazo lo más firme que puedas, voy a contar y cuando llegue a tres debes devolver el hueso a su lugar -

Riven- No puedo hacerlo, te lastimarte mucho más - Lo golpe con mi mano sana para calmar su impresión, estaba empezando a hiperventilarse - ¡Oye, eso dolió!

Katherine- Cálmate de una vez o será peor para mí, por todos los cielos ¿Qué clase de especialistas entrenan en este lugar? – Riven se encogió de hombros – Da igual, necesito que lo coloques así que prepárate – Hizo lo que le dije y sostuvo mi brazo – Bien, a la cuanta de tres. Uno, dos... tres –

Escuche exactamente como el hueso de mi hombro encajo en su lugar y un dolor punzante me lo confirmo.

»¡Maldición! -

Riven- ¿Estas bien? – Asentí empezando a mover el brazo en varias direcciones – Lamento haber caído sobre ti, lo digo en serio – Okey, ahora si tenía curiosidad, el egocéntrico e insoportable Riven se está disculpando conmigo – No estaba muy estable que digamos –

Katherine- ¿Puedo preguntar que paso para que salieras en ese estado de los límites de la barrera? Esta prohibido cruzar sin la supervisión adecuado y sin protección –

Riven- Yo podría decirte lo mismo ¿No lo crees? –

Evadió mi pregunta así que decidí dejarlo así, de todas formas, no es que el y yo fueras lo mejores amigos para estar contándonos cosas de nuestra vida.

F A T E: WINX LA SAGA (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora